Carlie McClain es una chica poco social que acaba de cumplir los 18 años y vive en Argentina, ella empieza a tener problemas familiares pero estos pronto se arreglan. Sus padres deciden enviarla a New York a estudiar la universidad. Todo va bien y e...
Largué un bostezo. Ya habíamos comido las galletas y empezaba a oscurecer.
-Jaden: ¿estás cansada? -Carlie: Si. -Jaden: Lo puedo notar, tienes los ojitos rojos. -Carlie: ¿tu no lo estás? -Jaden: También, creo que nos dio mal del puerco.
Reí ligeramente.
-Jaden: Quiero, que vallamos a tomar aire un rato. -Carlie: Vamos.
Me puse de pié y seguí a Jaden detrás. Salimos afuera, a la pequeña terraza tomamos unas sillas y las sacamos fuera de la cabaña. Nos sentamos y miramos al cielo, las estrellas brillaban más ese día.
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-Jaden: Carlie.
Dijo en tonos bajos para llamar mi atención. Lo miré.
-Carlie: ¿si?
Apuntó al cielo con su índice.
-Jaden: ¿vez esa estrella que brilla más que las otras? -Carlie: Si. -Jaden: Es la más bonita, ¿no? -Carlie: Lo es.
Me miró.
-Jaden: Si tu, tuvieras que elegir una de entre todas ellas, ¿cuál elegirías? -Carlie: Supongo que esa, la que estábamos viendo. -Jaden: ¿porqué?
Dirigí la mirada hacia el.
-Carlie: pues, exactamente por eso, porque es la más grande, luminosa y bella estrella de este cielo.
Sonrió.
-Jaden: ¿y sabes quien es esa estrella para mi? -Carlie: ¿quien?
Tomó mi mano.
-Jaden: Tu. -Carlie: ¿yo? -Jaden: Si, para mi tu eres la chica más bonita y con más luz en este planeta.
Sonreí. Me encantaba que fuera así de lindo y dulce conmigo.
-Carlie: ¿y que hay de las demás estrellas, o más bien, chicas, también son bonitas? -Jaden: Yo te elegiría a ti, antes que todas las demás estrellas. Tu, eres la única estrella que me gusta, solo tu.
Reí.
-Carlie: Bueno, entonces gracias por elegirme, guapo príncipe. -Jaden: Mhm.
Dijo en forma de negación.
-Jaden: Yo no parezco un príncipe. Mírame, soy feo.
Secó una lágrima invisible de su rostro.
-Carlie: Claro que no, eres her-mo-so.
Dije haciendo pausas y moviendo mi cabello. Jaden rió.
-Jaden: Si tu lo dices. -Carlie: Si, yo lo digo, y ojalá sea la única que lo dice. Porque si yo oigo a alguien más decirlo... ¿Ves este zapato?
Dije apuntando a mi pié.
-Jaden: Si, lo veo. -Carlie: ¿es bonito no? -Jaden: Lo es. -Carlie: Pues sería más bonito en la cara de la chica a la que oiga decir que eres guapo.
Rió fuertemente.
-Carlie: Hablo en serio Jaden. -Jaden: Esta bien mi pequeña pateadora, relájate, nadie más lo dirá. -Carlie: Eso espero.
Dije poniendo cara de psicópata. Ambos reímos.
El aire empezó a correr más frío, a lo que empecé a gritar mis brazos con mis manos.
Dijo y se puso de pie. 2 minutos después volvió envuelto en una manta. Se sentó en su silla y luego palmeo sus piernas.
-Jaden: Ven.
Me puse de pie y me senté en su regazo, el cual no era incómodo para mi. Me envolvió con la manta. Recargué mi cabeza en su pecho.
-Carlie: Gracias, mi héroe.
Dije y el sonrió.
-Jaden: Carlie, ¿ya te había pedido perdón? -Carlie: si. -Jaden: Pues lo haré otra vez. -Carlie: No es necesario Jaden. -Jaden: Si lo es. Perdóname, por no volver antes, por ser tan terco y tan tonto. Por no darme cuenta a tiempo que estaba cometiendo un error. Por haberte que te fueras y por no detenerte. Por no haberte dicho antes lo mucho que te quiero, perdóname.
Dijo con la voz entre cortada y los ojos lagrimosos. -Carlie: Jaden, tranquilo, te perdono, te perdoné desde que te vi de nuevo en la universidad, al volver de vacaciones.
Sonrió reconfortantemente.
-Jaden: Prométeme que jamás me vas a dejar. Que jamás vas a encontrar a ese alguien mejor que yo. Que siempre a estar juntos, por eso es lo que quiero Carlie. Tu, eres el amor de mi vida. -Carlie: Te lo prometo, jamás me voy a ir, y tu tampoco lo hagas por favor. También eres el amor de mi vida.
Sonrió y me abrazo fuertemente. También sonreí, cerrando los ojos. Me encanta que me abrace.
