Conviviendo con el enemigo. [Conviviendo #1]

Epílogo.

—Samantha, tienes que hacer algo para que entre esta caja en tu maldito auto.

—No te metas con Bree Cole, lo digo en serio —Me crucé de brazos mientras me apoyaba en el costado del auto—. Te dejaré a ti y a todas tus cosas aquí y que Dios te ayude a llevarlo hasta la universidad en transporte público.

—Si tan solo hubiese pensado en conseguir un auto un poco más grande...

—Si tan sólo hubiese hecho una elección más minuciosa de lo que quieres llevar —Puse los ojos en blanco—. No entiendo la necesidad de llevarte todo, Cole. Regresaremos a nuestras casas, no nos estamos yendo para siempre.

—Estás hablando con el dramático de mi hijo Samantha. No lo entenderá jamás. —Beth salió con una caja más y una sonrisa grande en los labios.

Con esa caja eran un total de seis las que quedaban afuera, y de un tamaño considerable. Bree ya estaba cargada con tres mías y tres de Cole, dejando casi fuera su posibilidad de subirse al auto. Una de las cajas estaba en el asiento del acompañante. Tendríamos que hacer dos viajes o contratar algún transporte para lograrlo, mi amigo no dejaría sus cosas atrás ni aunque fuese absurda la cantidad que llevaba.

La madre de mi amigo dejó la caja número seis en el piso y se llevó a su hijo al interior de la casa. Me quedé observando en frete de la misma, perdida en mis pensamientos, viajando a momentos que sólo me hacían sonreír. Pensar en Liam siempre me hacía sonreír. Parecía ayer cuando nos sentábamos con Cole en la entrada de su casa mientras él me torturaba con mi amor platónico que ahora resultaba ser mi novio. En esa misma entrada pasé una de las madrugadas más lindas con Liam, luego de que me viniera a buscar el primero de enero.

—La mirada perdida y la sonrisa me hace pensar que estás fantaseando con alguien que conozco.

La Dra. Shelton siempre arruinando mis momentos. Volteé para encontrarme con mi mamá y Spencer, tomados de la mano, como si acabaran de cruzarse conmigo por pura casualidad en su paseo vespertino. Puse los ojos en blanco antes de acercarme a saludarlos. Mamá y su novio habían ayudado a cargar mis cosas antes de que viniera por la mañana a ayudar a Cole a ultimar detalles. Algo que claramente se había extendido a la mayor parte de día.

—Los hacía en la carretera para estos momentos —Spencer parecía sorprendido de encontrarme aún aquí—. De hecho, venimos en busca de Beth.

—Cariño, yo les había advertido a ti y a tu amigo que el hijo de Beth era algo especial —Mamá se encogió de hombros—.Esto no iba a ser tan sencillo como ayudar a Sam.

— ¿Acaso estás haciendo planes para el segundo en que se puedan deshacer de nosotros? ¿Cómo es eso madre? —Encaré a mi mamá arqueando una ceja.

—Están tu padre y Carol invitados también —Sin inmutarse, mamá me contesto—. Es una salida de padres que están viviendo la partida de sus hijos a la universidad.

—El festejo de que se vayan, querrás decir —Puse los ojos en blanco al tiempo que me cruzaba de brazos—. Eres de no creer, mamá.

—Si realmente te molesta...

Podría seguir torturando a mi madre mucho tiempo más, el problema era que Spencer aún no se acostumbraba a mis bromas y lo hacía poner incómodo.

—Eso solo una broma Spencer, no estoy haciendo ningún cuestionamiento —Sonreí para alivianar el ambiente—. Sinceramente me alegra saber que mis padres y sus parejas pueden tener una buena relación.

—Tienes que empezar a distinguir cuanto esta niña hace un berrinche de verdad o sólo está bromeando. —Mamá apoyó su mano en el pecho de Spencer mientras hablaba.