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El chico de baja estatura relamió sus labios con supremos nervios brotando de sus ojos. No era fácil estar tranquilo cuando alguien te observaba fijamente durante tanto tiempo, era exhaustivo. Tan molesto e incómodo.

Más aún por ser un pequeño chico de mirada gatuna. Juró que sus ojos eran parecidos a los de YoonGi; se estremeció.

YoonGi...

Tragó duro volviendo la atención a la pizarra y tomó los apuntes necesarios intentando ignorar el sudor que se resbalaba lentamente por su cuello. TaeHyung a su lado lo miró con curiosidad por unos segundos pero volvió a lo suyo queriendo evitar distraerse.

Día tras día. Nadie parecía notar que alguien faltaba, a excepción de JiMin. Al parecer a nadie le importaba. Ni a TaeHyung.

No era que a él le interesaba mucho el paradero de la chica, pero era tan cruel la forma en la que nadie quiso preguntar a dónde había ido. ¿Sería posible que algo malo le hubiera ocurrido? Imposible. De ser así las cosas no estarían tan calmadas.

Lo mejor era olvidar el asunto.

Al salir del aula se vio acorralado por YoonGi, quien no dudó en besar la punta de su nariz. JiMin apretó sus ojos encogiéndose contra la pared y apretando las correas de su mochila; se escucharon pequeños gritos de unas chicas cerca y unos susurros. Luego pequeñas risas.

— YoonGi... —Se quejó el menor bajando la mirada. Volvía a sentirse intimidado — ¿Porqué hiciste eso?

El azabache apoyó una de sus manos a un costado de la cabeza de JiMin haciendo un mohín despreocupado y levantando los hombros.

— ¿Acaso no puedo? —Preguntó clavando su mirada seria sobre la zona que anteriormente había besado. JiMin era tan tierno. Su nariz y mejillas se hallaban sonrojadas, rojitas. Tan provocativas.

— Es solo que... Me da pena que se enteren de eso... —YoonGi no pudo evitar levantar una de sus cejas. JiMin miró su hombro incapaz de verlo a la cara — Ellos no van a aceptarnos.

— Yo solo necesito que tú me aceptes, JiMin.

El menor miró alrededor percatándose de algunos curiosos y curiosas que observaban la escena de una forma muy peculiar, eso solo lo hizo sentir más pequeño.

— Yo te acepto, YoonGi —Susurró sin saber exactamente qué decir. El azabache ladeó los labios asintiendo varias veces, entrecerró sus ojos retirando su mano.

— El día que aceptes tu orientación frente a los demás, ese día, JiMin —Recalcó — Ese día me aceptarás completamente... —Dudó esto último. Una sonrisa apareció en sus delgados labios y los apretó con soberbia — Eso, o que te entregues en cuerpo y alma a mí. No me molestaría tampoco.

JiMin se sonrojó violentamente anulando una sonrisa que quiso escaparse, en su lugar volvió a bajar la cabeza en modo de sumisión. YoonGi sonrió con ternura y llevó su mano al cabello del menor para sobarlo con delicadeza. Otros grititos de oyeron.

YoonGi suspiró tomando del mentón de JiMin. Otros grititos y susurros.

— Quiero besarte frente a todos —Confesó sin detenerse a pensar en nada.

— YoonGi... —JiMin esquivó su mirada nuevamente con el ceño levemente fruncido. La situación le estaba molestando ya.

— Bien, tú decidiste por ambos —JiMin quiso evitar que YoonGi diera la vuelta y se largara a Dios sabrá dónde, pero su orgullo no se lo permitió.

Porque sí, tenía orgullo.

TaeHyung seguía en el aula ajeno a todo lo que pasaba en su entorno. Miró la pantalla de su celular con una sonrisa reluciente al notar un mensaje de JungKook; aquél chico era tan... Tan... Ah. Era indescriptible.

Sorry... I'm gay 【 YM 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora