Capítulo 15

65.2K 4.9K 315
                                    

Narra Luca

Lo que los ojos de Barrett me estaban diciendo no era nada bueno. Su mirada iba intermitente de Carina a mí y sus puños se fueron apretando por momentos. Había algo en la posición de su figura y la llama de sus ojos que me daba mala sensación. Detrás de él apareció Raquel quien encendió la luz del cuarto. Miró con disculpa a su amiga.

—Oyó a Jaden decir que subisteis aquí, no lo pude detener.

Carina dio un paso hacia delante alejándose de mí. Mi cerebro estaba sufriendo un colapso de información cuando todo empezaba a cobrar sentido. No podía ser real. Hasta que Barrett me habló. Sus ojos se clavaron oscuros y furiosos en los míos.

—¿Qué se supone que estás haciendo con mi hermana, Luca?

No acababa de decir lo que había escuchado.

No podía ser cierto.

—¿Tú… hermana? —Repetí sintiendo que algo en mi pecho crecía hasta explotar.

Barrett se quedó quieto en la entrada de la habitación mirándome como si quiera hacerme de todo, empezando por pegarme una ostia y terminando por cavar mi tumba. Su hermana. Carina era su jodida hermana. Y yo había estado lo suficientemente ciego por ella como para no darme cuenta.

Carina empezó a notar que algo iba mal entre nosotros, tal vez por el silencio asfixiante que se había creado o por la electricidad asesina cruzando de los ojos de Barrett a los míos.

—Jake —llamó a su hermano dando un paso hacia él—. ¿Qué pasa?

Tragué saliva. Jake. Ella nunca lo había llamado Barrett, siempre Jake. Y yo nunca me había referido a él por su primer nombre.

—Sal de la habitación Carina —fue la única contestación que recibió de él, quien entró en el cuarto y se colocó a su lado—. Necesito tener unas palabras con mi mejor amigo.

Maldije y mi obligué a apartar los ojos de ella cuando la sorpresa la alcanzó. Sus enormes ojos oscuros se abrieron comprendiendo lo que había ocurrido, aquello de lo que ninguno de los dos nos habíamos dado cuenta. Cuando volví a mirarla sus ojos seguían en mí, la pregunta silenciada en ellos. Asentí con pesar y ella los cerró con fuerza. Barrett posó una mano en su hombro incitándola a salir.

—Déjame, no voy a dejaros solos —arremetió contra él.

Me enorgullece decir que su hermano no se había esperado eso. Sus cejas se alzaron y miró de ella a mí con sorpresa. Estaba a punto de contestarla algo que seguramente no querría haber escuchado cuando le interrumpí.

—No pasa nada Carina. Barrett y yo tenemos… que hablar.

—Pero yo… —se mordió un labio indecisa, la tensión de la situación podía palparse—. Está bien.

Finalmente salió fuera del cuarto seguida de Raquel. Me dio tiempo a echar un último vistazo a su blusa brillante y su cabello trenzado antes de que la mirada de Barrett se interpusiese en la trayectoria de mis ojos. La puerta se cerró y quedamos solos.

Fue él quien terminó de romper la tensión generada entre nosotros dándome un puñetazo en el la cara.

—¡Joder! —Aullé con dolor, tropezando hacia atrás y llevándome la mano a la mejilla izquierda.

Barrett me miró sacudiendo el puño con el que me había pegado. A él también le había dolido.

—Lo siento Luca, pero tenía que hacerlo —habló al cabo de unos muy largos segundos—. Eres un capullo.

Respiré profundo mientras la sangre volvía a correr hacia mi cerebro. La tranquilidad se instaló dentro de mi estómago. Conocía a Barrett, sabía que estaba enfadado y probablemente lo estaría por largo tiempo, pero también que aquello no iba a romper nuestra amistad. Su extraña disculpa lo había delatado.

Tu + Yo = Imposible ©Where stories live. Discover now