No te quedes quieto ~ solangelo

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Lemon

Sólo Will, y a veces Hazel, tenía permiso de tocarlo, desde que no lo hiciera para asustar a Nico. Eso no había sido agradable para ninguno de los dos. De todas maneras, encontraba reconfortante los abrazos del Rubio, al igual que sus besos.

Al inicio se sentía un poco raro su relación, no podía evitar pensar en que él también se cansaría después de un tiempo: semanas, un par de meses si tenía suerte. Al final no pasó. Llevaban juntos el suficiente tiempo como para que Will no se asustase cuando el salía de las sombras de un momento a otro.

Los chicos de Apolo tenían formas para hacerlo todo, incluso para despejar la cabaña sin mencionar ni una sola palabra. A veces un sólo semidiós herido necesitaba 10 enfermeros de la cabaña 7. A Nico le encantaba.

A Will le parecía que el chico era lo más tierno del mundo, desde que estuviesen solos.

Sus labios eran tersos, suaves. Se ponían calientes cuando Nico se excitaba. Will lo había aprendido de una forma muy peculiar, aunque el dudaba que Nico lo supiese. Era mejor así.

Justo en ese momento estaban calientes. Aunque sabía de antemano que si intentaba hacer algo con Nico, el chico lo cortaría y sería un poco incómodo por unos minutos, la tentación le podía.

Una de sus manos estaba en el hombro de su chico. La otra la puso todo lo cerca que pudo de su rodilla. Antes de tocarlo, empezó a mover su otra mano hacia su cuello.

A medida que daba pequeños tirones en su cabello, empezó a poner su mano sobre su rodilla. Sintió que Nico se erizaba y lo besaba con más fuerza.

A Nico le seguía causando escalofríos que Will le tocase la nuca. A veces bajaba los dedos por su espina dorsal y sentía que se derretía por dentro.

Sabía qué intentaba hacer el rubio. Podía sentir su mano subiendo por su pierna. Al inicio tanteando el terreno, pero al no obtener una reacción negativa, fue adquiriendo seguridad, logrando que a Nico le entrará el pánico y se crispara.

- Will... - su voz salió en un susurro. Se sentía inseguro, igual que cada vez que él intentaba llegar a algo más.

- Ya lo sé. Lo sé. Lo siento. Ya me quedo quieto - quitó sus manos abruptamente, frustrado. En momentos como ese, era cuando más le costaba manejar la inseguridad de Nico.

- No - Nico se lanzó sobre el chico, aprisionándolo contra la cama -. No te quedes quieto.

Los ojos de Will adquirieron un brillo salvaje y Nico empezó a besarlo con ganas, como si su vida entera dependiera de ello. Will le respondió de igual manera, colocando ambos brazos alrededor del cuello de su novio.

Sin tener la menor idea de que estaba haciendo, bajo la mano lentamente por el costado del chico. Al llegar al borde, metió la mano y la pasó por todo el pecho de su chico, quien soltó un suspiro contra sus labios.

Por cómo se había ubicado Nico, Will sabía que tendría que hacer un pequeño movimiento con su cadera para poder sentir la erección del pelinegro, la cual estaba seguro que existía.

Nico soltó un gemido y se ruborizó cuando sintió a Will contra sí, pero no se apartó. El rubio intento bajar sus manos por el cuello del chico, pero éste lo aprisionó con más fuerza contra sí.

- Nico... No me... quejo pero... ¿qué haces? - las palabras apenas le salían audibles entre beso y beso. El pelinegro estaba poniendo todo de sí con dos propósitos: que Will no se moviera de donde estaba y que se le olvidará hasta cómo respirar.

Estaba cansado de sus inseguridades, y si iba a estar con Will no iba a dudar más. Iba a dejar que las cosas fuesen y pasase lo que tenía que pasar.

One-shots Lemon PJO & HoODonde viven las historias. Descúbrelo ahora