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Dedicado a caroo_clifford98, lsabel_Horan y Antolook



Esa noche nebulosa y fresca es testigo del insomnio persistente que toma por sorpresa a un agotado Louis. Ha intentado leer un libro e inclusive mirar hacia el techo, enfocando su vista en el foco apagado, pero nada ha logrado aburrirle lo suficiente para hacerle dormir. El reloj que yace en la mesa blanca colocada a su izquierda marca la hora en luces azules y brillantes; las dos de la madrugada.


La sábana que cubre casi todo su cuerpo es cálida; el colchón, suave y cómodo. Sin embargo; la sensación de vacío en su espacio personal se vuelve tan ajeno. Estaba acostumbrado a sentir el fuerte pecho de Harry contra su espalda, sus brazos aprisionándolo en la comodidad y el afecto... La sensación no es grata; no es algo a lo que está impuesto. Tiene el apremio de rodar por la mullida cama para buscar algo con qué envolverse, algo con qué llenar el vacío que lo carcome por dentro.

Sabía que las primeras noches serían difíciles, pero jamás imaginó que percibiría cada músculo de su cuerpo crispar ante la desesperación y soledad que le perseguía. El tiempo sigue corriendo y de pronto todo se vuelve desapacible para su piel; siente que las sábanas raspan su delicada dermis, el calor que solía ser agradable y reconfortante se torna sofocante. Una presión se hace presente sobre su pecho, lo que lo obliga a levantarse y caminar por la habitación.

Las ventanas están abiertas por lo que hay ventilación interior, pero no logra comprender el porqué de su repentino comportamiento. Sus ojos se inundan en cristalinas lágrimas, las cuales no tardan demasiado tiempo en deslizarse por sus mejillas. Dirige sus temblorosas manos hasta sus labios para evitar soltar un alarmante alarido y respira con tranquilidad para disipar todo pensamiento hiriente. Se siente abandonado, febril y debilitado.

Su vista se posa en una de sus valijas; una valija que había decidido no desempacar. Creía que vaciar aquella maleta era caer bajo, pero ya se encuentra en su camino para abrirla. Lo primero que ve es una sudadera verde fuerte, está perfectamente doblada y con sólo inclinar su cuerpo unos centímetros hacia adelante puede percibir el aroma de Harry. A un costado se encuentra una botella de vidrio en color negro; es la colonia que Harry suele usar. Tom Ford - Tobacco Vanille. Recuerda habérselo regalado años atrás y, desde ese entonces, compraba dicha colonia puesto que se había vuelto su favorita.

Y realmente lo piensa. Incluso cierra sus ojos y trata de convencerse de que no lo necesita, pero en cuanto sus labios forman otro puchero y el amago de un fuerte berrido escapa de su boca, decide colocarse la sudadera que aún emana el calor y olor de Harry. Inspira en cuanto puede y al instante se siente mejor. Se siente como haber sufrido una recaída.

Porque no había una mejor palabra para describir a su ex-pareja que no fuera «droga». Era adictivo, divertido, una aventura al principio... Pero en definitiva, con el paso del tiempo, le trajo dolor, daño a su cuerpo y mente. Harry lo había arruinado por completo.

Se coloca sobre sus rodillas y dirige las palmas de sus manos a su rostro. Todo rastro de lágrimas es limpiado con su dorso y con las mangas de la cálida prenda; sin embargo, sigue haciendo un intento casi sobrehumano para no sollozar lo suficientemente alto como para despertar a quienes lo han recibido en aquel inmenso lugar. Decide caminar hasta la ventana y observar el obscuro firmamento, iluminado por las múltiples estrellas centelleantes.

Y es ahí, frente a la brillante luna y el amplio jardín, donde Louis se desmorona de nuevo. Vuelve a caer sobre sus rodillas, sus manos se estampan contra las frías baldosas y el adictivo aroma de Harry, de alguna manera, lo reconforta. Es una situación ridícula. Está gimoteando ante la regresión y el recuerdo de la persona que lo ha herido, y a pesar de ello, se siente aliviado cuando se da cuenta de que sigue portando una de sus vestiduras como consuelo. Sus manos comienzan a sentirse trémulas y su pecho se eleva constantemente en un intento de tomar aire. Jamás había perdido el control como ahora lo hace. 

Cierra sus ojos momentáneamente hasta que logra recuperar su compostura. Está avergonzado y perdido en su totalidad; aún puede escuchar el tranquilizador sonido del agua corriendo debido a la pequeña fuente ubicada a unos metros de la habitación, en el jardín. Se cuestiona sobre cómo estará Harry en ese preciso momento, «¿Estará durmiendo tranquilo esta noche?»,  «¿Se habrá metido en algún bar de mala muerte y habrá bebido hasta perder el conocimiento de todo lo que ha pasado?», «Probablemente se sienta aliviado ante mi escape; probablemente está agradecido por librarse de mí. Probablemente conseguir a alguien más para reemplazarme es una situación inminente». Se había repetido infinidad de veces que no volvería a verle, que no le interesaría en lo mínimo sobre él, pero ahí estaba de nuevo; siendo humillado hasta por su recuerdo. 

Un par de leves toques en la puerta de madera lo alejan de todo pensamiento abrumador en su mente. Se sobresalta nimiamente y se coloca de pie con rapidez, buscando apoyo para sostenerse en el barandal negro que adorna el balcón. Con timidez camina hasta la puerta y lentamente es abierta, revelando una figura alta y un semblante que denota preocupación.

“¿Te encuentras bien?” Liam cuestiona en voz baja. Louis se mantiene en silencio un par de segundos antes de negar con la cabeza. Sin siquiera pensarlo, Liam toma el brazo del castaño y caminan hasta llegar a la cama. Ambos toman asiento, encendiendo una lámpara de la mesa de noche y sintiéndose un tanto nerviosos.

“Lamento haberte despertado.” Louis comienza, dirigiendo su mirada hasta su regazo, donde sus manos entrelazadas descansaban.

“No te preocupes por ello” Cede y le dedica una sonrisa incluso aunque no puede verla. “¿Qué te mortifica?”

Louis toma una gran bocanada de aire antes de responder mencionada incógnita. Se limita a responder el nombre que le martillaba la cabeza constantemente.

“¿Harry? ¿Es él quien te ha causado tanto daño?” Vuelve a preguntar. Louis asiente con vergüenza. “Ya veo...”

Liam toma una mejor posición sobre el cómodo mueble y aclara su garganta, pero antes de formular su siguiente sentencia, es interrumpido. “¿Vas a juzgarme por sentirme de ésta manera? ¿Por pensar en él después de todo lo que me ha hecho?”

“No soy nadie para juzgar sobre tus decisiones, Louis. No sé casi nada de ti y sería injusto de mi parte colocarte etiquetas por tu pasado.” Dicta con suavidad y eso hace sentir a Louis más relajado. Era, de alguna manera, lo que necesitaba escuchar de él ante el desastre que vio una vez que lo acogió. “A muchos nos cuesta trabajo superar situaciones y dejar atrás cosas que significaron algo en nuestras vidas. Así que, de cierta manera, comprendo tu sentir. Pero también creo con firmeza que aprendemos de nuestros errores. El camino puede parecer sempiterno, pero siempre hay una solución esperando a ser encontrada.”

Las palabras pronunciadas tocan el corazón de Louis, lo ablandan. Asiente un par de veces y eleva un poco las comisuras de sus labios. “G-gracias, Liam. A este paso voy a terminar por agradecerte enésimas veces.”

Liam suelta una lacónica risa y dirige la palma de su mano hasta el hombro del ojiazul. “Estarás bien. Estás comenzando desde abajo y todo parece difuso ahora, pero te prometo que todo mejorará.” Menciona y después bosteza. “Deberías dormir un poco.”

“Lo haré.” Responde, y al instante bosteza también. “Definitivamente me has tranquilizado ésta noche.”

“Me alegra poder ayudar,” Murmura y se coloca de pie para dirigirse a su habitación. “Descansa, nos veremos en unas horas.”

Cuando la figura robusta de Liam desaparece de su vista, deja salir un pesado suspiro que relaja cada músculo de su cuerpo. Ha sobrevivido una noche más.




Oigan, la verdad no sé que escribí, perdón por el capítulo chafa xdxd

Dedicación a una persona al azar:

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