Las despedidas son tristes y asì me sentí al ver que se aproximaba la partida de Alejandro. Es un sentimiento, un estado emocional parecido al que se experimenta cuando se pierde de manera definitiva un ser querido, sin embargo me auto estimulaba, buscaba fuerzas en mi interior y me decía: tiene que ser asì, es una decisión tomada, no puedo permitirme la depresión. No, ahora me corresponde seguir los impulsos de mi corazòn.
Hoy es necesario e impostergable colocar primero a la familia, yo, debo pensar en ella porque es la esencia de mi vida. Por ella entrego lo que soy, por ella lucho, por ella vivo, por ella muero si es necesario, ya que es mi familia, mis hijos, realmente lo que da luz a mi vida.
Ver a Alejandro seguido de mis sobrinos subir las escalerillas del avión produjo una emoción indescriptible algo que nublaba mi vista, no pude evitar las lágrimas, una sensación de pesar. Un malestar generalizado que apabullaba mis sentidos, no obstante desde lo màs profundo de mi alma elevè plegarias al cielo para que lo acompañara durante la travesía y que ésta fuera tranquila, con alegría y emoción como todo lo que implica novedad, cambios para mejorar en la vida.
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Emigrar (Un Escape a la Pobreza)
Kısa Hikaye¡Emigrar es triste, es una decisión que duele!, y esa tristeza la tiene que vivir uno solo, ya que no acepta que se comparta, haciendo una mella mayor aún, en las personas profundas y sensibles. Es incluso más perversa que el dolor, porque éste tien...