Capítulo 14

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Salimos a la carretera y emprendimos nuestro viaje hasta New Cali para llegar hasta los gemelos. Iba pensando, dándole vueltas al asunto, estaba sumamente nerviosa por saber qué pasaría. El día estaba precioso, el sol estaba iluminando con intensidad, si estuviéramos paradas estaríamos sudando, pero como estamos corriendo a gran velocidad el sol se siente bien con el aire frío que abraza nuestros cuerpos. Yesie me dio unas palmaditas en el estómago para saber que sucedía algo, bajé la velocidad de la moto y le hablé sin detenerme por completo.

- ¿Sucede algo Yesie? – le pregunté preocupada.

- ¿Crees que está bien lo que vamos a hacer?

- Debemos salir ya de esta situación Yesie, debemos enfrentar lo que sea que nos espera al llegar ahí.

- Muy bien, sube la velocidad querida debemos llegar ya, antes de que me arrepienta. – Y sin pensarlo dos veces volví a acelerar hasta dejarla estable a la velocidad que iba.

Llevábamos en la carretera unos cincuenta minutos. Esta zona era una de las pocas donde aún el agua no había hecho sus estragos. Aunque a lo lejos se podía ver como el agua ya estaba empezando a llegar. Podía ver una estructura a lo lejos sumamente grande. Mientras más nos acercábamos más podíamos notar lo grande que era. Había varios edificios, pero en el centro había uno de unos treinta pisos aproximadamente. Todos estaban pintados de blanco y el más alto tenía los últimos pisos con ventanas de cristal del techo al suelo. Eran aproximadamente seis pisos con ventanas de cristal.

- No falta nada para llegar. - le grité por encima del hombro a Yesie.

- ¡Hagámoslo! – se escuchaba preparada.

Doblamos a la izquierda entrando por un camino excelentemente pavimentado. Llegamos hasta el frente de unas rejas sumamente altas y en el portón había uno de esos guardias vestidos de blanco, pero esta vez sin un casco puesto. Nos detuvimos frente al portón y él mismo caminó hasta nosotras con el arma en mano. Cuando se percató de quiénes éramos se detuvo y empalideció tanto que parecía un fantasma.

- Me imagino que nos dejarás entrar sin ningún problema. – dijo Yesie con su voz dulce. El joven guardia no contestó.

- ¿Los gemelos Schaucer están presentes en este edificio? - pregunté. El joven guardia recobró su postura y habló.

- Sí jefa, los señores se encuentran presentes, en un momento les abro el portón. – giró sobre sus talones y entró en una caseta haciendo abrir el portón.

Le di un asentimiento de cabeza cuando pasé por el lado de él. Seguí conduciendo la moto hasta quedar frente al edifico gigantesco. Nos bajamos de la moto sin titubear y subimos los escasos escalones que había para quedar frente a las enormes puertas de vidrio. Di un suspiro largo y pesado y empujé una de las puertas, Yesie empujó la otra de esta manera entrando a la misma vez. Nos quedamos paradas en el vestíbulo observando todo. Había dos jóvenes mujeres sentadas en el escritorio que estaba situado en el lado izquierdo. Nos miraron y se quedaron boquiabiertas. No nos movimos de donde estábamos paradas esperando a que alguien apareciera.

Una de las chicas hizo una llamada rápida, algo que no se me escapó de vista. Estaba de pie y pálida, no podía quitarnos la vista de encima. En menos de un minuto venían cuatro hombres vestidos completamente de negro caminando por la esquina en la que estaba situado el escritorio. Me crucé de brazos observándolos caminar hacia nosotras. El que iba adelante era trigueño, con cara de pocos amigos, alto, musculoso, con el cabello recortado sumamente pegado al cráneo. Miré los otros que lo acompañaban, pero no tenían el mismo aspecto que este. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de nosotras se quedó helado.

- ¡Oh, maldición! - dijo él casi sin aliento.

- ¿Nos llevarás con los Schaucer? – pregunté.

- Sí, jefa. – contestó sin titubear. – Acompáñenme por favor.

Y sin decir más lo seguimos a él y los demás a los ascensores. Él presionó el botón y el ascensor llegó rápidamente dando un pequeño pitido anunciando su llegada. Él se hizo a un lado y nos dejó pasar. Luego subió él haciéndole una señal con la mano a los otros para que subieran en el próximo ascensor. Presionó unos números en un panel que se abrió arriba de los botones de los números regulares, era como un panel secreto, una vez que terminó de introducir el número el ascensor comenzó a subir.

- ¿Cuál es tu nombre? – le pregunté.

- Alan – contestó sin hacer ninguna pregunta.

- ¿Qué están haciendo los gemelos? – preguntó Yesie.

- A esta hora están entrenando en el penúltimo piso. – contestó tranquilamente.

- ¿Qué practican? – preguntamos al unísono. Alan se volteó y nos miró por encima del hombro con una sonrisa dibujada en su rostro, al parecer lo estábamos divirtiendo.

- Practican diferentes cosas, pero creo que ahora están practicando esgrima. – el ascensor se detuvo y abrió sus puertas con un pequeño sonido. – Ya llegamos. – anunció Alan.

Salió él primero, se paró de lado y nos hizo una seña con la mano para que saliéramos y lo siguiéramos. Caminó a paso constante, serpenteó por dos pasillos hasta quedar frente a unas puertas blancas grandes. Tocó dos veces y se escuchó una voz al otro lado, una que por algún motivo reconocí muy bien.




Nota: Ya está en los capítulos culminantes. ^^

2217 {TERMINADA}Where stories live. Discover now