Hermana menor: Experimento [D.L] (EDITANDO)

Mizuki 3/3

Este capitulo contará la vida resumida de Mizuki. Su historia es importante ya que contiene cosas que talvez no sabias de toda la historia de Hermana menor: Experimento. Su existencia en la trama es importante, y podría considerarse la verdadera antagonista de todo esto. Espero que les guste, ahora los dejo leer.

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Había pasado al menos un milenio desde la llegada de Mizuki al mundo demoniaco. Su estadia en aquel lugar se vio afectado por el Endzeit, virus que se creó gracias al sellado de todo el poder de Mizuki en su mano. Había cometido un grave error al hacer tal cosa, y ahora se arrepentía. Aunque haya pasado todo ese tiempo, ella aún aparentaba ser una niña de diez años de edad.

Los fundadores fueron amenazados con este virus y algunos comenzaron a morir gracias a su infección.

[···]

Mientras caminábamos por el jardín del castillo, mi mamá comenzó a tocer. Giré rápidamente hacia ella, y la miré preocupada. Me sentía culpable por todo lo que le estaba pasando, todo era mi culpa.

—Estoy bien, Mizuki.—dijo restándole importancia al asunto. No pude apartar la mirada de su mano la cual tenia manchada de sangre. Me siento impotente al saber que no puedo hacer nada gracias a que sellé mis verdaderos poderes.

Asentí no muy convencida. Mi madre siguió caminando, dejándome sola atrás. Tenía mi vestido entre mis manos, apretandolos con fuerza.
El virus seguía golpeando con fuerza a mi madre.

—¡Madre...!

—Muy pronto seras elegida como la nueva Reina de los fundadores.

¿Qué? ¿como puedo ser elegida para Reina de los fundadores si ni siquiera soy uno? No puedo ocupar ese cargo, yo soy una diosa. Traté de protestar pero ella rápidamente me calló con una hermosa sonrisa.

—Pero... ¿sabes? Al fin conocerás a tus dos primos. Recuerdo haberte contado algunas historias de ellos, ¿no?—dijo, acercándose a mi y acariciando mi cabello.

¡Mis primos! Mamá siempre me contó historias sobre ellos aunque en realidad no seamos verdadera familia. Nunca había escuchado sus nombres, ya que mi madre siempre se dirigía ellos como: "Él"
Sus historias eran separadas, como si cada uno de ellos fueran fuertes estando solos. He estado comportándome como una niña, admirando historias sobre personas inferiores a mi. Fundadores a los que podría desaparecer si no tuviera mis poderes sellados. Y eso era lo divertido, tener que ser inferior a alguien por primera vez me divertía demasiado y el tener que admirarlos porque ahora eran un poco más fuertes que mí, me hacía parecer una niña mas real y no un ente que esta fingiendo ser algo.

Mi madre tomó mi mano, y jaló de esta, haciendo que regresara a la realidad.

—Vamos a casa, Yumi debe estar esperándonos.—dijo ella, con expresión cariñosa

Madre...

Su boca aun estaba manchada de sangre, ella definitivamente no está bien. Ella pareció notar mi mirada preocupada sobre ella, y se llevó rápidamente una de sus manos a sus labios. Limpió levemente la sangre, y luego miró sus dedos cubiertos del liquido carmesí.

—No hay de que preocuparse, realmente estoy bien...

—Mamá... Yo... realmente lo siento.
—susurré, bajando la mirada. No quería que ella estuviera así, ese virus ya había matado a casi la mayoría de los fundadores. Y seguramente... pronto la mataría a ella.

Hana bajó su cabeza, pensativa. Una sonrisa energética adornó su rostro, tomandome por sorpresa.

—¡Bien! Tenemos que volver a casa, Krone se enfadará si no llegamos a tiempo a la ceremonia.