XLII.

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draco malfoy & ron weasley

—¡Ronald Weasley, ¿qué te crees que haces?!

Chilló Diana, separando a su hermano mellizo de Draco Malfoy, que se levantó a duras penas del suelo, con una mano en la cara y con la otra apoyándose en Goyle, que tampoco parecía estar en muy buen estado.

Pansy Parkinson, la acompañante de Diana al partido de quidditch (forzada, ya que odiaba el deporte y Diana le había obligado a ir con ella, al verla triste por una carta por parte de su madre, cuyo contenido desconocía), no tardó nada en acercarse a Draco y preguntarle cómo se encontraba. Él dijo que estaba bien, pero la marca oscura que se formaba en aquel momento en su rostro le contradecía.

—¡Diana, se lo merecía!

Diana encontraba difícil no creerse aquello, pero hizo lo posible por mantenerse neutra en el asunto.

—Ron, pegándole no estás solucionando nada. Te estás rebajando a su nivel.

Nadie pareció notarlo, pero Draco sonrió de lado en aquel momento. El gesto desapareció, sin embargo, en cuanto el Weasley abrió la boca y vio la reacción de su hermana.

—Es que no busco solucionar nada —dijo Ron, antes de suspirar—. Se estaba metiendo con nuestra familia, Di.

La lentitud con la que Diana se dio la vuelta para mirar a Draco, le hizo saber al rubio en la situación en la que se había metido. Tragó saliva.

—¿Que tú qué?

Draco miró a Crabbe y a Goyle y dijo:

—No he dicho nada que no sea cierto. Y no fue tanto con su familia, más bien con su dinero. O con la falta de... —fue incapaz de terminar la frase; el puño de Diana ya se había conectado con su cara para rematar el golpe de su hermano.

Pansy abrió mucho la boca.

—¡Diana!

Neville, que era el que había dejado en aquel estado a Crabbe y Goyle (aunque él había acabado peor), y Ron, sonrieron, tan orgullosos como sorprendidos.

Diana se había imaginado las reacciones de todos en los segundos antes de la acción, pero la de Malfoy la tomó por sorpresa, sin embargo, que tan solo la miró sin ninguna señal de que no se hubiese esperado aquello.

Era como si supiese lo que le iba a pasar tras decir las palabras, pero había decidido decirlo de todas maneras.

Aquello confundió a Diana tanto, o más, de lo que la enfadó.

Lo que fue la gota que colmó el vaso fue el momento después de aquel altercado, en el que un gran revuelo tomó las gradas del campo de quidditch, justo después de que la voz de Lee Jordan resonase por el recinto.

—Harry Potter consigue la snitch, ¡Gryffindor gana el partido!

Y Diana no pudo evitar rodar los ojos.


❛i. venomous❜ harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora