My Own Blood [V.K/Y.M] J.K/T.G

세

"A veces tenemos buenas intenciones, pero malas decisiones"

세 번째 부분

La cena era demasiado interesante para Taehyung.
Jamás había visto a su suegra tan feliz, tan radiante... y estaba celoso, nunca la madre de su esposo había reído con él.
Siempre que mantenían una conversación ella era seria, como sus inicios cuando conoció a Yoongi, la conversación era superficial, sin detalles, dura. Supuso que venía de familia, pues su hijo era así. Sin embargo, verla reír y parlotear con Jimin le hizo pensar que tal vez el problema era él.

La señora Min daba a notar casi con burla hacia su otro yerno que estaba encantada por Jimin.
Taehyung suspiró, sin dejar de ver a los mencionados y le dio un trago a su vino.

—¿Qué sucede? —le preguntó Yoongi cuando dejó de hablar con su hermano y notó los ojos de perrito regañado de su marido.

—Creo que he llegado a la conclusión de que tu madre me odia

—No digas tonterías —rió entre susurros— ¿Es por Jimin?

—Ella nunca se ha comportado así conmigo.

—Bueno, el niño es simpático. Es como el nuevo juguetito para mamá. Tú también lo fuiste en su momento, Tae —Yoongi pasó su brazo por los hombros de su esposo cuando lo vió hacer un puchero.

—¿Cuándo fue eso que no lo recuerdo?

—Hace casi seis años, TaeTae —rió Yoongi. Su esposo era demasiado tierno.

—¿Quiere más, madre? —le preguntó Taehyung cuando notó que la copa de su suegra estaba vacía.

—Por favor, Taehyung —estiró el brazo con la copa— ¿Tú quieres más, Jiminie?

A Taehyung casi se me cae la botella cuando oyó ese apodo. No podía negarlo, le había dolido.

—Deberian quedarse aquí, la casa es demasiado grande, y me gustaría recuperar los años perdidos con mi hermano —el comentario de Yoongi lo sacó de sus pensamientos.

Taehyung se sentó en su lugar y miró a su esposo. Taehyung no quería convivir con ellos, no aún, ni siquiera se sentía cómodo con sus presencias.

—Eso sería demasiado favorable para nosotros, aún no podemos encontrar el departamento perfecto —sonrió Jungkook quien posó la mirada en su cuñado—. Pero no sé que diga Taehyung.

Todos los ojos cayeron sobre él. Sabía que no podía negarse, eso sería prácticamente ganar más odio del que tenía su suegra con él, y mucho menos haría enojar a Yoongi.

—Bueno, yo no le veo el problema en que se queden aquí. Son bienvenidos cuando quieran.

Los dos prometidos sonrieron, y siguieron platicando con la madre y Yoongi.
Taehyung estaba sumergido en sus pensamientos y sin decir nada levantó los platos de la mesa pues serviría al postre.

—Te ayudo —dijo Jungkook cuando lo vió levantarse.

—Gracias —sonrió

—Jungkook siempre ha sido así de hogareño, le gusta participar en los labores del hogar —elogió la madre y Jimin asintió estando de acuerdo.

Taehyung no quería escuchar más, prácticamente toda la noche su suegra había presumido a su hijo menor. Y eso le molestaba, ¿Y qué había de Yoongi? Su esposo también era un encanto, una buena persona y amable, pero claro, los nuevos tenían la atención.

—En serio gracias por dejarnos quedar aquí —la voz de Jungkook le hizo girar cuando éste entró a la cocina

—Te digo que no hay problema. Yoongi está contento de tenerte aquí, y como dice él... deben recuperar el tiempo perdido

—En eso tienes razón, pero prometo que en cuanto nuestro departamento esté listo nos vamos, no quiero robarles su privacidad —Jungkook se recargó en el lavavajillas mirando a Taehyung sacar el pastel del refrigerador. 

—No te preocupes por eso, tómense su tiempo —sonrió nuevamente.

—Debes tener sueño —comentó el menor—. Te notas... Apagado.

Taehyung negó y le entregó el pastel a Jungkook quien lo tomó inmediatamente.

—Tuve una sesión de fotos el día de ayer, y no pude dormir muy bien. Y eso de cocinar me cansa, soy pésimo, pero hoy es un día importante —dijo mientras hacía ademán de irse.

—Cocinas excelente, Taehyung —comentó Jungkook detrás de él—. Jimin no sabe ni encender el microondas —bromeó.

—Cada quien tiene sus propios talentos —rió y salió de la cocina con los platos.

—¿Y cuáles son los tuyos? —preguntó Jungkook en voz baja. 

Taehyung frunció el ceño. Esperaba que fuese su imaginación, pero eso había sonado a una insinuación.
Sin embargo no contestó, pues estaba cerca de sus familiares.

—Espero que les guste —dijo Taehyung sentándose a un lado de su esposo—. Lo compré en la pastelería favorita de Yoongi.

—Oh, gracias, TaeTae —sonrió Yoongi y besó a su esposo.

—Está delicioso —la voz de Jungkook los hizo separarse—. Deberíamos ordenar ahí nuestro pastel de bodas, Jimin.

—Estaría fenomenal.