Capítulo 6: ¿Confesiones?

5.1K 256 47
                                    

Después de una mañana lavando carros, y una tarde durmiendo, llegó la noche en la que, mi amigo Benji, iba a tener una cena ''romántica'' con Susan. Por suerte, habia tenido toda la maldita tarde para pensar en que hacer esa noche. Podría estropear tan solo la cena, pero a fin de cuentas, si me iba, continuaría. Así que, idée un plan para que estropear la cena y hacer que Susan se fuera.

Tras cenar, me levanté de mi sitio de la mesa y subí a mi habitación. Cerré la puerta y encendí el pequeño candelabro que tenía que dar luz a toda la habitación noche tras noche. Me acerqué a la ventana, la cual daba a la parte delante de mi casa y como no tenía nada con lo sentarme allí mientras esperaba que Susan apareciera, arrimé la cama hasta esta y me tumbé en ella, mirando cómodamente hacia la calle. Susan no venía y me estaba empezando a aburrir, aburrir bastante ; me levanté de la cama y de la mesita de noche, cogí un cigarro y el mechero junto con un pequeño recipiente que usaba como cenicero. Puse dicho recipiente sobre mi barriga y encendí el cigarro, observando por la ventana, luchando seriamente por no quedarme dormido.

Me quedaban tan solo dos caladas para terminar el cigarro cuando escuché a alguien hablar en la calle. Me incorporé sigilosamente en la cama y observé por la ventana y vi como Susan se despedía de su padre frente a su carro. Segundos después, Raquel, Jacob, Anne, Peter y Lucy, salieron hacia este y se subieron. Susan entró a la casa de Benji y en seguida, me metí hacia dentro. Apagué el cigarro, que se había ido consumiendo mientras cotilleaba y bajé al piso de abajo. Mi padre estaba concentrado leyendo uno de los muchos libros que tenía colocados donde una persona decente tendría la tele, así que no perdió mucho el tiempo en observar que hacía. Además, estaba algo enfadado por mi comportamiento en ese día, aunque me daba exactamente igual. Caminé hasta la ventana del salón que justo quedaba frente a una de la de las casas de Benji y comprobé si podía espiarles o algo, pero no fue así. Me encogí de hombros y caminé hasta la puerta, la abrí y mi padre decidió hacerme caso. Qué oportuno.

-¿A dónde vas? ¿Te vas otra vez?.- Preguntó amenazantemente.

-Voy a dar una vuelta, que me de un poco el aire.- Respondí rodando los ojos mientras salía por la puerta.

Escuché como mi padre suspiraba y cerré la puerta, bajando con sigilo las escaleras del porche. Caminé hasta la casa de mi amigo y la rodeé hasta encontrar una ventana que diera al comedor, donde estaban Susan y mi amigo bastante arrimados, compartiendo una agradable charla. Una pena que pronto fuera a ser interrumpida.. Caminé hasta la puerta y la abrí, ya que los amish eran bastante confiados y al haber gente en casa nunca la solían cerrar con llave por que todos en el pueblo se querían y respetaban. Caminé hasta el comedor y me crucé de brazos, quedándome en la entrada de este, sonriendo malignamente como solo yo sabía hacer. Ambos me miraron bastante sorprendidos.

-¿Samuel? ¿¡Qué haces aquí!?.- Preguntó Benji bastante sorprendido, separándose mínimamente de su acompañante.

-Vengo a informarte de algo.- Respondí firmamente, alzando una ceja.

-¿Qué ocurre?.- Preguntó Benji mirándome extrañado y preocupado, mientras ambos eramos observados por la atenta mirada de Susan.

-Me voy.- Respondí sonriendo triunfalmente.

-¿¡Qué!? ¿A dormir?.- Benji me miró mal, cosa que jamás había hecho y la cual me hizo reir.

-No. A la ciudad.- Informé tras reirme unos pocos segundos.

-¿¡¡Qué!!? ¿Por qué?.- Preguntó el chico mientras se levantaba bastante entristecido de la silla. Me encogí de hombros y rodé los ojos, un gesto que siempre podía indicar algo: problemas.- ¿Te he hecho algo..?.- Preguntó el castaño, parándose frente a mi.

El AmishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora