•Endlessly Yours• [ZERO]

•002•

ㅡFicha del paciente. ¿Nombre?ㅡ Levantó la vista hacia el menor; sabía lo nervioso que se encontraba en ese instante, aquel delgado cuerpo no paraba de tamblar y sus pequeñas manos no dejaban de jugar entre ellas como si fuese lo más interesante del mundo.

ㅡLee Taemin.ㅡ Arrastró las palabras, lo que inquietó aún más a Minho.

ㅡ¿Edad?ㅡ Porque ¿qué tal si en realidad él no podía curarlo? Si al fin y al cabo su estado mental estaba realmente desequilibrado y su tratamiento no funcionaba, aquel chico terminaría de todas formas en un psiquiátrico.

ㅡVeinticuatro.

Si bien tal vez el tratamiento le ayudara un poco al principio, también podrían haber recaídas. Y eso no sería nada bueno para el hospital, y mucho menos para su carrera.ㅡ ¿Familia?

ㅡKai es mi familia.ㅡ Porque el corazón de Minho podía partirse en dos al oír las cosas que aquel chico tenía para decir, pero después de todo, si aquel plan no resultaba, él mismo partiría el corazón del menor en dos al confesar que necesita otro tipo de ayuda.

ㅡ¿Tienes alguna aspiración?

ㅡMe gustaría poder ayudar personas en un futuro...ㅡ¿En verdad el destino tenía que ser tan caprichoso?.ㅡ Tú eres doctor ¿verdad? creo que deberías saber de lo que hablo.

Claro que lo sabía; lo sabía perfectamente sólo que no tenía ganas de pensar en ello ahora, para nada. Estaba arriesgando su puesto y empleo por aquella ilusión que tenía desde pequeño.ㅡ ¿Eso es todo?

ㅡNo...también...ㅡLa pausa le había sido eterna, pero no por el silencio, sino por los gestos de nerviosismo en su cuerpo, y la forma de temblar que tenía. Minho podía decir que tenía pequeños espasmos cada ves que su cuerpo era sometido a los nervios.ㅡ Me gustaría convertirme en un bailarín.ㅡ Aquello casi hacía reír al morocho; obviamente los sueños del chico le hacían gracia, pero por un hecho personal. De chico él también había soñado cosas como salvar vidas y ser actor, pero a los veinticuatro años todos los sueños y cosas así de irreales, desaparecieron para no volver nunca.

ㅡ¿Tomas alguna medicación?.ㅡ Taemin negó rápidamente.ㅡ ¿Eres alérgico a alguna medicina en particular?.ㅡ Volvió a negar.ㅡ Pon todos tus elementos personales dentro de aquella caja por favor, se te serán devueltos al finalizar el tratamiento que te proporcionaré.ㅡ El pelinegro dejó su celular, su billetera y un pequeño libro de bolsillo para niños. Pero Minho estaba muy ensimismado, anotando horarios y demás cosas para hacer con el joven.ㅡ Ahora escucha, no puedes hablar con nadie más que yo o el enfermero Do, nadie del personal, siquiera el de limpieza. Oh y casi lo olvidaba, el doctor Jun Myeon también es de los nuestros. Y por lo que más quieras no te acerques ni al doctor YiXing, ni a HyukJae, ni a YeRim, ni mucho menos a SooYoung. Son nuestros enemigos mortales, cualquier interacción con ellos puede ser una cavada a nuestra propia tumba.

ㅡEntendido. ¿Tiene idea de cómo se ven esas personas? Es decir, sin saber como lucen no sabré con quién hablar y con quién no.ㅡ Minho abrió los ojos como platos. ¿Podía estar el chico incluso más lúcido que él?

ㅡCon que conozcas nuestros rostros creo que estará más que bien.ㅡ Intentaría hacer que la enfermera Bae cubriera a Kyungsoo la mayor parte de sus horarios así él podía estar más al pendiente del problema con qué cargar que él mismo le había otorgado.ㅡ Tu habitación es la última de la sala de traumatología. Si nuestro plan llega a fallar y alguien entra, tu sólo debes decir que te quitaron el yeso de la pierna hace a penas dos días y estás en recuperación.ㅡ El menor asintió.ㅡ Si piden tu historial médico los envías a mi, si te tocan la pierna finges dolor ¿Está claro?

ㅡSi, hyung.ㅡ Aquel chico no paraba de remojar sus labios con su propia lengua al sentirlos totalmente resecos y agrietados, pero lo hacía a cada momento, como si fuera un tic. La mirada de cachorro asustado, la manera que movía sus manos la forma en que temblaba su pierna. Todo distraía a Minho de la realidad. No podía dejar de mirarlo como si quisiera analizarlo por completo; pero era verdad. Eso quería. Quería entender las cosas por las cuáles el menor había tenido que pasar para llegar a donde estaba.