6.

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Me había gustado el hecho de que por fin hubiera dado un paso él, y no yo.

Al apenas entrar de nuevo a su casa, éste la cerró con fuerza, y susurró algo.

-Mi compensación me gustaría que fuera en este momento.
-¿Y yo soy alguien que cumple caprichos? Yo solo entré porque olvide mi celular.

Pero sabía que no iba a ser tan fácil, de uno de sus bolsillos traseros sacó mi rosado celular sin funda alguna.

-Dámelo, a menos que me hagas enojar más de lo que ya estuve hoy, y es en serio.
-Pues yo también voy en serio.

Y la frustración y el enojo que por unos escasos segundos logró esfumar había vuelto.

-Pensándolo bien, hasta que yo quiera te compensaré, y eso puede ser, tal vez nunca.

Y cabizbajo ante mi respuesta, estiró su mano con el celular, el cual arrebaté, y mi pase de salida estaba en perfectas condiciones.

-Buenas noches Jungkook, hasta el lunes.

Y así cerré la puerta de su casa.


-¿Entonces saliste de fiesta? La aburrida de Min me dio un rotundo no el sábado cuando quería salir con ella.

-Jin, no te he dado un rotundo no porque haya querido, estaba con alguien más.

-Exacto Jin, déjala coger cuando y con quien ella quiera, eres bastante insistente.

-Cállate Suga, tu opinión es como el culo de una chica fácil, nadie lo pide pero lo das a cualquiera.

Ante aquel comentario de Jin no pude soltar una pequeña risa.

Aunque era la verdad, las chicas de ahora son tan fáciles que dan miedo.

Y lo peor es que no saben ni escoger con quien tener una loca noche, si al menos supieran hacerlo se ganarían un poquito de mejor reputación y algo de su restante y mísera dignidad.


Historia.

Para ser la última clase del día no estaba tan aburrida.

Jin y Suga se encontraban discutiendo por alguna tonta idea, o por chicas.

El resto de la clase estaba en su problema, o al menos cada quien.

Y el profesor, explicando una mierda que ni a él le importaba, aunque fuera un poco.

Y entre pensar en tonterías, mientras observaba a la ventana, algo logró captar mi atención lo suficiente como para sentarme bien y cerrar un poco las piernas.

Me enderecé rapidamente, y vi que en mi escritorio se encontraba un pequeño papel, que por obviedad, traería un mensaje escrito en su interior.

Con una pizca de curiosidad reinándome procedí a abrirlo.

Y para mi sorpresa, era algo relacionado con mi fin de semana.

"Espero no te lo hayas tomado personal Min, te ofrezco mi más sincero perdón"

Y eso en verdad era algo estúpido, lo cual sólo logró despertar en mí una frustración.

Y cuando se me ocurre la gran idea de voltear a verlo para saber cuál era su reacción me encuentro con la sonrisa más tierna que me pudo enseñar en mi existencia.

Sus medianos y marrones me miraban fijamente, y un mínimo rubor se hizo presente en sus cálidas mejillas, y sin olvidar, una pequeña sonrisa en la cual podía notar su pequeño lunar abajo de sus pequeños labios.

dimple ; jjk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora