CAPITULO 27: HICE TODO MAL

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El silencio que había en aquella enorme habitación, la obligaban a pensar, entre remera y remera que iba doblando para poner en su valija. Las primeras lágrimas salieron cuando en verdad entendió la gravedad de la situación.

(Pensamiento de ori)

Supongo que tengo que acostumbrarme a este silencio. Después de todo, estoy sola. Aunque mi hermano quiso acercarse a hablarme, no puedo perdonarle lo que me hizo. Ocultarle la identidad a una persona es una de las cosas más terribles que alguien puede hacer, y más si a la que se lo ocultas es tu propia familia. No creo estar preparada para escucharlos ahora. Daniell no había manifestado la mas mínima intención de hablarme, todo lo contrario....hace semanas que me corto las tarjetas y el único dinero que conseguía era por Cris, el socio de papa - de Daniell - en la empresa. El era un tío para mí y cuando le conté, me dio su apoyo y un poco de dinero para poder manejarme. Con eso pague el hotel y el resto lo guarde para cuando este en Aruba. Con respecto a mama....que puedo decir. Me entere por una de las chicas que limpia en casa que Nicolás le había dicho que yo ya sabía todo y no tuvo ni la decencia de dar la cara y por lo menos darme una absurda explicación de por qué lo hizo. Creo que el hecho de que no se preocupara ni para saber cómo estaba yo después de todo, me dolió aun más que el hecho en sí.

Inmediatamente más lagrimas comenzaron a caerle. Trataba de contener el llanto. No quería que nadie la escuche. Cuando termino de acomodar su ropa, siguió por las cosas que tenía en el tocador. Guardando maquillajes, cremas faciales, cepillos para el pelo, planchita de pelo, un par de toallas por las dudas, su cepillo de dientes y sus preciados perfumes. Le faltaba empacar las cosas de su escritorio y estaría todo listo. Oriana sabía que no quería pisar nunca más esa casa, por lo que estaba decidida a guardar TODO lo que ella quería llevarse, dejando atrás solo lo que sabía que no volvería a necesitar nunca.

Cuando salió del baño, abrió la puerta de su escritorio y se puso a revisar todo lo que se encontraba allí. Al ser su casa de verano, había muchas cosas de los veranos en sus años de rebeldía. Fotos con Jenny, muchos maquillajes arruinados por el paso del tiempo, cartas escritas por su ex novio (que en ese mismo momento decidió quemar), entradas a fiestas de años anteriores, hasta que encontró algo que durante los tres veranos anteriores la acompañaban a cada fiesta. Su antigua petaca. Estaba allí guardada, en uno de los últimos cajones de su escritorio. La particularidad de este estuche, era que tenía un tamaño un poco más grande que las convencionales. Siempre que salían con Jenny y Lola, (otra de sus amigas), llenaban la petaca con suficiente alcohol como para poder emborracharse las tres.

Oriana la tomo. Se dio cuenta que pesaba más de lo normal, por lo que decidió abrirla. Y sumida en la desesperación de no saber qué hacer con su vida y al ver el envase lleno de vodka puro, comenzó a tomar, sin ni siquiera advertirse que el alcohol que contenía podría ser de hace un año atrás. "el vodka no vence" se dijo a sí misma y bebió uno, dos, tres, cinco, seis tragos de vodka puro.

MIENTRAS, EN LA CASA DE JULIÁN.

Jenny: y? como va eso? – le dijo a Julián, entrando a la cocina.

Julián: perfecto, yo hago las mejores pizzas caseras

Jenny: eso ya lo vamos a ver... - miro su reloj y ya eran as nueve de la noche. Ori todavía no había llegado.

Pablo: y man? No nos vas a intoxicar no?

Julián: estas hablando con el mejor chef de toda la casa, asique mas respeto

Jenny: y la enana donde esta?

Julián: en su habitación, creo que esta mirando esa película de la princesa de pelo largo

Yo te protejo - novela orianWhere stories live. Discover now