Preguntas

48.1K 2.7K 270
                                    


Narra Dorian

---Ya relájate viejo, a la final no se de que te quejas si Renata esta como quiere.

Miré mal a Andrés.

---¿Quieres quedartela tu?...favor que me hicieras déjame decirte.

Me crucé de piernas mientras tomaba un poco de mi cerveza. Tocaron la puerta y me sorprendió que alguien buscará a mi amigo a esta hora.

---¿Esperas a alguien?

Andrés sonrió de oreja a oreja y yo bufé por lo bajo.

---¿Es enserio?

En cuestión de segundos, tres  despampanantes mujeres aparecieron frente a nosotros.

---Aprovecha que hoy...pago yo.

Me sentí realmente incómodo cuando una de aquellas chicas se sentó encima de mi. Su cabello era negro como la noche y su cuerpo estaba lleno de voluptuosas curvas.

---Disculpa pero yo no...

Sentí la mano de la pelinegra tocar mi boca.

---Shh...tranquilo guapo, tu deja que yo me encargo.

El pagar a una mujer por tener sexo conmigo no era del todo de mi agrado, muy por el contrario de Andrés, el cuál estaba muy acostumbrado a ese tipo de cosas.

---De verdad, no quiero.

Tomé de las manos a la mujer que luchaba por quitarme el pantalón.

---¿Qué acaso no te gustó?

Preguntó desconcertada.

---No es eso linda, es solo que no me apetece, lo siento.

Me levanté rápidamente pero antes de irme escuché a Andrés llamarme.

---¡Hey! ¡Viejo no te vayas!

Le hice un gesto con mi mano en señal de despedida y me marché.

Narra Sofía

Desperté y me levanté de inmediato, tenía mucha hambre, así que simplemente salí corriendo directo hacia a la cocina.

---Hola cariño, tu novio esta aquí... esperándote.

Me tomó por sorpresa ver a Renata  en el departamento, había olvidado que se encontraba aquí, pero lo que más llamó mi atención fue observar al ruso sentado en la mesa junto a ella, el cuál sonrió divertido mirándome de pies a cabeza.

Pasé mi mano por mi boca limpiando la saliva seca que seguramente se encontraba ahí.

---¿Por qué no me avisaste que el estaba aquí?

Le grité a la rubia y salí corriendo hasta mi habitación.

¡Qué vergüenza que Rhett me haya visto así!

Me miré al espejo y me di cuenta de que estaba hecha un desastre, además de que mi ropa de vagabunda no mejoraba las cosas.

!Agg!

---¿Te sucede algo?

---¡Vete Rhett! ¡Estoy horrible!

¿Por qué tenía que aparecerse así?

Escuché que una risilla salió de el.

---Ven acá.

Se acercó a mi y me tomó por la cintura haciendo que ponga mis manos sobre su pecho.

La hija de mi sirvientaWhere stories live. Discover now