Yo te protejo - novela orian

capitulo 42

Ori: Ju, ayudame, no puedo cerrar esto – dijo mientras seguía haciendo fuerza por cerrar la enorme ventana. –

Julián entro en la habitación y con su fuerza pudo cerrarla. Los tres estaban alerta. La tormenta era muy fuerte y no estaban acostumbrados a este tipo de situaciones. De un momento a otro, la luz se corto y a juzgar por lo que se veía en la ventana, casi toda la isla había quedado sin emergía eléctrica. Julián y Oriana fueron rápido a buscar sus celulares. Devi se quedo junto a Oriana ya que era la que mas cerca estaba. Encendió la linterna de su dispositivo y esperó a que Julián volviera.

Julián: ori, no te asustes. Pero hay alerta de tornado. No hay mucho tiempo. Maxi me mandó un whatsapp. Me dice que en la puerta que esta al lado de la despensa en la cocina es la que nos lleva al sótano que esta preparado por si hay tornados.

Ori: Julián es una joda no? – dijo un poco asustada. –

Julián: ojala, pero no. Agarren las frazadas y almohadas. En la cocina yo agarro agua y un poco de comida y voy. Tenemos que ir allí ya!

Devi: oriii tengo miedo – dijo ya llorando. Si bien tenia cinco años y los chicos no estaban seguros de que ella sepa lo que era un tornado, podía notar el terror en la cara de su hermano.

Ori: no mi amor, no tengas miedo. No pasa nada. Agarra tu almohada y tu osito si? – dijo ori al mismo tiempo que agarraba almohadas y frazadas –

Julián: enana, seguí a ori y no te separes de ella. Yo ahora voy

Devi: no quiero. Quiero estar con los dos

Ori: devi, tenemos que bajar, tu hermano ahora viene. Vamos a hacer como una pijamada – dijo para terminar agarrándola a upa para no perder tiempo. En una mano tenia a la nena y en la otra había agarrado el teléfono y suficientes mantas para los tres, mas una almohada. – juli, voy a llamar a las chicas a ver si están bien

Julián: Lola esta con maxi. Cami y delfi están juntas y a salvo, me dijo Maxi. Ahora vamos. Bajemos. – Julián iba iluminando las escaleras. Los tres fueron hasta la cocina. El fuerte golpe del viento contra los vidrios hacia todo más terrible y tenebroso. Cuando llegaron a la cocina, Julián atino a agarrar todo lo que estaba al alcance: un bidón de agua, algunas galletitas, y fruta. Era la primera vez que vivían una cosa así. No sabían cuanto tiempo estarían allí abajo. Cuando Julián entro al sótano, se sorprendió.

Allí sí había luz. Era la única parte de la casa que se alimentaba de paneles solares que almacenaban la energía en una batería. El lugar estaba equipado. Había un baño, una mini cocina, un sillón y una cama pequeña.

Julián pasó la puerta y la cerro con todas las trabas, tal como indicaba el enorme letrero pegado en la puerta. Al girar vio como ori y devi estaban sentadas en el sillón. Ambas mirándolo como si el fuese experto en este tipo de situaciones.

Julián: tranquilas, por lo que me dijo maxi, para mañana en la mañana ya vamos a poder salir de acá

Ori: Devi, por que no intentas dormir? Ahí prepare una cama – le dijo señalando el colchón cubierto con alguna de las frazadas y la almohada que había bajado. –

Devi: venís conmigo? No quiero dormir sola... – ori se paro y agarro a la nena para llevarla a acostarse. – me podes cantar un poco? – ori la miro y no pudo negarse. Aunque le daba vergüenza que Julián la escuchara lo hizo.

Cuando Devi logro dormirse, no mas de diez minutos mas tarde, Ori regreso al sillón. Allí estaba Julián, pensativo.

Julián: cantas hermoso – dijo, pasando su brazo por su hombro y girándose para mirarla a los ojos.