Narra Lucia:
Por supuesto que se vino el típico momento incómodo después del beso, pero no me arrepiento de hacerlo. Nos quedamos mirando como tontos mientras siento mis cachetes calientes y veo que Theo trata de hablar.— Creo que es mejor retirar el pedido y después irnos— dice casi balbuceando para luego dirigirse a la otra fila, y lo acompaño.
En este momento se inicia (de nuevo) un momento incómodo, en el que ninguno de los dos habla. Aunque créanme que lo intento, pero no se me ocurre nada que decir, y por lo visto a Theo también, teniendo en cuenta que se rasca la nuca nervioso.
— Un combo Big Mac y un Cuarto de Libra.
Música para mis oídos.
Theo se acerca al pibe, le da el ticket y agarra la bandeja para poder sentarnos en una mesa que acabo de encontrar.
Empezamos a comer, sin hablar antes, al igual que ahora. Así que decido romper el silencio.
— No hay nada que me guste más que estas papas.
Excepto vos, pienso.
Theo sonríe y me dice — Me pasa, aunque prefiero las hamburguesas del Burger King.
Y así es como seguimos hablando de boludeces y cenamos entre risas.
Siendo las 23:00 pm, nos levantamos de la mesa para poder salir del shopping.
En la salida, veo un globo de Peppa Pig entre muchos y me río.
— ¿Por qué te reís?— me pregunta divertido.
— Porque hace un par de años, tenía un celular al que le puse Peppa por el simple hecho de que cada vez que iba a la casa de mi tío, el cual me regaló el celular, mi primo le decía a mi teléfono "pepa" porque estaba obsesionado con el dibujito este el de la cerdita con voz chillona.
Theo empieza a reírse y me dice — Esperame un toque, ya vuelvo— Se aleja de mi para luego dirigirse a la señora que vende los globos. Y por lo visto le compra el globo de Peppa Pig.
—Ay no — digo y sonrío aceptando el globo que Theo me da.
— Con un gracias me alcanza, eh— me dice.
— Gracias— le digo sincera y empezando a caminar junto a él hacia una esquina, para poder parar un taxi.
Gracias a Dios, un auto amarillo con negro se detiene al minuto de estar parados esperando, ya que no quería pasar otro momento como los anteriores.
El viaje consiste en la conversación del taxista y Theo sobre el gobierno, en la cual me sumo para dar mi punto de vista al respecto. Y cuando menos me doy cuenta, estamos enfrente de mi casa.
Theo le pide al taxista que espere y me acompaña a la puerta con sus manos en los bolsillos del Jean.
— Me gustó salir hoy con vos— suspira — La pasé bien.
— A mi también, Theo— le digo sincera.
— Entonces, nos estamos viendo.
Asiento mientras nos acercamos para saludarnos, aunque él me iba a dar un abrazo y yo un beso en la mejilla. Entonces nos separamos para volver a saludarnos de otra manera, pero Theo esta vez quiso darme un beso y yo darle un abrazo. Por lo que optamos separarnos y saludarnos como los pendejos hacen hoy en día. Con un choque de manos y luego un coque de puños.
Me río inconscientemente y giro, dirigiéndome a la entrada de mi casa, agarrando mi bolso.
— Chau, amiga.
Doy la vuelta para verlo, le sonrío falsamente sin mostrar mis dientes mientras lo saludo agitando mi mano y saco las llaves de mi bolso.
Entro a mi casa, cierro la puerta y suspiro.
Supongo que lo nuestro no se va a dar. Es una lástima, ya que al final somos y vamos a seguir siendo amigos pase lo que pase.
Justo en la friendzone.
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Ay, me siento mal por Lucia ☹️
Este es el último capítulo de Theo, le sigue el epílogo, ¡Besos! 💖
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Theo
Teen FictionLucía se vuelve a encontrar con Theo. Aunque esta vez diferente, después de tres años y en el subte.