capitulo 22: dejame cuidarte

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CUENTA JULIÁN

La mañana empezó un poco agitada cuando Devi se despertó en medio de la noche con fiebre. Le di un remedio pero al ver que la temperatura seguía aumentando, le hice paños de agua fría. No quería despertar a Susan, últimamente estaba trabajando mucho en la cocina, ya que dentro de una semana era el cumpleaños del Señor Sabatini. Eran apenas las 5 de la mañana y Devi recién se había podido dormir. Lo único que repitió durante horas, fue "me duele la garganta". Dormi las pocas 3 horas que pude, hasta que el despertador sonó. No quería dejar sola a Devi, no sintiéndose así. Susan no podía faltar en la cocina, por lo que le pedi a Javier, uno de los chicos de mantenimiento que me cubriera.

Devi no se despertó hasta eso de las 9:30 de la mañana. Estaba un poco mejor – gracias al remedio – pero seguía con fiebre.

Devi: quiero a Ori – dijo apenas audible. No le entendí muy bien, por lo que volvi a preguntarle.

Juli: queres que llame a Ori? – dije asombrado. Ori es divina, se el cariño que se tienen, pero nunca pensé que en tan poco tiempo Devi pudiera encariñarse con alguien así. Desde que nuestros papas se fueron, nunca fue de aferrarse a alguien mas que no seamos ni la tia Susan ni yo.

Devi: mmhmm – dijo asintiendo con su cabeza. – Llamala juliann – me dijo tapándose mas con la frasada. Tenia frio. En verano. Si eso no era signo de que estaba enferma, yo ya no entiendo mas nada. No quería molestar a Ori, seguramente estaba dormida, ayer habíamos llegado tarde..una sonrisa salió de mi boca al recordar lo sucedido anoche. Oriana provocaba una sonrisa en mi.... Pero que estoy diciendo? Devi esta enferma, me tengo que concentrar en ella...

Me levante de al lado de Devi para cambiar el agua con cubitos de hielo. Fui hasta la heladera, abrí el freezer y me di cuenta que no había mas hielo. Acercándome a la habitación de Devi, le dije: dev, ahora vengo, voy a la mansión por unos hielos. La pequeña estaba tan enferma que nisiquiera me recrimino por dejarla sola. Mientras salía, se me cruzo por la mente, que quizás si veo a Oriana le puedo decir que venga a visitar a Dev...no pude pensar mas. La vi. Estaba de espalda, sentada en el pasto. Me acerque a ella

Julián: ori! Buen día...Devi esta enferma y quie.... ¿Ori? ¿estas llorando? – dije, girándola para que quedara frente a mi. Rápidamente quiso secarse las lagrimas, pero me di cuenta. Estaba llorando – me podes contar....si queres – le dije, abrazándola. Ella no dudo en llevar sus manos a mi espalda. No aguanto mas y se largo a llorar nuevamente. Ahí comprendi que no era algo del momento.

Ori: ... - no dijo nada, fueron apenas unos segundos, lo que le tomo procesar lo que yo le había dicho, para que alzara la cabeza y me mirara - ¿Devi esta enferma? – no podía creer lo increíble que era esta chica. Ella seguro tenia un problema, pero no le importaba, se preocupo por mi hermana.

Julián: si, tiene fiebre y quiere verte...pero yo quiero que me cuente por que llorabas. Sos mas linda cuando sonreís... . – le dije llevando con mis pulgares, los extremos de su boca hacia arriba, formándole una sonrisa.

Ori: no se puede ser feliz en la vida. Vamos a ver a Devi – dijo triste, para deshacer nuestro abrazo y tomarme de la mano para ir hacia nuestra pequeña casa detrás de la mansión.

Juli: no, anda vos, se va a poner contenta, yo voy a buscar hielo

Ori: Julián, veni conmigo, los necesito – dijo susurrando.- ahora le pido a alguna de las chicas de la casa que traiga – tenia la voz tan triste, que le hice caso, sin soltar su mano, fuimos a ver a Devi.

Julián: que vengas a ver a Devi no significa que me olvide que te encontré llorando....no me queres contar por que llorabas? – le dije, cuando salió del cuarto de Devi, quien se había quedado dormida nuevamente. Ahora ellos estaban en el pequeño living, Julián sentado en el sillón, Oriana a punto de sentarse a su lado.

Ori: respiro, las palabras no le salian. No era un tema fácil para hablar para ella. – mi...mi pa....mi papa....bah, si es que lo puedo llamar así.... – dijo ironica

Julián: como? No entiendo. Si es tu papa ori, por que no lo vas a llamar así. Mira, por mas de que se lleven mal y todo eso, es tu papa, siempre te va a quer...- Oriana me interrumpió

Oriana: ese es el problema: no es mi papa. – Me quede mirándola mudo. No tenia palabras. Nunca me hubiese esperado esa contestación. – o eso es lo que dice uff.... No se que pensar...entendes? De repente, mi vida entera colapsa.

Julián: no digas eso, esto....esto es algo que va a pasar.

Ori: que hago yo? Que tengo que pensar ¿ que la vida que vivi no era mía. Mi apellido, no es mío. Mi papa, no es mi papa. De mi mama....de mi mama ni hablar....¿como confio en ella si me oculto esto durante tantos años? Y nicolas de complice....- las lagrimas volvían a aflorar en sus ojos y a mi eso me partia el alma. – nadie pudo decirme nada? No quiero imaginar desde cuando lo saben... estoy sola...

Julián: me acerque a ella y volví a abrazarla. Estaba tan vulnerable como una hoja de papel en medio de una tormenta. Era pura lágrima. – tranquila...yo estoy y siempre voy a estar. – dije tomando su cara entre mis manos. Los dos nos quedamos viendo a los ojos por unos segundos que fueron una eternidad. Inconscientemente nos acercábamos cada vez mas. Veía su fragilidad en sus ojos – dejame cuidarte – le susurre. Esta vez me sorprendió, cuando después de escuchar eso, fue ella quien corto la distancia entre nosotros. Nos besábamos, lento, sin apuros, sin prejuicios, un beso que demostraba todo lo que sentíamos, por mas de que no lo dijéramos.

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Yo te protejo - novela orianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora