8 | Muchas Flores

307 30 2
                                    

—No es tan fácil, Lexi. ¿Lo sabes? —le digo a mi mejor amiga.

—Tú dices que no es fácil, pero eso es porque estás en negación. —Me aconseja mi mejor amiga de manera amable—. ¿Te gusta? —me pregunta, y yo lo pienso por un instante.

¿Que si me gusta? Disfruto su compañía, su sonrisa extravagante, sus ojos compasivos y sus labios, sus suaves labios. Pero ha pasado tan poco tiempo para estar de verdad con alguien. Es muy pronto, ¿lo sabes? No quiero apresurar las cosas.

—¿Hola? Tierra a ti. Suelta todo lo que estás pensando. No te contengas. No soy Justin, ¿de acuerdo? Soy Lexi, a quien puedes contarle cualquier cosa. —Me sonríe.

—Mira, sí. Sí me gusta, pero no es correcto estar con él ahora mismo. No en momentos como este. Sería egoísta. Y necesito pensar en los demás antes que en mí misma. —Exhalo.

—Es cierto. Pero a veces también tienes que pensar en ti. No siempre puedes hacer felices a los demás. Es decir, no está mal, pero tienes que asegurarte de hacerte feliz a ti también —dice con cariño.

Suspiro a la vez que pienso en lo que ella dice.

—Cada vez que estoy con él tengo dos voces que me vuelven loca. Una me dice que debería ir a por ello. Que debería estar con él. Pero la otra me advierte que ambos saldremos heridos. Y no sé a cuál escuchar —gruño y me tumbo en la cama.

—Escucha a tu corazón —dice Lexi como si fuera la respuesta obvia.

—Bueno, ¿cómo sé cuál es? —le pregunto.

—Tienes que usar tus cinco sentidos. Nota cómo reaccionan cuando estás con él. Y luego decides —repone con satisfacción.

—Pero, Lex, sabes cuál es el problema principal —digo, y ella mira a la cama, pensando con cuidado.

—¿Él te hace olvidar lo que está sucediendo en tu vida? ¿Aun si es por unos pocos segundos? —pregunta Lexi, y yo vuelvo a mis pensamientos.

«Por supuesto que sí. Deberías esforzarte mucho para averiguar eso que tienes con él.»

«Um, no, acabas de conocer al chico y sí, te hace olvidar por solo unos segundos. Eso no es bueno, es estupidez pura. Aún no lo lastimarás.»

Chis, maligna segunda voz. Estoy intentando escuchar a la primera.

«¡Gracias! Escucha, Leah, estás demasiado asustada de arruinarlo todo. Pero debes intentarlo. Intenta hacer que funcione.»

«¡Basta! ¿Cómo puedes caer tan fácil por alguien que apenas conoces?»

Eso es verdad.

«No eres perfecta. ¿Pero quién sabe? Podrías ser perfecta para él...»

«Oh, por favor basta, deja esa mierda cliché. Esto no es una novela o una película romántica. Esta es la realidad. No consigues finales felices, NUNCA.»

«Pero puedes intentarlo, ¿qué es la vida si no lo intentas?»

«¿Y fallar cuando lo intentes? No, gracias.»

«¿Por qué eres tan negativa?» 

«Porque la vida es estúpida.»

«No, no lo es.»

«Sí, sí lo es.»

Basta, cállense. Cállense. Las dos. No están siendo de mucha ayuda con toda esta discusión. Molestas es lo que ambas son.

—¿Vas a responderme? —pregunta Lexi.

—Sí, Lex, lo hace. Aun si es por unos segundos —contesto, y una sonrisa crece en su rostro—. Pero eso no cambia el hecho de que no puedo estar con él. No es correcto. —Suspiro.

Behind My Blood → j.b → spanish versionWhere stories live. Discover now