Capítulo VII

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Alejandra y Rit observan a su madre y dicen, Alejandro le va a hacer mucha falta, pues es, él quién la apoya en todo, en diligencias bancarias, pago de servicios, revisión de computadoras, trámites en la universidad ¿ y ahora qué va hacer?

Ella dice en la vida nada es para siempre, a él le corresponde hacer su vida, luchar por sus sueños; ya yo hice la mía, Me va a doler, por supuesto que sí. No olviden que soy humana y también puedo romperme en pedazos, con una diferencia pequeña, pero diferencia, al fin he aprendido a hacerlo en silencio con poco ruido, sin molestar al otro.

Él debe marcharse y tener la seguridad que la distancia no será una separación total, aunque esté muy lejos igual va a tener mi bendición y los deseos más fervientes por mucha dicha y alegría en su vida.

En todo momento estará en mis pensamientos, tanto en la noche al retirarme a descansar como en el despuntar del día. No habrá amanecer en el cual no esté presente.

He aprendido en la vida que en los momentos difíciles debo fortalecerme, estar por encima de las dificultades. Llorar, sí, eso alivia la pena, pero también te llena de coraje, de valentía y en mi corazón debe existir sabiduría para entender que lo que ocurre es por alguna razón, nada es casual. Dios no pone cargas imposible de llevar.

Entonces, mis queridos hijos me toca llenarme de sabiduría y crecerme ante la adversidad; nunca los problemas son mas grandes que las personas se pueden superar con mucha perseverancia y confianza y con el amor de ustedes que son el motor impulsor de mis acciones seguro pasará, lo veré como una ruta hacia la felicidad y la alegría de mi pequeño hijo...

En este momento hay tristeza por el dolor que implica separarse físicamente de un hijo, vivir alejados sin saber por cuánto tiempo. ¿lo volveré a ver? ¿será definitivo? pero también hay sentimientos de alegría porque aún tiene la oportunidad de marcharse a otro país donde tendrá mejor calidad de vida, seguridad y futuro para sus hijos.

Así que me resigno a permanecer en mi país. Asumo esa realidad, la partida de mi hijo, pero es mejor que se encuentre lejos, pero con seguridad, con oportunidades de crecer tanto en lo personal como en lo profesional. Seguramente tendrá calidad de vida.

Es difícil verlo partir, y sé que el vacío es profundo, tal vez me deprima, tenga momentos de tristeza, pero lo superaré, él tiene que "VIVIR"

Emigrar (Un Escape a la Pobreza)Where stories live. Discover now