[006]

4.4K 569 330
                                    

Hay un silencio sepulcral. En el aire se percibe un aroma a canela y lo que sería una obscura habitación debido a la noche está levemente iluminada por un par de velas que yacen en la mesa. Ocasionalmente los relámpagos iluminan aún más fuerte dentro de las cuatro paredes, lo cual lo ambienta en una situación aún más terrorífica.

Louis está su cama, boca arriba, con un dolor que no le permite mover ni un ápice de su cuerpo. Se siente débil  y ha despertado recién después de perder la consciencia hace un par de horas. Las sábanas que solían ser anaranjadas ahora tienen múltiples manchas de su sangre. Su piel se siente algo pegajosa debido a la sangre que está en proceso de secarse.

La única ventana de esa habitación está cerrada con un candado que no había visto antes, y puede escuchar a alguien caminando justo detrás de él. Escucha la voz de Harry con fuerza, haciendo eco en su cabeza; aparentemente está realizando una llamada telefónica. No quiere colocarse de pie; y aunque quisiera, no podría hacerlo.

Ahora está implorando a las deidades para que a Harry no se le ocurriera hacer algo descabellado como cuando lo atacó sobre el frío suelo de su casa. Anhela poder salir de ahí de una vez por todas; esta vez sin detenerse por pensar demasiado su situación, esta vez sin apiadarse de nadie mas que de sí mismo. 

Entrecierra sus ojos cuando Harry cuelga, dejando su celular bloqueado sobre una de las repisas de su armario. El fornido hombre está sin camiseta, y gracias a la poca luz puede notar un par de rasguños sobre su pecho. El miedo no deja de ser percibido a su alrededor.

El ruido de los pasos del hombre se hacen más fuertes conforme se acerca al borde de la cama, justo frente a su rostro. Alza su mano izquierda para tomar la mandíbula de Louis, justo donde tiene una pequeña herida abierta,  y acariciar con su dedo pulgar, provocando que éste gimiera por lo bajo ante el dolor. Harry sonríe de lado y dirige su mano a su cabello para acariciarlo.

"Finalmente has despertado, amor." Masculla. Louis cierra sus ojos con fuerza e intenta moverse, pero está atado. Hay cuerdas alrededor de sus muñecas y tobillos. Sus pesadillas se están volviendo realidad. "Y lo haces justo a tiempo, en realidad. Tengo algo preparado para ti."

Louis lo mira fijo, con ira, pero el vocativo parece no notarlo. Toma sus palabras como el presagio de otra desgracia en su vida. Intenta de nuevo deshacerse de las ataduras en sus doloridas muñecas, esta vez con más fuerza, pero únicamente logrando sentirse aún más desesperado y provocando más heridas nimias sobre su piel. 

"Lo que sucedió abajo no fue más que un simple castigo" Murmura, aún acariciando el cabello de Louis. "Pero lo más justo, a mi parecer, es simplemente quedar a mano, ¿no lo crees?" 

No responde, por lo que Harry continúa con su discurso barato. "¿No dirás nada? ¿Te han comido la lengua o simplemente te golpee tan fuerte que no puedes hablar?"

Se siente acongojado. Harry lo corroe con lentitud; lo angustia, lo destruye con la esencia de sus soeces palabras. El contacto de su mano contra su piel ya no se siente igual, ya no es capaz de percibir su afecto mediante sus gestos. Todo se redujo a los desaforados y opulentos golpes, a los gritos e intentos de defensa personal. 

La bomba de tiempo ha explotado, pero Louis no fue lo suficientemente rápido para huir lejos.

El sonido del timbre resuena en todos los rincones de la casa. La sonrisa trazada sobre el rostro de Harry se ensancha apenas unos centímetros, pero desde el punto de vista de Louis, fue una sonrisa amplia y aciaga, llena de malicia y el indicio de su misma perdición. El castaño sale de la habitación para atender a su espontánea visita; ahora cada fibra de su cuerpo tiembla. 

No puede deshacer los nudos de las sogas y tampoco puede abrir la ventana. Si quisiera salir por la puerta, tendría que escapar de las garras de su verdugo, una tarea que parecía complicada considerando que estaba casi inmóvil ahora. 

Escucha los pasos de Harry y alguien más por las escaleras, subiendo rápidamente. La luz del cuarto se enciende cuando menos lo espera, lo que le obliga a cerrar sus ojos al sentir la molestia y picor en su iris. Parpadea con lentitud un par de veces más antes de encontrar a Harry, con la misma sonrisa cínica, justo al lado de una mujer alta y de cabellos obscuros que reconoció como su vecina.

La mujer está sonriendo también, soltando pequeñas carcajadas que cubre con la palma de su mano. Es delgada y su piel perlada, también puede notar que tiene una perforación en su labio. La mano de Harry está en la cintura de la morena quien viste prendas holgadas sobre su esbelta figura. Parece una modelo.

Ahí es cuando a la memoria de Louis llegan todos los despectivos comentarios sobre su físico. Recuerda las veces en que Harry soltaba de su lardosa boca cientos de insultos a su persona solo por tener muslos gruesos y un par de de lonjitas que se notaban cuando usaba sus preciados jeans. Aquella mujer que Harry está sosteniendo es todo lo contrario a él, y tal vez por eso el ojiverde la prefiere a ella.

Harry se acerca a Louis para acomodarlo sobre la cama, no importándole en absoluto en lastimarlo de nuevo. Louis se queja sonoramente cuando aquel hombre lo toma por su cintura para sentarlo en la esquina de su colchón. Las almohadas están en el suelo, por lo que su espalda se recarga en la fría y dura pared.

Hay un silencio incómodo de nuevo, así que Harry se anima a hablar. “Supongo que no hay mucho que decir al respecto, y tal vez tengas miles de pensamientos que sólo te hacen sentir más confundido de lo que ya estás, amor, pero esto es a lo que me refiero con quedar a mano contigo.”

Louis frunce su entrecejo y parpadea con lentitud. Todo parece andar a cámara lenta, siente que en cualquier momento dejará de respirar. El mundo se desmorona frente a sus índigos ojos cuando Harry acerca a la morena con sus grandes manos, tomándola por su cintura y uniendo sus labios con los de ella.

Cierra sus ojos con fuerza y trata de convencerse de que todo aquello es simplemente una de sus constantes pesadillas. Quiere creer que su pareja no lo ha golpeado hasta provocarle un aborto y que tampoco estaba engañándolo justo frente a él.

Pero para su infortunio, era la cruda y cruel realidad a la que se está enfrentando. Un golpe sobre sus delicadas piernas lo hace reaccionar. Abre los ojos, asustado, solo para ver a Harry con un cinturón de cuero en su mano.

“No te conviene cerrar tus ojos para esto, te lo vas a perder todo y tal vez no querrás que vuelva a hacer de nuevo, ¿o sí?”

Quiere vomitar, quiere soltarse y golpearlo tanto hasta dejarlo más destrozado de lo que lo ha dejado a él. Harry continúa con su vil acto, gimiendo sobre los carnosos labios de la chica, amasando su trasero con sus grandes manos. El corazón de Louis se rompe cada vez más.

Cierra sus ojos constantemente y llora en silencio. Su mente se inunda de los gemidos y los sonidos que los actos impúdicos provocan. Harry está follando con la primera chica que cruzó su camino para hacerle pagar a Louis por algo que no cometió.

El bárbaro hace comentarios sobre lo bien que se siente cobrar venganza y también sobre el hecho de que Louis jamás le llegaría a los talones de la mujer que se encontraba bajo él, incluso aunque lo intentara. Louis trata de encogerse en su lugar lo más que puede y cuando la pareja sinvergüenza frente a él llega a un escandaloso orgasmo, deja caer su rostro entre sus rodillas.

Los escucha hablar a borbotones y colocándose sus prendas de vestir. A los pocos minutos la puerta se abre y la morena desaparece de su vista; espera jamás volverla a ver. Harry muerde su labio inferior y se acerca a su tembloroso rehén para besar su frente.

“¿Ahora estamos bien? ¿Aprendiste tu nueva lección?”

Su voz socarrona es insoportable. Louis hace un ahínco para no escupirle pues sabe que haría la situación incluso peor. Ni siquiera hace el intento de responder a sus preguntas, pero a Harry ya no le importa en absoluto.

“Estaremos bien, será un nuevo comienzo.” Establece. “Esto es para que entiendas que yo también puedo jugar sucio, Louis. No toleraré ningún otro de tus estúpidos errores.”

Harry se coloca de pie y sale de la habitación, cerrando la puerta en un movimiento ágil y fuerte, dejando a Louis destrozado en todos los sentidos posibles.









Lo siento por el capítulo kk, pero bue.
¿Alguien quiere dedicación? A los primeros tres que comenten aquí se las daré en el siguiente cap u.u
Gracias por leer.

All Your Fault  Where stories live. Discover now