Dylan Kay sabe lo que fue crecer sin ningún tipo de afecto en su vida, pero aún consciente de ese hecho, él sabe cómo pasarla bien, pues con "temporal" como su palabra favorita, él no tiene que preocuparse por nadie más que por sus hermanos del club...
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Lorelle
Delta
—Todos tus exámenes salieron excelentemente bien, Lorelle —me informa el doctor Jensen—. Ecografía, pruebas de sangre y orina...en fin, no hay ninguna anormalidad con tu embarazo y ya pueden respirar tranquilos —agrega sonriendo, y Dylan y yo exhalamos aliviados.
Cierro mis ojos dándole gracias a Dios.
—¿Eso significa que podemos tener sexo?
—Jesús, Dylan. —Lo miro, y él se encoge de hombros todo engreído.
Niego, pero el doctor Jensen sí ríe, ajeno a mi sonrojo, aunque también quiero saberlo.
—No teman en preguntar —dice con humor—. Me gustan los pacientes lo que hacen, y contestando tu pregunta, Dylan, sí pueden tener sexo —contengo una risa al ver que Dylan casi salta de su asiento—. El bebé no se perjudica de ninguna manera cuando practican el acto sexual o por las diferentes posturas. Tengo un folleto informativo por aquí. —Él busca en los cajones de su escritorio—. Aquí está. —Antes de que pueda alzar mi brazo, Dylan ya está estirando el suyo para tomarlo—. Léanlo, analícenlo, pero más importante que todo, háblenlo entre ustedes. La dulce espera no siempre es dulce, y debes hacerle la vida más cómoda a tu esposa, Dylan.
—Lo haré, doc —promete con confianza—. Infiernos, sí.
Por Dios, este hermoso hombre y su impaciencia.
—Bueno, ¿tienen más preguntas o dudas? —dice el doctor.
—Sí —contesto—. Yo sigo una dieta bastante saludable, pero he leído sobre algunos alimentos que no se pueden consumir cuando estás embarazada.
—Cierto, Lorelle. Tu bebé necesita nutrientes para que pueda crecer fuerte, pero también debes evitar comer aquello que pueda causarle algún daño como el exceso de cafeína, los embutidos, algunos tipos de quesos, el sushi o las carnes crudas porque pueden contener ciertos parásitos como el anisakis. Así que es mejor evitarlos hasta después del parto. Consume siempre alimentos ricos en yodo y ácido fólico, junto a tus vitaminas prenatales. —Él nos mira con atención—. Veo que aún tienen dudas.
—Las tenemos —respondo—. Son muchas cosas y detalles para asimilar, pero siempre haremos lo que sea mejor para nuestro bebé.
Dylan toma mi mano y la besa. —Ella lo dijo todo —concuerda, su voz solemne—. Lo que sea por nuestro hijo.
Jensen asiente y me explica: —En tu caso, es comprensible, Lorelle. Tuviste un embarazo de solo dos meses y eras prácticamente una adolecente todavía con una gran responsabilidad a cuestas. Pero no quiero que te preocupes. Siempre estaré a tu disposición para lo que necesites y las dudas que tengas. En lo que yo pueda ayudarte, lo haré. —Su sincera sonrisa me tranquiliza y le sonrío de vuelta.
