10 | Rescate

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—Gracias por esperar hasta que la grúa haya reparado el neumático —le digo a Justin mientras sostiene mis manos.

—No te iba a dejar sola con él. —Me besa la palma mientras nos sentamos en su auto.

—Qué mal que hayan tenido que llevarse el auto. —Hago un puchero.

—No te preocupes, seré tu chofer y mañana en la mañana iremos a recogerlo —habla Justin, y yo asiento, aceptando.

—Dime la verdad, ¿fuiste tú, no es así? Tú hiciste que se reventara el neumático —bromeo con una sonrisa. Justin sacude la cabeza con una carcajada.

—No lo hice yo, ángel. Lo prometo.

—Sí, lo hiciste. —Empujé su pecho con el dedo—. Querías arruinar mi cita.

Ambos reímos a la vez que Justin niega con la cabeza. Su risa va disminuyendo, y me observa con una pequeña sonrisa.

—¿Qué? —le pregunto, intentando esconder mi sonrisa—. ¿Por qué me miras así?

—Porque tienes una sonrisa hermosa, ángel. —Justin me halaga, y siento mis mejillas sonrojarse. Cuando voy a cubrirme los con las manos, Justin, con una sonrisa plasmada en el rostro, las toma y las baja—. No la escondas de mí —susurra, y ambos nos inclinamos. Por mala suerte, unas luces detrás del auto rentado de Justin se detienen y hacen sonar el claxon. Nos echamos para atrás como instinto mientras intento distinguir el auto. Una inconfundible rubia camina hacia nosotros mientras me reclino contra el auto.

Bajo la ventana y le sonrío a mi mejor amiga.

—¿Qué pasa, Lex?

—Me estaba preguntando lo mismo cuando los vi a ustedes aquí. —Levanta las cejas en sorpresa—. ¿Es alguna cita?

—No, es un asunto tipo Se-Me-Pinchó-Un-Neumático. —Me mofo.

—¿Tienes un neumático pinchado? ¿Dónde está? ¿Y el auto? —cuestiona con una sonrisa.

—Ya no, la grúa acaba de irse con el auto —habla Justin.

—Bueno, acabo de salir del trabajo y estoy exhausta, así que los dejaré continuar con... su cita. —Lexi nos guiña—. Muy creativo, por cierto, la carretera pone un ambiente romántico a la perfección —se burla, y yo le saco mi dedo medio.

—También deberíamos irnos, ángel. —Justin me besa la frente.

...

—Bienvenidos a McDonald's, ¿puedo tomar su orden? —El empleado nos dice cuando nos llegamos al frente de la fila.

—Dos Cajitas Felices de nuggets de pollo con batidos de fresa y banana, dos palitos de mozzarella, un yogur, un pie de manzana y dos McFlurrys de Oreo —ordena Justin por nosotros. Luego de pagar y recibir nuestra comida, nos sentamos a una mesa cercana—. Aquí tienes. —Justin me entrega mi Cajita Feliz, mi batido, los palitos de mozzarella, yogurt y McFlurry. Niego con la cabeza mientras observo nuestra comida.

—Somos unos gordos.

—No tiene nada de malo comer, de hecho, la comida es mi mejor amiga —bromea Justin y yo me río.

—Cierto. —Guiño—. No debería estar comiendo esto. —Niego con la cabeza mientras le doy una mordida a un nugget.

—¿Por qué? —pregunta Justin de manera curiosa.

—Bueno, no es tan saludable, y tengo una dieta estricta —le cuento—. Pero ¿qué demonios? Puedo comenzarla otra vez mañana. —Me encojo de hombros mientras como una papa frita.

Behind My Blood → j.b → spanish versionWhere stories live. Discover now