JiMin tuvo que pestañear varias veces para poder cerciorase de que aún estaba en su cama. Nuevamente era domingo, pero esta vez el reloj no había sonado temprano para ir a la misa de Kim. Con la rapidez que le permitió su pequeño cuerpo, se levantó y corrió al baño para bañarse y luego vestirse con algo casual.
Bajó a la cocina escuchando el característico sonido de la soledad y tomó las llaves y su celular para irse trotando hasta la parada de autobuses; si se iba caminando llegaría más tarde.
— Agh, que suerte la mía — Susurró mirando la hora en su teléfono pensando en que para cuando llegara a la misa, está ya habría acabado.
Bufó estregándose el rostro y sentándose en el banquillo para esperar a que el autobús pasara. Las calles estaban un poco solas, uno que otro auto pasaba cerca y desaparecía en alguna esquina. JiMin suspiró lastimeramente estirando las piernas y tronándose el cuello, así se mantuvo hasta que el bus se detuvo frente a él. Sin rechistar, entró y se sentó esperando a la próxima parada.
Después de un rato volvió a ver la hora en su celular y suspiró. Ya la misa estaba por terminar. Se golpeó mentalmente y torció la boca. Su idea era ir a confesarse, por lo menos eso haría. Se hallaba distraído mirando por la ventada cuando su celular vibró entre sus manos.
— ¿Si...? — susurró.
— Hijo, ¿Cómo estás, cariño? — Sonrió al oír la delicada voz de su madre.
— Oh, bien mamá. Iré a confesarme — Titubeó unos segundos — La alarma no sonó y voy tarde.
— Agh, debí llamarte antes de irme. Lo siento mi cielo — Negó a sabiendas de que su madre no lograba verlo.
— No es nada mamá, ya no importa. — Largó un bostezo y recostó la cabeza sobre la ventana presionando con más fuerza el teléfono en su oído.
— Ay, mi bebé. Realmente estás creciendo, todo un hombre maduro — Las mejillas de JiMin se tiñeron de un leve rosa por el comentario de su madre. La escuchó suspirar del otro lado de la línea.
— Ya mamá — Se quejó. Divisó a lo lejos su destino — Ya estoy llegando, hablamos luego ¿Va?
— Va. Te amo cariño. Salúdame a padre Kim, invítalo a una cena; podríamos acordar algo, quizás pida permiso — Dijo esto último refiriéndose a ella. JiMin se levantó del asiento cuando el bus se detuvo y se tambaleó por la inestabilidad del frenado. Caminó hasta la salida luego de pagar.
— Si, seguro — Murmuró caminando distraídamente hasta el lugar. Efectivamente las personas estaban saliendo del encuentro — Mamá, te amo. Hablamos luego~
JiMin tragó saliva dando la espalda para colgar la llamada, claro, después de que su mamá se despidiera debidamente. Caminó con sigilo entre las personas evitando toparse con WuXi y entró a la -casi- vacía iglesia virando a todos lados.
WuXi observaba la pantalla de su celular mirando la hora, según él, Park nunca faltaba a una misa los domingos. Frunció el ceño e hizo una mueca y se fue por su camino rutinario.
Hoy te salvas, pensó sin mirar atrás.
JiMin se apresuró a llegar hasta donde el padre Kim le miraba sonriente.
— ¡JiMin! Ya se me hacía raro no verte el día de hoy — JiMin sintió su rostro algo caliente y se apresuró a contestar.
— Me quedé dormido — Dijo avergonzado tapándose el rostro con sus pequeñas manos. El padre Kim carcajeó energéticamente palmeando su hombro.
— Suele pasarnos, todos cometemos errores — Ambos rieron un poco y JiMin carraspeó la garganta cuando una señora se acercó al padre para despedirse. Esperó, un poco inquieto, y cuando la mujer se hubo ido se acercó al padre siguiéndole los pasos. Se dirigieron en silencio a la sacristía y JiMin entró a la pequeña oficina del padre, dejando al mismo atrás mientras se quitaba la indumentaria eclesiástica.
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Sorry... I'm gay 【 YM 】
Fanfiction- Asqueroso homosexual - Eres una aberración, no deberías de existir. - ¡Aléjense! ¡Los van a contagiar! - Maldito homo. La homosexualidad es mala. Todos los homosexuales deben morir, ellos son unas bestias, unos sodomitas sin control, afeminados -n...