capitulo 24: hablas con mi tia de mi?

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Cuenta narrador

Ori se despertó, sintiendo un brazo que la abrazaba por su cintura. Cuando pudo despegar un poco la cabeza, se dio cuenta que estaba acurrucada en el pecho de Julián. Se levanto, lo vio dormido y no entendió mucho, si se acordaba que no quería dormir en su casa, y pretendía dormir en el auto, pero nada más. Tuvo que dejar de hacer memoria cuando un dolor de cabeza gigante la hizo ir a buscar un vaso de agua.

Como si fuera su propia casa, se levanto de la cama de dos plazas y se miro al espejo, la remera que traía puesta le llegaba un poco más arriba de sus rodillas y solo bastó con olerla para darse cuenta que era de Julián, ese aroma que tenia era inconfundible para ella. Salió de la recamara para ir a la cocina. Cuando paso por el living, vio el enorme reloj. Marcaban las 8 am. ¡solo había dormido dos horas! Demasiado temprano para ella, y más teniendo en cuenta que se había dormido tardísimo. Entro a la cocina y se sorprendió

Susan: ori? – dijo sorprendida de verla en su casa

Ori: oh, lo siento susan, no sabía que estabas acá.. – dijo avergonzada por la situación. Tampoco sabía cómo explicarle que había terminado durmiendo en la cama de su sobrino, con ropa de su sobrino, y CON su sobrino. – yo....yo solo....

Susan: no tienes que explicarme nada linda – le dijo dándole una sonrsa.

Ori: no es que de verdad, no paso nada, con Julián solo salimos y yo... - volvió a ser interrumpida

Susan: ori! – dijo riendo – de verdad, no necesito explicaciones. A demás, prefiero que seas vos... - ori tardo unos minutos en entender lo que quiso decir susan con la última frase y cuando estaba por responderle, apareció.

Devi: buenos días! - Dijo frotando sus ojitos, cuando dejo de hacerlo para mirar a las personas que se encontraban en la cocina, se sorprendio. – ORII!!! – dijo feliz - ¿Qué haces acá? – dijo sonriendo.

Ori, sorprendentemente para ella, había podido controlar su vergüenza, y tranquila fue hasta la nena y se agacho para darle un beso con un abrazo. – buenos días linda! Te sentís mejor?

Devi: si, un poco, me duele la cabeza.... – dijo abrazándola

Ori: entonces, por qué no volvemos a la cama y te cuento un cuento? Queres?

Devi: sii!! Pero quiero mi leche calentita... - dijo con tono de enferma. Ori rio, y susan le dijo que en minutos se la llevaba, asique fueron las dos a la habitación de Devi

Ori: nos acostamos las dos y te cuento el cuento de la princesa...- eso hicieron. Se acostaron, se taparon y después de que Susan le llevara el desayuno a la cama a las dos (sin que se lo pidiera, a ori le había preparado lo de todas las mañanas, su café con leche y dos tostadas), ori se puso a contarle el cuento. Antes de empezar a hablar, agarro el teléfono, mando un mensaje de texto y le dedico toda su atención a la nena.

Las 12 del mediodía daban en el reloj que tenia Devi en su mesita de luz. Ambas seguían dormidas, pero ahora estaban abrazadas. Julián se había despertado hacía una hora, y cuando vio que el motivo por el cual había despertado sin ella al lado, era que su hermana se la había robado, se le dibujo una sonrisa en su perfecto rostro.

Salió a buscar comida para preparar el almuerzo para los cuatro. Era Domigno, y era el día en que Susan y el tenían su día libre de trabajo.

Devi se despertó, y al tener mucho frio, despertó a Ori para que le buscara una manta.

Devi: ori, orito, despertate... - le dijo, tocándole el hombro.

Ori: que pasa linda?

Devi: tengo mucho frio – dijo tapándose bien con las sabanas y acurrucándose en su pecho, abrazándola.

Ori: a ver, dejame ver – dijo, poniendo su mano en la frente de la niña. – ESTAS VOLANDO DE FIEBRE DE NUEVO – dijo, parándose para ir a buscar el remedio.

Devi: no te vayas ori.

Ori: voy a buscar el remedio y vuelvo. – le dijo dejando un beso en su cachete.

Salió de la cama directamente a la cocina en busca del remedio, pero freno en seco al verlo cocinando. Julián sintió que alguien había atravesado la puerta, por lo que giró a ver quien era.

Juli: buen día ori! – dijo soltando una risita nerviosa.

Ori: bue- buen día... - dijo tímida. – Devi tiene otra vez mucha fiebre....

Juli: no le podes dar el remedio así termino de cocinar?

Ori: que hora es?

Juli: doce y media. Jenny tenia razón, dormis como una morsa.

Ori: jaja juliaaan!! – dijo ya un poco mas relajada – lee....le voy a dar el remedio a Devi y me voy, tengo que ir a buscar ropa y ver donde quedarme hasta el miércoles.

Julián: no. Están viniendo los chicos a comer acá, asique te quedas....tu amiga estaba buscándote ropa.

Ori: y eso?

Julián: eso que?

Ori: desde cuando haces todo esto? Que yo sepa, susan me dijo que NUNCA cocinabas

Julián: asique habas con mi tia de mi – dijo acercándose peligrosamente. Oriana lo interpreto y retrocedía ya con el remedio de Devi en la mano

Ori: no me contestaste...

Julián: puede ser que ahora que esta la hija del famoso director de cine en mi casa quiera cocinar...

Ori: ah, si? Ósea la queres envenenar querrás decir....

Julián: shh mala, cocino re bien vas a ver. Cuand pruebes la carne que cocine, vas a querer repetir el plato

Ori: bueno, vamos a ver..... le voy a dar esto a Devi – dijo levantando el medicamento

Julián: si y de paso cambiate, te queda muy bien mi remera, pero tu amiga va a pensar cualquiera y cuando se maquina es infumable.

Ori: euu pobre je- freno, lo pensó – tenes razón, me voy a cambiar. Gracias por todo lo que hiciste por mi anoche Julián... - le dijo un poco avergonzada al darse cuenta de todo lo que había hecho

Juli: no hay problema, no te iba a dejar sola ni loco durmiendo en ese auto. – ori le sonrio y estaba por irse a la habitación de Devi, cuando Julián la llamo. – ahh y ori...

Ori: si?

Julián: la próxima que vos y tu amiga se van solas y no contestan en toda la tarde y encima se encuentran con el idiota de felix, les juro que las encierro en una habitación hasta fin de año

Ori: prometo no hacerlo mas. Se nos paso el tiempo hablando, y yo estaba re deprimida y....

Julián: ya estas avisada. La próxima, encerradas – le dijo en tono gracioso, mientras las apuntaba con la cuchara de madera con la cual cocinaba – escuchaste pendeja?

Ori: si papa – le dijo sonriéndole. En algún punto en su interior, amaba que Julián le demuestre que se preocupaba por ella de esta manera.


Yo te protejo - novela orianWhere stories live. Discover now