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Dedicado a LouisInPanties, SignOfTheTimes_larry y roosarioavila


Cuando Louis era apenas un adolescente ingenuo creía que en un futuro no muy lejano llegaría a casarse con algún hombre bondadoso, amoroso y con una magnánima personalidad. Que se complementarían en todos los sentidos. Que formarían una gran familia, pues concebir era uno de sus máximos deseos en la vida.

Observaba a sus tías y a su madre cuidando de sus hermanas recién nacidas y pensaba lo asombroso que sería sostener a su propio bebé por primera vez. Sentía una fascinación hacia el milagro de la vida.

En un punto tuvo la convicción que lo iba a lograr, pero cuando todo se desmoronó frente a sus índigos orbes se dio cuenta de que si seguía dentro de la misma jaula, jamás alcanzaría a cumplir su cometido.

La última vez que Harry colocó un dedo sobre él, se cayeron todas las vendas de mentiras que le había colocado sobre sus ojos. No tiene idea de cuál de todas lo había hecho caer profundo, pero ahora estaba agradecido de habérselas quitado antes de colocarle más.

Debido a su frustrante infortunio, ahora se encuentra tendido sobre la cama, de nuevo. Dolorido, debilitado y con muchas laceraciones en su cuerpo. No sabe distinguir las nuevas de las antiguas, pero ya no le interesaba en absoluto.

El bárbaro que tiene como pareja está a su lado durmiendo plácidamente. En su rostro quedaron un par de cicatrices plasmadas en el intento de deshacerse de su agarre cuando lo golpeó con brutalidad, su respiración es tranquila y sus brazos están ceñidos sobre cintura.

Louis trata de recordar cuando fue la última vez que este gesto hizo a su corazón derretirse en lugar de hacerle sentir repudio y aberración pero no puede hacerlo. En su mano derecha hay una cinta blanca con su nombre manuscrito, ni siquiera sabe porqué o cómo es que llegó ahí.

Deduce que estuvo en un hospital, pero no sabe cómo ha podido salir, no lo recuerda. Aún sigue sintiendo dolor, sigue sintiéndose mareado; el amalgama de confusos pensamientos se asienta en su mente. Se siente fuera del mundo por un momento, pero los ronquidos detrás de él lo arrastran por el frío y escabroso terreno de la realidad.

Con dificultad y temor logra salir de la cama. En cuanto sus pies se plantan en el suelo siente el peso del mundo sobre sus hombros; sus debilitadas piernas tiemblan y su respiración se agita. Puede notar que ya no está cubierto de sangre, pero el recuerdo de la vez que observó sus muslos empapados debido a su aborto le enerva.

El clima sigue siendo gélido afuera y las ventanas de la habitación siguen abiertas. Coloca su calzado y camina casi aterido hasta la planta baja, tratando de no hacer demasiado ruido para evitar despertar a Harry.

Bajar por las escaleras le parece una actividad patéticamente imposible de realizar. Cada músculo de su cuerpo crispa ante el mínimo de los movimientos. Al paso de unos pocos segundos, su escuálido cuerpo tiembla con anticipación cuando escucha un barullo en la planta alta. Corre con prisa hasta llegar a la amplia y limpia cocina. Implora a las deidades mentalmente y cierra sus ojos con fuerza.

"Oh, cielo, ya has despertado. ¿Tuviste un buen descanso?" Harry murmura con su voz ronca y desapacible para todos los sentidos de Louis. ¿Cómo osaba a llamarle por apodos después de todo lo que le hizo? Louis no responde; en cambio, se limita a retroceder con lentitud y a observar cómo la cínica sonrisa de Harry se ensancha en su rostro. 

"Quiero creer que que te encuentras bien. Después de las horas que estuviste sedado en aquel nosocomio debido a tu limpieza, que por cierto me ha costado un montón de dinero, te sientes mejor, ¿no es así?" Vuelve a cuestionar. Por ahora no le molesta que Louis no responda pues el gesto de incredulidad en su rostro lo compensa todo.

"¿Qué quieres de mí?" Louis comienza a apabullar con decisión y desdén. Su vista se clava en los jades orbes de Harry, hipnotizadores y cargados de vesania. "¿Qué es lo que te hace sentir como el rey del mundo y lo que hace elevar tu ego hasta el cielo? ¿Mi vulnerabilidad, me ves como un ser inferior? ¿Qué es, Harry?"

"No uses ese tono de voz conmigo, Lou—"

"¿Por qué no? ¿Estoy hiriendo tus frágiles sentimientos?" Harry se acerca con rapidez con la finalidad de aterrizar un fuerte golpe en la mejilla de Louis, pero la mano del azorado mancebo lo detiene, sosteniéndolo por la muñeca. Hay tensión, se percibe de manera pesada y amarga para su gusto. El ojiazul tira de su brazo en un movimiento ágil y vigoroso. "Estoy cansado de ti."

Las manos de Harry forman puños que son estrellados contra la destartalada y escueta mesa de madera. El eco del golpe resuena por todo rincón de la planta baja, pero Louis no se inmuta. El mueble es arrastrado un par de metros y el estridente sonido se aúna a los desaforados berridos del opulento hombre.  

Algunos platos y vasos de vidrio caen al suelo de forma estrepitosa al mismo tiempo, así que se aleja para evitar cortarse con alguno de los múltiples pedazos esparcidos sin ningún orden, pero Harry lo toma por sus hombros y la siguiente sensación percibida es el de un montón de filos atravesando la delicada piel de su espalda, muslos y palmas.

Tiene la necesidad de gritar pero tan pronto como cae, Harry inclina levemente su torso y presiona la suela de su zapato sobre su abdomen, evitando que se mueva. Las lágrimas se deslizan con rapidez por sus pómulos salpicados en marcas violáceas y rasguños, sus manos son alzadas para empujar la pierna que le impide colocarse de pie, pero solo consigue lastimarse más debido a los vidrios incrustados. 

Antes de que Harry pueda comenzar a asestarle con vehemencia, Louis estira su brazo izquierdo con temor hasta tomar un gran pedazo de vidrio de lo que solía ser un vaso, y ahora con decisión rasga lo primero que tiene a su alcance, provocando así un largo corte en la mano hasta casi llegar al codo de su verdugo personal. Harry suelta un montón de insultos y atrae su herido brazo hasta su pecho, revolcándose y conteniendo las lágrimas en sus ojos. 

El ojiazul ve la oportunidad de colocarse de pie, con indecisión, y observa la sangre cayendo por la pierna de su pareja. Harry intenta tomarlo de nuevo, claramente fallando ante la rapidez de los movimientos de Louis. Éste, con sumo cuidado retira los pequeños vidrios y camino hasta la puerta principal.

Para su suerte, Harry no había sido lo suficientemente astuto para retirar las maletas que él había hecho en su primer intento de huir de las garras de la fiera indómita en la que se había convertido, así que las toma, sintiendo el dolor recorriendo sus brazos y espalda, y gira sobre sus talones para ver al castaño aún sobre el suelo.

Su corazón se hace añicos al recordar lo que Harry solía ser. Ahora sólo lo estaba dejando atrás. En cuanto cruza aquella puerta se echa a correr y esta vez sin mirar atrás, sin sentir pena y sin sentirse inseguro sobre el futuro que le espera. Lo único que le importa ahora es que ha podido romper las cadenas que lo tenían atado a un intenso tormento.

Incluso con un par de rastros de sangre recorriendo sus manos y su estómago vacío, Louis camina con la seguridad de que todo mejorará.




Ok primero que nada; perdón por la tardanza de un mes xdd, y en segundo, gracias por seguir esperando c:

Dedicación a las primeras tres personas:

Y un especial agradecimiento a Evan por ayudarme con la fic, tqm.

All Your Fault  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora