My Own Blood [V.K/Y.M] J.K/T.G

일곱

"Sólo pídelo, y será tuyo en un segundo"

일곱 번째 부분

Jungkook estaba arrepentido, había engañado a Jimin en la cama de su hermano ¿Qué tan enfermo se consideraba?

Quitó la vista de la ventana y regresó su concentración a los papeles que tenía en frente.
Si bien, aún no aceptaba la propuesta de su hermano, sabía que debía ayudarle, podía notar las ojeras debajo de sus ojos y para Jungkook no era agradable ver a su hermano tan cansado. Sin mencionar que la culpabilidad le atormentaba la mente y el menor de alguna manera quería quitar un poco el pesar restándole trabajo a su Hyung.

La puerta de la entrada fue abierta y una figura atravesó el umbral. Taehyung había llegado de su sesión de fotos, no se había quitado el maquillaje, tan sólo se había puesto una gabardina para salir del estudio lo más antes posible. Sabía que Jimin había ido con su suegra a algún lugar donde claramente Taehyung no fue invitado, pero para ese entonces, a Taehyung ya no le importaba, lo importante para él era que Jungkook estaba solo.

Sus miradas se encontraron después de todo ese tiempo evitándose. Llevaban días sin hablarse, sin darse aunque sea una mirada y eso los carcomía por dentro.

En su pecho se formó una petición, que subió por su garganta casi vibrando por la añoranza.

—Besame —eso fue lo único que dijo.

Jungkook no pudo evitarlo, se levantó de su lugar alejando los papeles y con furia devoró los labios del joven.

Yoongi suspiró cuando su ayudante entró con otro folder lleno de papales y se lo entregó. Su cabeza ya no quería recibir más información sobre materiales y servicios, pero ahí estaba, con la cabeza volando en otro lado y tratando de encontrar soluciones.

No dejaba de pensar en Jimin, ese hombre que lo llevó al pecado y engañar a su esposo para después cínicamente llevarle el desayuno a la cama ¿Por qué no se detuvo?

—Demonios —murmuró.

-

—Nos vemos luego, madre —dijo despidiéndose de su suegra.

Jimin salió de la oficina llegando al pasillo más largo, pudiendo observar con detalle el edificio.
Su mirada se detuvo en un nombre gravado de la puerta de cristal.

Min Yoongi

¿No perdía nada con entrar, verdad?
Yoongi lo había estado ignorando, y Jimin sólo podía pensar en lo ocurrido.

—Adelante —se escuchó desde dentro y Jimin sonrió.

Yoongi alzó la mirada de los papeles que tenía en la mano y alzó las cejas, fingiendo no sentir su corazón acelerado y sus manos temblar.

—Bonita oficina —halagó el rubio mirando a su alrededor.

—¿Qué haces aquí?

—Estaba con tu madre y noté que esta es tu oficina y decidí pasar a saludar ¿Es malo? —se sentó en el largo sofá del lugar.

Yoongi negó, intentando volver a leer el contrato pero Jimin se la ponía difícil, su mirada estaba fija en él.

—Deja de mirarme —pidió.

—Me gusta tu sofá ¿De que material es?

—Tu coqueteo es demasiado tonto ¿Lo sabías? —se burló dejando completamente de lado los papeles.

—Pero te gusta ¿No es así? —Yoongi se recargó sobre su silla y cruzó los dedos.

A la mierda la fidelidad.

—Baja las persianas —ordenó.

¿Al menos les está gustando esto? :'v

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