Narra Guillermo:
"¡Papá!". Grito mientras abro la puerta y salto en sus brazos.
"¡Hijo!". Él se ríe profundamente mientras me balancea.
"Te he extrañado". Lo enfado cuando él me baja.
El levanta una ceja con una sonrisa divertida. "Te vi hace dos días, Guille".
"¡Fueron los dos días más largos de mi vida! Adelante, tengo algo que mostrarte". Digo vertiginoso mientras lo arrastraba a mi casa.
"Está bien, está bien, ya voy". Se ríe mientras lo llevo por los escalones hasta mi habitación.
"Siéntate". Digo y lo empujo sobre la cama antes de correr hacia mi armario. Me pongo guantes protectores y tomo otro par para mi papa antes de levantar la caja cerrada. Al volver, veo a papa sentado allí con una sonrisa. Rápidamente le entrego los guantes. Se los pone mientras abro la caja y saco el libro antiguo.
"¿De dónde lo sacaste?". El pregunta en shock mientras abre con cuidado la tapa.
"Me costó un brazo y una pierna. Es el segundo, ¡EL SEGUNDO EJEMPLAR! Fue publicado en 1847 y lo obtuve de una subasta en Londres". Digo con entusiasmo mientras me siento más cómodo.
"¿Cuándo estuviste en Londres?". El pregunta con una ceja levantada haciéndome tragar saliva en seco.
"Um, este fin de semana pasado". Murmuro y me enfurruñe ante su mirada de desaprobación.
"Me dijiste que no ibas a dejar la casa ese fin de semana. Es por eso que Garnes estaba contigo. Guille, sabes que no puedes salir sin mi protección". El regaña suavemente mientras las lágrimas llenan mis ojos.
"¿Por qué no? Este es el tercer CPO que no has aprobado". Suspira y frota mi espalda mientras apoyo mi barbilla en su hombro izquierdo.
"¡Es grande, está en silencio y da miedo! Nunca habla y solo me mira con esos ojos en blanco. No me gusta". Digo y lloro.
"Es un CPO que se supone que debe haber sido construido para que pueda protegerte. No habla porque conoce tu miedo a los hombres más grandes y no quiere asustarte. Guille, solo dale una oportunidad". Dice con esperanza y sé que tengo que hacerlo porque haría cualquier cosa para hacer feliz a Daddy.
"Está bien, ¿Esta aquí? Tengo que ir a trabajar pronto". Suspiro y me froto la cara mojada.
"Debería estar en el cuarto de vigilancia. Es muy amable cuando se supera. Te dejare vestirte y te llevare al trabajo". Papa dice y asentí mientras me ponía de pie.
"¿Cuándo regresara Gustavo?". Hago pucheros cuando se pone de pie y nos quitamos los guantes.
"¡El debería estar aquí la próxima semana! Tendremos una gran cena familiar por su regreso a casa". Él dice emocionado haciéndome saltar de arriba y abajo mientras asentía.
"¡NO PUEDO ESPERAR! ¡Lo extraño!". Digo vertiginoso mientras saltaba al baño.
Él se ríe detrás de mí. "Estaré abajo. ¿Has comido?".
"Todavía no, iba a comer una manzana antes de irme". Digo mientras me quito toda la ropa y me froto el pene cuando el aire frio me hace temblar.
"No, no es un buen almuerzo. Te hare algo de comer antes de irnos". Él dice y me da la mirada de 'te reto a que discutas' que solo debe darle a Gustavo porque nunca discutiría con papa.
