Narra Samuel:
"Te veré mañana a las 7, ¿De acuerdo?". Dije en voz baja mientras miraba a Guillermo. Él asiente con una pequeña sonrisa.
"Uhm, si 7". Murmura haciéndome reír.
"¿Puedo tener tu número de teléfono?". Pregunto, aunque ya lo tengo, pero él no necesita saberlo todavía.
"Oh Dios mío, que lento soy". Niega con la cabeza y saca su teléfono de su bolsillo. "Uhm, puedes escribir el tuyo aquí y te enviare un mensaje para que tengas el mío". Me dice y me entrega su iPhone.
Rápidamente tomo su teléfono asegurándome de no tocarlo, ya que se ha estado alejando y tensándose ante el más mínimo roce de alguien. No estaba enojado con él, es más, estoy orgulloso de él porque hoy se mostró más abierto que las veces anteriores.
"Bueno, aquí tienes. Acabo de enviar un mensaje a mi teléfono. Si necesitas algo, cualquier cosa, a cualquier hora no dudes en llamarme. Siempre tengo mi teléfono conmigo o al lado mío". Digo mientras le entrego su teléfono mientras siento como el mío vibra en mi bolsillo.
"¿Cómo debería ir vestido?". Pregunta con un rubor que me hace levantar una ceja.
"Como sea que te guste. Incluso, te verías hermoso usando un saco de patatas". Digo y pone los ojos en blanco con una risita entrecortada.
"Quiero decir, ¿Debería usar un traje o vestir informal? No me has dicho a dónde vamos. Sabes que Garnes estará conmigo, ¿Verdad?". Pregunta con una mirada seria y asentí.
"Por supuesto, estoy realmente contento de que él esté cerca. Eso significa que puedo darte un ciento por ciento de mi atención ya que tendremos personas vigilando. Mi guardaespaldas, Luzu también nos seguirá. Por cierto, casual estará bien. Para ser sincero, no me gustan mucho los restaurantes de lujo". Digo y me rio del alivio de su rostro.
"Gracias a Dios, está bien, te veré mañana. Solo, no sé, envíame un mensaje cuando estés en camino". Se encoge de hombros con un sonrojo decorando sus mejillas.
"Está bien, buenas noches Guillermo. Recuerda, si necesitas algo llama o envíame un mensaje". Digo señalando el teléfono que tiene en la mano.
Él asiente rápidamente y se frota el brazo. "S-sí, lo haré".
"Está bien, entonces, cierra la puerta. No me iré hasta que escuche la cerradura". Digo en serio y pone los ojos en blanco.
"Buenas noches, Samuel". Él dice suavemente antes de entrar a su casa y cerrar la puerta.
Espero hasta que oigo las cerraduras caer en su lugar antes de girar sobre mis talones y caminar hacia el automóvil. Sebastián me sonríe mientras me subo al asiento de copiloto. Sebastián ronca, mientras Erika bosteza repetidamente. Después de la cena, nos sentamos y hablamos. Bueno, todos los demás lo hicieron, pero Guillermo y yo simplemente nos sentamos allí. Estaba demasiado ocupado viéndolo ponerse tenso con cada minuto que pasaba. Cuando sus ojos comenzaron a cerrarse, anuncie mi partida y rápidamente se apresuró a decir que también tenía que irse a casa.
Él es perfecto y tengo que hacer la mejor cita para que acepte la oferta para la segunda cita. Me muerdo el labio pensando en que hacer. A él no le gustan las cosas elegantes y odia estar expuesto. Entonces tiene que ser algo relajado y privado. Dios, esto va a ser difícil, no he estado en una cita en casi 3 años y antes hacia lo que Santiago quería.
"Samuel, ya llegamos". Sebastián dice, sacándome de mis pensamientos.
"Gracias por traerme". Digo mientras hago clic en mi cinturón de seguridad.
