Parte 13: Boom

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Abandonó la habitación a paso decidido, en cuanto se encontró en el laboratorio tomó su mochila y colgó su rifle sobre su hombro. Un fuerte dolor acompañado de un grito le recordó su brazo herido por lo cual dispuso a cambiar de lado la ubicación del rifle. Comprobó que el arma tuviera el cartucho lleno y echó una mirada rápida a su alrededor, no sabía bien cómo comenzar a buscar a Maddie pero estaba segura que aquel radio que continuaba en su cintura era la clave. Tomó los radios con los que años atrás se comunicaba con su madre, la nostalgia inevitablemente se hizo presente. Guardó aquel aparato junto a una antena que Raven utilizaba en su momento para ampliar la señal de los comunicadores. Debía buscar un lugar con la altura suficiente como para que la señal pudiera captarse mejor, en su mente se figuró rápidamente un lugar. Polis contaba con una torre con decenas de pisos, Clarke sabía que la mayoría de ellos se derrumbaron tras la ola de muerte pero según recordaba algunos de ellos se mantenían en pie. La estructura edilicia sería seguramente frágil, realmente resultaba demasiado arriesgado ingresar a aquel lugar en ruinas. Por otra parte los recuerdos que despertaban en la mente de la Skaikru con tan solo evocar aquella torre serían abrumadores, era consciente de aquello. Tiempo atrás se había ocupado de recorrer la, ahora en ruinas, capital. Lanzó la mochila al todoterreno, dejó su rifle en el asiento del acompañante pero lo suficientemente bien ubicado como para poder hacer uso de él. Puso en marcha el vehículo y se encaminó a toda velocidad hacia donde antes se ubicaba Polis. La rubia mantenía la mirada fija en el frente, por suerte la lluvia ya no era tan intensa y permitía que la velocidad fuera mayor. Tras varios minutos el paisaje se volvió aún más desolador, cientos de escombros y cenizas amontonadas indicaban que estaba cerca. Aparcó el todoterreno tras algunas ramas resecas y bajó del vehículo para recoger su mochila. Pisar aquel suelo despertaba en ella miles de sensaciones, recuerdos de ella misma recorriendo aquellos senderos junto a los suyos. Alzó la mirada, un escalofrío recorrió su cuerpo al contemplar la torre casi destruida por completo. Tal y como recordaba tan solo algunos pisos se mantenían de pie. Caminó hasta la entrada principal que estaba cubierta de escombros, rodeó la torre para llegar hasta la entrada trasera pero también esta se encontraba obstruida. Rebuscó en su mochila hasta dar con la linterna, la visibilidad a aquellas horas de la noche era bastante dificultosa. Por suerte la lluvia se había convertido en una leve llovizna, aunque esta última bastó para que la pintura del rostro de la Skaikru se corriera un poco. Encendió la linterna para poder alumbrar la entrada, un hueco hacia el lado derecho le permitiría entrar si era lo suficientemente cuidadosa como para no provocar que los escombros cayeran. La rubia se quitó la mochila y el rifle para pasarlos por aquel pequeño espacio, luego tomó aire y se dispuso a ingresar. Afortunadamente logró ingresar sin problema alguno, dentro todo estaba aún más oscuro. La rubia podía percibir el olor a encierro dentro del lugar que solía ser la sala de reuniones, la luz de la linterna paseó de un lado a otro aunque Clarke aún no divisaba la entrada de las escaleras. El haz de luz se posó sobre el trono en el que solía sentarse la comandante, un nudo se instaló en el estómago de la rubia al recordarla en tal posición. Siempre había adorado la forma en que era capaz de lidiar con tantas responsabilidades siendo tan joven, y aún más sabiendo que su entrenamiento había comenzado en su niñez. No supo cuanto tiempo se mantuvo observando el trono, al contrario de lo que creía este había sobrevivido aunque no estaba en perfectas condiciones. Todo a su alrededor estaba roto, quebrado, a punto de derrumbarse. Dejó escapar el aire que no era consciente que retenía y continuó su búsqueda hasta dar finalmente con las escaleras. Tomó su mochila junto a su rifle una vez más y avanzó hasta el inicio de los escalones, el primero de este parecía firme pero según pudo observar muchos de los que seguían más adelante estaban destruidos. Con suma cautela colocó un pie para confirmar que los escalones soportarían su peso. Avanzaba con lentitud, las escaleras le estaban resultando interminables. Finalmente accedió al primer piso, este parecía mucho más destruido que la planta baja y estuvo a punto de tropezar en un agujero ubicado en el piso del mismo. La skaikru no se detuvo, nuevamente buscó las escaleras y continuó subiendo hasta alcanzar el cuarto piso. Caminó hasta el sector donde solían estar los balcones, se recordó a sí misma mirando por ellos. Recordó el momento en que fue a despedirse de Lexa y no pudo sino que todas sus defensas cayeron ante la castaña. Recordó cómo se sentía besarla, recordó que en una habitación similar la había perdido y sus ojos se cristalizaron. Buscó un lugar adecuado y corrió varios escombros para sentarse en el suelo, dejó su mochila frente a ella aún sosteniendo la linterna con su diestra. Sería difícil cambiar la antena del radio con tan poca luz, sin embargo lo intentaría tanto como le fuera posible. Se dispuso a sacar los objetos de su mochila y a ordenarlos sobre el suelo, a tientas reconoció cada uno de ellos hasta que pudo iluminarlos con la linterna. En primera instancia tomó el radio que pertenecía a Hudson, apretó el botón para transmitir y lo acercó a su boca. — ¿Hola? ¿Alguien me escucha? —Cuestionó una y otra vez pero el aparato parecía estar muerto. La rubia intentó mantener la calma, aquello no significaba nada y era hasta esperable. La diferencia estaría luego del cambio de antena, por lo cual no perdió tiempo y comenzó a desarmar el aparato.

Minutos después la radio estaba lista, la rubia emitió señal y un chirrido le indicó que alguien del otro lado intentaba comunicarse con ella. — ¿Hola? Habla Clarke Griffin ¿Alguien puede oírme? —Enunció al tiempo que un fuerte estallido la sobresaltó haciendo que el artefacto cayera al piso y se hiciera añicos. El corazón le latía demasiado rápido, juntó fuerzas para acercarse a la ventana puesto que la explosión se había sentido muy cerca de donde ella se hallaba. Su primer pensamiento la llevó a pensar que Eligius la había encontrado pero cualquier especulación se detuvo cuando un segundo estallido provocó que el suelo bajo sus pies temblara y parte de una pared se derrumbara a unos pocos metros de ella. No estaba segura de estar delirando al momento de creer oír voces en la lejanía, pero una de ellas le resultó de alguna forma muy familiar. Tomó el rifle entre sus manos y apagó la linterna esperando cualquier movimiento pero pronto las voces se multiplicaron. La rubia frunció el ceño algo confusa y avanzó hasta el enorme hueco en la pared lateral para observar un grupo de hombres armados junto a una mujer de cabello castaño que parecía desorientada.


Buenas, nunca está demás agradecerles a quienes leen y se toman el tiempo de dejar un comentario o una estrellita. ¿Qué les parece hasta ahora?

Por otra parte quiero avisar que no voy a actualizar tan seguido por todo esto de las fiestas y las vacaciones pero trataré de hacerlo cuando pueda.

C-

ON THE GROUNDWhere stories live. Discover now