Alguien llama al móvil de Nila.
-Es Nash, dice mirando la pantalla.
Lo coge.
-Sí, está aquí.- Se quita el móvil de la oreja y me lo ofrece.- Te busca a tí.
-Dime Nash.- Le digo.
-Necesito que vengas a casa, tengo una sorpresa. Te espero en la puerta.
-Vaale.-Le digo y cuelgo.
Le devuelvo el móvil a Nila.
-Me ha dicho que vaya a casa.
Entonces nos levantamos y vamos de vuelta a casa.
¿Que querrá Nash ahora? ¿Una sorpresa? ¿Que sorpresa? Si ni siquiera es mi cumpleaños hasta dentro de 6 días.
Tardamos poco en llegar.
Veo a Nash en la puerta de fuera, apoyado en el marco, con una bandana en la mano (rosa) y otra puesta (con la bandera de E.E.U.U).
-¿Que pasa?.-Le pregunto cuando ya estoy frente a él. Mientras Nila entra en casa.
-Tienes que confiar en mí.
Le miro con cara de ¿Que pasa aquí?
-Te tengo que tapar los ojos con este pañuelo. -Dice enseñándome la bandana rosa que lleva en la mano.
-Andelante.- Digo. Entonces me doy media vuelta para que me la ponga.
Le hace doble nudo. Luego me da media vuelta.
-Agárrate a mí.- Me dice.- O mejor...
Y de repente siento como me despegan del suelo. Me ha cogido en brazos, en plan de que me tiene cogida la espalda y las piernas y yo me engancho en su cuello, como las princesas, vamos.
-Gracias.- Digo.
Noto como entramos en la casa, y bajamos unas escaleras. Vale, me está llevando al sótano. No me gustan los sótanos.
Entonces, me deja en el suelo.
-¿Puedo quitármela ya?.- Digo mientras pongo mis manos sobre la bandana que llevo en los ojos.
-Sí.
Me la quito.
M A D R E M I A
No puedo creer lo que ven mis ojos.