Amaneció muy rápido, es 10 de diciembre, en la madrugada los niños viajaron a Barcelona, donde abordarían el vuelo hacia Perú.
Liso, los encomendó a Dios. Pidió porque estuvieran bien, pero Alejandro estaba triste, no hacía más que hablar de sus guarichos y empezó con los preparativos para reunirse con su familia tan pronto como pudiera.
Ya en el mismo mes de diciembre empezó a organizar enseres, muebles, artefactos electrodomésticos para ponerlos a la venta con el fin de reunir lo necesario para costearse el viaje. Así mismo arreglar documentos del vehículo, vivienda, licencia para ausentarse de sus labores. Todo esto ha sido muy duro, ya que no es fácil echar al foso tantos proyectos, salir de sus bienes que con esfuerzo había obtenido. Estas acciones le encogían el corazón, pero por la estabilidad emocional de la familia valía el sacrificio.
En diciembre consiguió permiso para retirarse de sus actividades laborales. Tenía mucho entusiasmo, pero al mismo tiempo se percató que por ser fechas festivas no podía arreglar documentos ni vender lo que requería, de manera que el viaje fue prorrogado para el siguiente año.
Ya los niños tienen dos mese en Perú y Alejandro no ha dejado de mantener contacto con ellos. Todos los días les habla, les envía notas de voz, audios. Está presente, para hacer mas corta la distancia, los contacta día a día.
Luis le dice: "Papá, ya es febrero ponle numero al día que te vas a venir. Te extraño mucho papá"
Para alegría de Luis y del pequeño Alejandro ya su padre tiene el número (fecha) para el viaje y finalmente el 23 de febrero viajará para reunirse con su familia.
Fue una decisión difícil, pero tenía que hacerlo. Cada vez que publicaba algún objeto, mueble para la venta se le notaba la tristeza. Tuvo que hacer acopio de valentía, de coraje. También Liso decidió salir de una que otra prenda de valor para que pudiera cristalizar el viaje y reunirse con su familia. Asimismo Alejandra y Blas, todos hicieron su mejor esfuerzo para que Alejandro se reuniera con su familia.
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Emigrar (Un Escape a la Pobreza)
Short Story¡Emigrar es triste, es una decisión que duele!, y esa tristeza la tiene que vivir uno solo, ya que no acepta que se comparta, haciendo una mella mayor aún, en las personas profundas y sensibles. Es incluso más perversa que el dolor, porque éste tien...
