Zootopia: Todo por una conejita

La Familia

Nick daba vueltas de un lado a otro de la pequeña habitación en el departamento de Judy como desesperado.

- ¿Fuimos imprudentes? Aún no sé si debimos aceptar.

- ¿Wow! suenas casi con miedo.- dijo Judy preparando algo de comer en su mini cocina.

Nick solo le miro de reojo, estaba preocupado, pero no por él, era obvio que por su conejita; algo le decía que las cosas terminarían saliendo mal.

Para empezar el reporte, o parte de lo que ya habían analizado Judy y él hasta esa hora de la noche para estar al tanto de la operación no lo habían dejado muy a gusto, los datos eran generales y aún así había por lo menos 5 nombres de los criminales más peligrosos puestos como posibles sospechosos, en la zonas a investigar se encontraban un listado de barrios en los cuales el aún como estafador prefirió entrar con varios camaradas por miedo a no poder salir, y como ya lo había sospechado el motivo con mayores posibilidades de ser la causa de estos ataque era "Revolución Social", pelear contra animales que desean dinero es complicado pero al fin y al cabo con limites de riesgos, pero un revolucionario es capaz de todo con tal de hacerse ver incluso...bombas o ¡no, no, no! debía ser positivo.

¡Savage y mil cuernos! no confiaba en él se veía que era un play boy que solo quería aprovechar la confianza de su jefe para ponerse de coqueto con su zanahorias, le daba igual involucrarlos en esa situación, y esa tal Katy era peor, ¿Como confiar en alguien que cambia sin esfuerzo su apariencia? ademas veía con cierto odio a Judy, era obvio que tenía celos de ver a dos oficiales de policía trabajar hombro a hombro con agentes especiales del SSZ.

- Hará un surco en mi sala si sigues caminando como loco.- dijo la coneja colocando sobre la mesa un bowl de cacahuates (mani) con limón y sal.

- Así podrás acordarte de mi cada que tropieces con el.- dijo sentándose en un silla y tomando un poco de la botana.

- No necesito tropezar para recordarte.- al terminar la frase bajo un poco las orejas y parecía que sus ojos se le hubiesen agrandado más, recordó que aún tenían un tema pendiente por hablar.

Nick la miro en silencio, muy de hecho, había olvidado seguir masticando su bocado y tuvo que pasar un minuto entero para que tragara antes de hablar.

- Respecto a lo de Ben y lo del caso...- empezó Judy.

- Lo siento mucho de verdad.- intervino el zorro.- No era mi intención desanimarlo, pero mucho menos que tu pensaras que no te tengo confianza, estaba...asustado.

- ¿De mi? - dijo con voz dulce y ligeramente burlona.

- Sí, no de que me hicieras daño jeje, pero, si de que creyeras que yo no era un buen compañero, y al final eso termino pasando ¿Cierto?

- No claro que no, eres el mejor compañero y mi mejor amigo.- puso una de sus pequeñas patitas sobre el hombro de Nick, quien sentado estaba casi a la altura de la coneja.- Tu sabes que en el ZPD es costumbre decir que confiamos nuestra vida en nuestros compañeros pero yo no lo digo por costumbre, yo realmente confió en ti, incluso mi propia vida.

Nick miro los brillantes ojos violetas de la coneja, para alguien que toda su vida había crecido desconfiando hasta de su propia sombre escuchar esas palabras con esa sinceridad y ese afecto, podría jurar que sentía como su corazón era completamente atrapado para nunca volver a pertenecer-le solo a él.

Judy empezó a sentir algo parecido pero su efecto fue distinto pues inmediatamente se separó y se dirigió sin más explicación al escritorio donde habían dejado la información que se supone debería estudiar. No podía negarlo, estaba confundida y eso la asustaba.