Capítulo 3

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Hadarah solo abre los ojos, al ver los ojos azules intensos del hombre misterioso. Se estremece son los ojos más bellos que he visto en mi corta vida, el hombre misterio desenvaina su espada y hiere unos de los hombres que tiene a Hadarah sostenida, este suelta un grito desgarrador hace lo mismo con el otro y luego me mira y me dice —Vamos señorita blanca suba... ¡— Dice con voz ronca —pero mis maletas...—señorita!

¡—Ya, voy! Ya voy! —En esa el hombre misterioso de ojos azulé me sujeta por el brazo nuestras miradas se conectan por un instante, sentí mi cuerpo estremecerse nuevamente para luego montarme en el caballo. Y salir a todo galope por la oscuridad del desierto. Luego de alrededor de media hora de cabalgar, Hadarah piensa ¿Si este hombre es un asesino? Oh un violador Dios perderé mi virginidad con un desconocido. Metida en sus propios pensamientos escucha esa voz ronca que la hace estremecerse —Señorita blanca

— ¿Eh dígame? — sabe quién eran esos hombres

—No

—Eran bedwin forasteros del desierto, son peligrosos violadores que venden a las mujeres. Hadarah solo abre los ojos en gran manera pensando en que sería de ella y luego piensa que este hombre también está en el desierto. Y dice de repente

— ¿Por qué me ayudó? ¿Es usted uno de ellos? — El caballo se detiene de repente—oh, oh! —dice al caballo se baja del caballo. Para luego bajar a Hadarah y la mira fijamente que hace que Hadarah se estremezca y le dice; —Yo no soy uno de ellos. ¿Si lo fuera no hubiese arriesgado mi vida para salvar su vida señorita?—Hadarah dice — ¿qué me va a hacer?

Él se gira nuevamente, la mira de una manera que hace que Hadarah tiemble — ¿Qué le voy a hacer? Hasta ahora solo la he ayudado señorita blanca. Y no he recibido ni un solo gracias de su parte. ¿Es que usted no tiene modales?

Hadarah piensa que el señor misterioso tiene razón. — Perdón es cierto, gracias por salvarme de esos mercenarios. En esa escucha una estruendosa carcajada levantó la vista y el hombre misterioso de los ojos azules me está mirando fijamente, cosa que me pone más nerviosa de lo que estoy. Él dice; —Bedwin más peligroso todavía que mercenarios ella solo se encoge en donde está

—Hace mucho frío aquí.

—Acamparemos aquí por esta noche hasta el amanecer. Hadarah habré los ojos en sobremanera y se alarma y dice — Dormir a la intemperie de la noche ¿está usted loco?

—El desierto es peligroso, no podemos seguir cabalgando podemos encontrarnos con esos hombres. — Hadarah solo asiste Luego recuerda

—Mis maletas seguro se la llevaron él responde.

—No, no lo creo señorita ellos querían otra cosa ósea a usted

—oh. — Es lo único que dice Hadarah —tus maletas las volverás a ver de seguro —Hadarah solo asiste con su cabeza y dice en voz baja

— Ahora que voy a hacer, ¿Cómo llegó? Con los ojos muy aguados en eso Hadarah escucha esa voz ronca que tanto le asusta, pero que a la vez hace su cuerpo estremecer que le dice;

—Puedo ayudarla a llegar para donde vaya. ¿Claro si usted quiere malikat jamal albayda?

¿Hadarah solo piensa para sí, será este hombre mi salvador o mi nuevo captor?

En ese momento Hadarah solo se ajusta sus lentes, las manos le sudan ella solo se limpia sus manos en sus pantalones. Que por suerte a última hora se decidió por ellos, mira ahora en la situación en la que se encuentra solo porque el gobierno decidió que ella tenía que estar aquí en Arabia.

— ¿Entonces qué me dice? —Dice el hombre misterioso de ojos azules

—mire que no tengo toda la noche para estar ofreciéndole mi ayuda malikat jamal albayda

—E-t este es que la información que tenía de para donde iba se quedó en mi cartera y yo no soy de esto lados

—Eso lo sé, Es usted muy blanca, nosotros de piel negra—si soy más blanca que un pan, pero soy árabe

— ¿Árabe? — ¿Usted es árabe?

—Si solo que soy de América.

—oh, una árabe Americana. ¿Es que sus padres no le enseñaron que las mujeres en Arabia no andaban sola? Y meno con el rostro descubierto?..... Dice enojado

—no, en América no se utiliza eso

—Pues señorita blanca, no estamos en América. Estamos en Arabia. — Ese hombre es un amargado. Ese es el problema, en ese momento él se quita la manta que cubría su rostro. Dios, pero que hombre más bello, si sus ojos se veían bello con el rostro cubierto, ahora están hermoso. Este hombre está que se cae de bueno, pero es un amargado, estoy en mis pensamientos pecaminosos cuando escucho su voz. — ¿Quiere mi ayuda? O ¿no? Mire que los bedwin pueden regresar

—Claro. Pero primero dígame su nombre señor misterio

— ¿misterioso? Así me apodo señorita blanca

—Ah, pero usted me apodo señorita blanca. Así que dígame su nombre para saber quién es mi nuevo captor. El arquea las cejas —mi nombre es Fadil Adel señorita blanca— Vaya que nombre le hace honor. Ay! Y yo y mi bocota —Él ¿suyo?

—'e-te...

— Su nombre ya sabe el mío. —Dígame el de usted si no quiere que la deje aquí mismo. Él se monta en el caballo, está punto de empezar a cabalgar cuando habla. —Hadarah Anessa...

Él solo me observa y se queda pensando para sí. —No me gusta decirlo porque no me hace honor...

¡— Que le haga honor no es su nombre — ahora suba! Que hombre más arisco. Es que todos los árabes son tan bellos, claro excepto yo que soy un desastre. Metida en mis pensamientos. La voz del señor Fadil me saca de mis pensamientos —Y dígame para ¿dónde iba señorita blanca?

— Hadarah es mi nombre señor Fadil— No es apropiado llamarme por mi nombre señorita blanca

— ¿Entonces para que su madre se lo puso? Él baja del caballo y sus miradas se conectan él extiende la mano para ayudarla a bajar.

—Dormiremos en esa cueva voy a encender una fogata, para que se mantenga caliente. —Fadil enciende la fogata como por arte de magia yo solo puedo abrazarme a mí misma. El señor Fadil levanta el rostro, y me pasa su manta — para que se mantenga caliente

—gracias señor Fadil

P.O.V. FADIL

Otro día más en el desolado desierto. Pensando en aquella mujer que tanto daño me hizo, dejándome por ese hombre. Desde ese entonces mi familia me ha buscado ciertas de candidatas para mí, pero nunca son la suficientemente buena para mí. No quiero una mujer que solo porque mi familia lo quiere así quiero una mujer que tenga buen corazón, que no solo quiera mi apellido oh todo lo que poseo. Pero en mi cultura no se basa en amor, mis padres aseguran que si no elijo una esposa para mí ellos la eligieran ellos, sé que quieres a Lamya para mí, pero yo no quiero a esa mujer en mi vida. ¡Y menos en mi cama, un grito me saca de mis pensamientos— Ayuda! ¡Ayuda!

Sin pensarlo me monto en mi caballo cabalgó llegó a donde salen los gritos, y una escena veo que unos hombres tienen rodeada a una mujer, son alrededor de cinco hombres

—Parece que la dama no quiere ir con ustedes.

— ¿Quién lo va a impedir? ¿Tú? Somos más tú solo eres uno. Habla el que parecía ser el líder

—Será mejor que se agarre bien señorita.

La señorita levanta la cabeza y abre los ojos y por Allah que mujer más bella. Me pierdo en su mirada todo mi cuerpo se estremece todo el cuerpo cuando nuestras miradas se juntan me quedo perdido en su mirada rendido ante una extraña.

Pasión Bajo las Arenas del Desierto Arabico (Trilogía Pasión Y Cultura#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora