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Con el pasar de los meses, Kim TaeHyung volvió a oscurecer su cabello, dejándolo en un natural negro. Además, se fue a vivir de forma definitiva con SeokJin. Fue así como ellos pasaron a ser parte de la mayoría de parejas estables, Almas Gemelas que vivían en sincronía y se necesitaban mutuamente para poder existir.

Independiente de lo normal que transcurría la vida entre los dos hombres, ellos no declararon su amor hasta que llevaban siete meses de una muy estable relación.

Sucedió después de una noche en que TaeHyung invitó al mayor a ver una película de terror. SeokJin no era muy fanático de ese género, pero cedió ante los caprichos del chico pues porque simplemente era TaeHyung quien se lo pedía y le gustaba seguir sus ideas locas de vez en cuando. Así que soportó estoico las casi dos horas en su butaca mientras TaeHyung veía concentrado la película y comía palomitas de maíz.

Pero al salir del cine SeokJin estaba muerto de miedo.

Es más, al llegar a casa, antes de irse a dormir, se asustaba cada vez que su pareja hacía algo repentino. Incluso, ya en la cama, mientras tenían su típica charla antes de dormir y TaeHyung recordaba las partes más escabrosas de la película, él trataba de evitar poner una cara de disgusto absoluto.

Sin embargo TaeHyung estaba fascinado con toda la sangre, entrañas y tripas que a Jin hacían querer vomitar.

Pero su sexto sentido, ese mismo que tiempo atrás hizo besar el cuello de Jin, le hizo percatarse de que el temor estaba consumiendo a su mayor internamente. Y le preguntó:

—No te gustó, ¿cierto? La película.

SeokJin, quien miraba el techo con el rostro inexpresivo, respondió aparentemente tranquilo.

—Estuvo bien.

TaeHyung lo miró detalladamente con una expresión preocupada, se giró hacia su dirección y comenzó a hacer círculos con el dedo índice en su pecho cubierto por una camiseta de dormir.

—No me mientas, hyung —hizo un puchero que hizo a SeokJin desviar ligeramente la vista hacia su dirección—. ¿Estás asustado?

—Para nada —contestó.

—Hyung, yo sé que a ti no te gustan estas películas.

—No es nada grave, pequeño. Yo de verdad quería verla contigo.

—Si hubiera sabido que te asustabas así habría ido solo.

—TaeTae, no tengo nada que temer, estás aquí conmigo y nada malo me va a pasar. Yo acepté ir al cine contigo y no me arrepiento.

Si bien las palabras de SeokJin se oían sinceras, TaeHyung aún percibía ese temor ajeno que no le permitía sentirse cómodamente, incluso estando con su otra mitad al lado.

Porque si SeokJin no estaba bien, él tampoco.

Entonces quiso buscar alguna forma de calmar el corazón temeroso del mayor, anestesiarlo con una repentina sensación azul que comenzó a abrumarlo desesperadamente, y que necesitaba sacar desde lo más profundo de su alma.

Llevado por sus locos impulsos, se acercó y deslizó una de sus piernas sobre el regazo de SeokJin, quedando sentado sobre él. SeokJin se sorprendió mucho al tener de pronto al chico encima suyo, acorralándolo con cada mano al lado de su cabeza, apoyándose en el colchón de la cama. TaeHyung acercó la cara a escasos centímetros de la suya y lo escudriñó con esos grandes ojos azules. Eso intimidó en un principio a SeokJin, que si bien estaba acostumbrado a ese tipo de cercanía con el más joven, se sentía ahora expuesto e indefenso.

—No temas, SeokJin hyung —dijo TaeHyung, sus ojos brillaban cada vez más intensos.

Y sí, SeokJin se dejó llevar por el efecto relajante de la existencia de su Alma Gemela. La verdad es que con el muchacho allí encima, cubriéndolo como una coraza, empezó a sentirse extrañamente protegido e incluso poseído por los efectos de su hermoso hombre, cuya invasión poderosa causó que de sus labios se deslizara un suave:

—No sabes cuánto te amo, Kim TaeHyung.

El menor pestañeó un par de veces para luego emitir un suspiro cálido y declarar a su vez:

—Yo te amo más, Kim SeokJin.

Y sin decir nada más, ambos sellaron su declaración con un dulce beso.

💙

Gracias por leer.

Falta poquito para el fin de Azul ^^

AZUL #taejinWhere stories live. Discover now