34-¡MIO!

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-el mejor orgasmo- fue un suave susurro pero muy claro para mis oídos.

- fue perfecto- dije agarrando su cara en mis manos y dejar diversos besos en ella.

-y ahora tengo que andar sin bragas.- su mirada clavada en los restos de sus bragas que estaban en el suelo. Di un paso atrás para poder deshacerme del condón usado y ella lo aprovecho para acomodar el vestido en su lugar. Me acomode la ropa antes de volver a pararme detrás de ella- ni creas que lo vamos a volver a repetir- me dio una mirada desafiante.

-no en este lugar, pero si en muchos más- dije sin dejar de acariciar sus caderas, con la intención de volver a subir su vestido.

-saca tus manos de mi cuerpo- girando en su sitio me empujo por el pecho para abrirse campo, recogiendo un bolso que hasta el momento no había notado, Salió dejándome como un idiota en medio del baño de mujeres.

CAMILA

Las piernas todavía me temblaban al salir del baño, pero tratando que el idiota no lo notara, reuní toda mi fuerza para disimularlo lo mejor posible, antes de volver a la mesa con alexia decidí pasar por la barra por algo que me tranquilizara, después de tres chupitos decidí que era momento de enfrentarme con alexia y decirle que me iba, pues no me resulta muy cómodo andar sin bragas en una discoteca.

-Alex ya me voy, no me siento bien- fue lo primero que se me ocurrió.

-que paso, parece que te has liado una muy buena- dijo pasando su vista por todo mi cuerpo.

-enserio no me siento bien, hablamos cuando llegues al apartamento.-rogaba por que no insistiera en que me quedara.

-deja yo...- la voz de Alan se frenó en el mismo momento que sentó una mano posarse en mi cadera.

-ya me ocupo yo de ella hermano- la inconfundible voz de alix resonó en mi espalda- ya nos vamos- con un poco de presión en mi cadera logro que comenzara a caminar.

-bien ya te puedes ir- dije soltándome de su agarre en cuanto estuvimos fuera de la discoteca.

-dije que yo te acompañaba y eso en lo que pienso hacer- su mirada estaba fija en la calle pero su mano agarro mi muñeca para que no me moverá.

-y yo dije que ya te puedes largar- giro su cabeza en mi dirección, en cuanto termine mi frase

-vas a venir conmigo por las buenas o por las malas, ya es tu decisión

-que contigo no me voy- y en menos de lo pesado ya estaba sobre su hombro con una de sus manos manteniendo el vestido en su lugar y la otra por encima de mis rodillas- alix Andrade, te exijo que me bajes en este preciso instante- pataleaba fuertemente con la idea de que este modo el me soltara.

-deja de moverte que se te está subiendo el vestido y no quiero que alguien más vea lo que es mío- finalizo con un gruñido logrando que dejara de moverme por lo que había dicho.

-pedazo de idiota desde cuando yo soy tuya- finalice dándole una nalgada, a los segundos el me la devolvió.

-créeme cariño desde que entraste en mi cuarto eres mía.- sentí un leve mordisco en mi cadera antes de volver a sentir suelo bajo mis pies- por favor entra en el auto no me obligues a subirte, la alarma sonó y una puerta fue abierta, alix mantuvo sus brazos y piernas estirados para bloquear cualquier salida. Me subí para tratar de salir por el lado del conductor, pero resulto que cerró la puerta y bloqueo para evita mi escape.

Con el paso más lento que he visto en mi vida rodeo el auto hasta la puerta del piloto, resignada volví al asiento del copiloto, este abrió la puerta y se subió en el carro con una gran sonrisa en sus labios. Enfurruñada me acomode el vestido nuevamente y me hundí en el asiento con la vista fija en la ventanilla.

Por menos adecuado que parece en ese momento, saque pañitos de mi bolso y comencé a limpiar los restos de mi  fantástico orgasmo sentía su mirada fija donde tenía mis manos pues tuve que subir un poco el vestido y se miraba más de lo que se debe.

-si sigues con el vestido ahí vas a tener que volver a limpiar- su voz estaba ronca y con un rápido vistazo a su entre pierna me di cuenta que su amigo ya está en pie de guerra.

-sigue soñando, cariño- hice bolita el paño y baje nuevamente en vestido.

El resto de camino no se dijo nada más, en cuanto estuvimos en la puerta del edificio salte de aquel auto, para encaminarme rápidamente, sentí sus pasos segundos después, subimos en silencio hasta mi piso, en cuanto atravesé la puerta me quite los tacones dejándolos a su merced.

-¿Qué es lo que quieres?- lo enfrente en mitad de la sala.

-a ti- simple y sencilla respuesta pero que puso mi estado de ánimo por el suelo.

-deja de ser tan mentiroso-

-esa es la verdad Camila- dio dos pasos en mi dirección.

-eres un mentiroso y te pido que te vallas, por las buenas – le di la espalda, ya importándome si se iba o no, entre en mi cuarto, y luego en el baño, necesitaba aclarar mi mente y una ducha es el mejor modo. Al salir lo encontré sentado en mi cama sin camisa ni zapatos.

-que parte de que te fueras no has entendido- no deje de moverme mientras hablaba.

-entendí que querías que me fuera más nunca acepte marcharme- deje caer la toalla de mi cuerpo- deja de tentarme que no sabes de lo que soy capaz- importándome muy poco sus palabras y lo sucedido anterior mente me vestí con unas ragas y una camisilla.

-perfecto- fue lo único que dije antes de acostarme en el otro extremo.

Ninguno dijo nada más, y después de algunas horas y no poder conciliar el sueño me levante, aparentemente alix está dormido. Dejándolo en el cuarto me acomode en la sala para poder ver algo en la televisión, con series de investigación criminal. Deje que pasara el tiempo hasta que por fin me dormí.


-¿Qué fue lo que sucedió entre ustedes?- alexia susurraba pues los hermanos Andrade estaban hablando en mi cuarto.

- cuando se vallan te cuento-fue lo que conteste despegando mis labios de mi taza de chocolate.

-les tenemos buenas noticias- Alan entro con una gran sonrisa mientras que la de alix era una maliciosa.

-¿Qué has hecho ahora?- fue lo único que se me ocurrió.

- desde la próxima semana nos van a ver en la universidad- señalo a alix y a él mismo.

-dime que es una mentira- le suplique dejando la taza a medio terminar.

-no es una mentira amor, desde la próxima semana nos veremos en la universidad, si no es más me voy- rápidamente se acercó y antes de que pudiera hacer algo beso mis labios castamente.

-yo también me voy, adiós alexia, no vemos cuñadita.- y también huyo antes de que le pudiera decir algo.

-ahora sí cuenta que paso.

-alix y yo follamos ayer.- su cara de felicidad fue única.

-sabía que esto pasaría. Pero ¿tú no eras virgen?-

-deje de serlo a los catorce años-

CAMILA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora