Capítulo 10

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Caminamos hasta la habitación que nos había asignado Margie. Nos cambiamos de ropa rápidamente, poniéndonos ropa completamente negra. Salimos del cuarto con las mochilas en mano, habíamos cambiado la ropa que teníamos en ella por una más cómoda que habíamos encontrado en el clóset. Yesie caminó hasta la cocina echando algunos alimentos en su mochila.

- ¡Rayos! ¡Maldición! ¡Demonios! Me hubiera gustado haberme quedado aquí hasta que regresara de su luna de miel. ¡Maldita enana desgraciada! – se quejaba Yesie desde la cocina sin parar.

Yo caminé hasta la sala a ver si el tipo este seguía con vida. Estaba respirando, milagrosamente no estaba muerto, aunque estaba con la cara destrozada y ensangrentada. No me había percatado de que el televisor seguía encendido hasta que escuché una voz masculina que me parecía conocida, de algún lugar. Alcé la vista para ver el televisor. ¿Era un anuncio? Me quedé helada por un momento, con la respiración entre cortada.

- ¡Yesie! – grité. En menos de un segundo estaba a mi lado observando el televisor.

Eran dos hombres sumamente apuestos. Gemelos, lo único que los diferenciaban era el color de ojos. Uno de ellos tenía los ojos grisáceos mientras que el otro tenía los ojos azul cielo. Estaban vestidos iguales, completamente de negro incluyendo la corbata. Eran altos, pelo negro bien recortados y peinados, parecían dioses griegos. Por algún motivo extraño sentía que los conocía. El de ojos grisáceos era el que estaba hablando y no sé porque mi corazón se aceleró de una manera inusual.

- Nos han comunicado que el último lugar donde fueron vistas Azleen y Yesie hace unas horas fue en la ceremonia de una boda. Si saben en qué lugar se encuentran en este momento por favor comuníquese con nuestras oficinas, abajo aparece el número de teléfono. No intenten nada en contra de ellas, recuerden que su memoria al parecer está bloqueada y no pueden recordar, todo aquel que se le acerque de manera sospechosa ellas no dudaran en defenderse y sabemos que nadie quiere salir herido. Todos las conocen, saben lo excelente que son a la hora de pelear. Les pedimos de favor que si las ven comuníquese y no intenten nada peligroso. ¡Gracias!

Hasta ahí llego el mensaje que estaban pasando por televisión. Me quedé helada, las preguntas no dejaban de dar vueltas en mi cabeza. Esos galanes eran los que nos estaban buscando. Nos conocen, saben quiénes somos y no solamente eso, al parecer somos famosas porque él mencionó "todos las conocen." No me había dado cuenta de que estaba temblando, tenía los nervios a flor de piel. Ese chico de los ojos grisáceos hablaba con una calma y una gracia estupenda. Su voz era tranquilizadora de cierto modo, era una voz profunda y hermosa. Pero yo estaba temblando, tenía la necesidad de llegar a él y abrazarlo. "¿Pero qué demonios me está pasando?" pensé.

- ¿Viste eso? – me dijo Yesie boquiabierta.

- Dicen que nos conocen. No mejor dicho "todos nos conocen" – le dijo exagerando las comillas en el aire.

- ¿Pero viste qué galanes son?

- ¿Enserio en eso era en lo que te estabas fijando? – no la culpo, yo también me fijé en lo mismo.

- Lo siento, pero fue inevitable no verlos. Debo confesarte Azleen que cuando vi al de ojos azules me sentía extraña.

- ¿A qué te refieres? – quería saber.

- Mi corazón...es...es...es como si...no lo sé...de momento sentí que se me aceleró de una manera extraña. – tenía los ojos desorbitados, me miraba confundida.

- Yo...-no quería admitir que me había pasado algo igual con el otro chico, pero debía decirle. - ...sentí lo mismo con el que estaba hablando. – le dije sin aliento.

- Demonios, ¿qué es lo que está pasando? – dijo Yesie pasándose la mano por el cabello.

- Oye espera, se escuchan pasos en el pasillo. – le dije alarmada.

Caminamos hasta el pasillo que daba a la puerta, en esa pared había una pantalla pequeña que te dejaba ver quién estaba en la puerta. Miramos y había guardias, sí, esos que están vestidos de blanco con cascos y armas grandes. Nos encontraron y debíamos buscar la manera de salir de ese departamento.

- Debemos salir de aquí. El pasillo debe estar lleno de guardias Azleen. – me dijo Yesie horrorizada.

- Esa maldita puerta es la única entrada y salida. Esta vez nos han pillado esos idiotas. – le dije frustrada.

- Querida, tus eres la de las ideas, no yo, el escape está en tus manos.

- ¡Maldición! – dije girando sobre mis talones y mirando todo el apartamento. Camine frustrada, pasando mis manos por la cara. Esta vez no sabía qué hacer, pero debía pensar rápido, estaban por entrar al apartamento en cualquier momento. Me quedé mirando la ventana sin saber qué hacer.

- ¿No me digas que estás pensando romper la ventana? – giré para ver una expresión de espanto en la cara de Yesie. La mire sorprendida porque no se me había ocurrido a mí.

- ¡Demonios sí! Oh, amada Yesie acabas de dar la idea tú, a mí no se me había ocurrido. Busca algo para romperla. – le dije entusiasmada.

- ¡Oh, no, no, no, no, nooooooo! – gritó Yesie. – No brincaré por esa ventana.

- Oh sí lo harás, ya verás querida. – le dije.

Caminé buscando algo con qué romper la ventana. Esas malditas eran extremadamente fuertes, no se romperían con cualquier cosa. Me acerqué a ella y le di una patada lo más fuerte que pude para comprobar qué tan resistente era. Lo que no imaginé por nada del mundo era que se astillara por completo. Miré a Yesie con expresión de asombro.

- Creo que se nos olvida siempre lo fuerte que podemos llegar a ser. – me dijo Yesie algo sobresaltada.

Volví a voltearme y le presté toda mi atención a la ventana que ahora estaba completamente astillada. Escuché un golpe en la puerta y pateé nuevamente la ventana haciéndola estallar en pedazos. Yesie me gritó, pero no pude entender lo que decía. Me giré un poco para mirarla y estaba peleando con uno de los guardias. Sin pensarlo dos veces me abalancé hacia ella y le di un buen golpe en el torso al guardia, mientras veía cómo los demás entraban a la casa como una jauría enojada. Aguanté a Yesie del antebrazo haciéndola girar conmigo y la jalé hasta la ventana, haciéndola brincar conmigo sin detenernos. Caíamos con mucha rapidez, movía mis brazos, ondeándolos en el aire. Cuando menos me lo esperé ya estaba en el agua haciendo un gran "splash". Estaba pataleando para subir a la superficie, una vez fuera di un gran respiro para llenar mis pulmones de aire. Giré y giré buscando a Yesie hasta que la vi a unos pocos centímetros de mi jadeando.

- Yesie, ¿estás bien? – alzo el brazo señalándome el pulgar en signo de que estaba bien. Miré para todas partes hasta que visualicé un estacionamiento. – Yesie debemos nadar hasta el estacionamiento. – movió su cabeza en señal de aprobación.




Espero que les este gustando. Gracias a todos aquellos que me leen. ^^

Ustedes que piensan, ¿El escape será sencillo o difícil?

2217 {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora