Capítulo 63: Quien se pica, ajos come.

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Día siguiente.

Desperté con un terriblemente grande dolor de cabeza, pero al menos era consciente de que me lo había pasado bastante bien aunque me dolía algo el cuello. Tengo varias lagunas mentales de la noche anterior, pero recuerdo un beso con Camila. Me gustó, me gustó bastante, es algo que no puedo negar.. Después recuerdo que Chris me cogió y me sacó de la casa, cabreado por lo que acababa de hacer pero a mi me dió igual y así seguía siendo. No recordaba como acabé la noche, pero por lo que parecía, en mi cama. Suspiré, froté mis ojos y me levanté, dándome cuenta de que en la cama de al lado no había nadie. Sacudí la cabeza y caminé hacia el armario, observando por las ventanas que estaban abiertas, el bonito día que estaba haciendo. Sol, airecito fresquillo, cielo completamente despejado, olor a final de verano.. Clima perfecto. Cogí unos pantalones de chándal azules, una camiseta blanca con la foto de un atardecer bastante bonito y una muda de calzoncillos. Los colgué de mi brazo y saliendo de mi habitación cogí las Nike blancas ; caminé hasta el baño y lo dejé sobre la mesa, cerré la puerta a mi espalda y entonces, al girarme tan rápido, me dio un pequeño mareo. Sentí las ganas de vomitar justo a tiempo y corrí lo más rápido posible hasta el retrete, vomitando en él.

Una vez mi cuerpo terminó de expulsar lo que ya no era necesario en el estómago, caminé hasta el lavabo y me lavé la cara, quitándome después los calzoncillos. Los eché a la cesta de lavar y me metí en la ducha, abriendo el grifo del agua caliente. A los minutos de aclararme el pelo, me envolví en la toalla y salí de la bañera para secarme frente al espejo, como siempre.

Me vestí y sequé el pelo, salí del baño y caminé hasta las escaleras, bajándolos con pequeños trotes hasta llegar al último escalón, desde el que vi a Benji picando algo para hacer de comer y a Chris en el jardín junto con los niños. Al escuchar mis pasos, Benji se dio la vuelta y me miró con una pequeña sonrisa mientras yo miraba hacia el reloj de pared. Vaya, la una del medio día..

-¡Buenos días cumpleañero! ¿Qué tal la fiesta..? ¿Te ha gustado?.- Preguntó Benji mirándome por unos segundos, volviendo después su atención a continuar cortando la zanahoria.

-¡Genial! Me lo pasé bastante bien, la verdad.- Respondí al ritmo que caminaba hacia los taburetes de la barra y me sentaba en uno de ellos. Chris se levantó de la silla en la que estaba en el jardín y entró en la cocina, mirándome con una sonrisa llena de ¿enfado? No sé, pero conocía esa mirada y solo la ponía enfadado.

-¡Benji! ¿Sabes que hizo anoche Samuel en tu propia casa?.- Exclamó, apoyándose en la barra de lado con los brazos cruzados, mirándome mientras hablaba hacia Benji.

-¿Qué?.- Preguntó Benji, dejando de hacer su tarea para girarse hacia nosotros, mirándonos a ambos con curiosidad y una gran sonrisa.

-Enrollarse con Camila.- Respondió, dejando completamente sorprendido a Benji. Sus ojos se abrieron y su boca también. Su rostro se entristeció bastante e incluso puedo decir que se puso algo pálido.- Sí, esa de la que no tenías que tener celos, esa.- Añadió, dejándome a mi sorprendido ahora. ¿De qué coño iba ese maldito rubio de mierda?

-¡Pero si no fue nada! ¿Qué hay de malo en ello? No lo entiendo.- Sacudí la cabeza de lado a lado y me puse en pie, observando como Benji no decía nada, simplemente miraba hacia el frente, como si estuviera en shock.- Benji, tú lo entiendes, ¿verdad?.- Pregunté, mirando hacia él. Pareció reaccionar y sacudió la cabeza, mirándome fijamente a los ojos. Sus ojos estaban brillantes y completamente aguados ; pequeñas lágrimas recorrían su mejilla hasta precipitarse al suelo desde su mandíbula-

-Déjame Samuel, déjame.- Exclamó, caminando hacia las escaleras, subiéndolas a toda prisa mientras comenzaba a llorar con fuerza. Solté un pequeño suspiro y me giré hacia Chris, que me miraba neutro.

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