Matt me coge por los hombros y me da la vuelta.
Me mira preocupado.
-Vamonos de aqui Matt, por favor.
Entonces vamos, metemos las toallas en su sitio en dos segundos y salimos casi corriendo.
Matt me abraza y me besa la cabeza mientras vamos hacia la acera.
-¿Quieres que nos tomemos un helado?-Me pregunta.
Sí, digo yo todavía en shock por lo que acabo de ver. No puedo llorar, no puedo pensar, estoy paralizada.
Nos acercamos a un Mc Donald's que hay cerca y nos pedimos un Mc Flurry cada uno.
-Hoy pago yo, que el otro dia me invitaste tu a desayunar a comer.
-Pero..-Intenta reprilcarme Matt.
-Pero nada.
Sonríe y va a sentarse.
Llego con los dos helados y me siento a su lado en la mesa del exterior.
-Siento mucho lo que ha pasado-Me dice.
-Ni que fuera culpa tuya. Lo odio.
-No lo odias.
Suspiro.
-Lo sé, y eso es lo peor.