MPO - Reeditando

Capítulo 19.- Un día normal

-Soy bisexual-

Me quedé paralizado sin saber cómo reaccionar, o cómo reaccionaría Fátima con esta declaración, el silencio era lo más incómodo que había vivido en mucho tiempo, miré a Rafael que estaba muy tenso después de contar su secreto y luego la miré a ella que estaba con la mirada baja para no tener que vernos a los ojos.

-Y creo que me he enamorado de un chico – Rafael continuó contando – Un chico al que he llegado a conocer en muy poco tiempo.

Estaba completamente horrorizado con lo que estaba sucediendo, de verdad que le contaría todo. Ella por fin alzó la mirada para vernos y pude notar como sus ojos reflejaban algo de vacío. Se quedó viendo a Rafael durante un instante luego dijo inclinando la cabeza.

-Ya lo sé – hizo una sonrisa triste – creo que siempre supe que te gustaban también los chicos, pero nunca me importó.

Ahora Rafael era el que palidecía al escuchar esto. Se tocó la frente como queriendo hacer que saliera una respuesta por ahí.

-Solo tengo que hacer dos preguntas – Fátima continuó - ¿Me quisiste?... Antes me refiero, antes de que te gustara ese chico ¿Me llegaste a querer?

-Claro que sí – respondió Rafael cogiéndole el rostro.

Yo estaba totalmente incómodo, no tenía nada que hacer ahí. Era una conversación privada  y yo era como el sobrante.

-Y la otra pregunta, ¿Quién es el chico que te gusta? ¿Lo conozco?-

-Sí lo conoces – Rafael me vio durante un segundo – Él es…

-Es Luck – dije esa mentira gritando y tapándole la boca a Rafael – A Rafael le gusta Luck, pero no te quería decir nada porque sabe que es tu amigo y eso te podría causar más daño.

Cuando terminé de decir todo eso me di cuenta que seguía tapándole la boca a mi chofer, el cual me veía con los ojos abiertos de par en par completamente anonadado por lo que dije. Le solté y me quedé mirándolo, parecía como si se hubiera olvidado como hablar ya que no pronunciaba ninguna palabra y solo me veía con los ojos abiertos.

Salí del coche lo más rápido que pude y saqué a Fátima conmigo para alejarla de Rafael y que no se enterara de la verdad. Cuando  nos alejamos varios pasos del auto, eché un mirada para atrás y comprobar que él no nos seguía. Y efectivamente se quedó dentro del auto sin moverse ni un centímetro, al parecer seguía confundido por mis palabras. Volví a mirar a Fátima y le agarré de ambos hombros para que despertara de su sorpresa.

-Fat, Fat, ¿Cómo te encuentras? – Le sacudí un poco al preguntar – ¿Necesitas algo?

Ella empezó a reír. Yo me asusté un poco, pensaba que se había vuelto loca o algo parecido. Fui devuelta al coche para sacar una botella con agua que tenía en mi maleta, vi que Rafael seguía inmóvil así que no hice nada más con él y lo dejé ahí, luego volví hacia el lado de Fátima con la botella en la mano y cuando llegué a su lado se la entregué.

-Toma – dije abriendo la botella para que pudiera beber.

-Así que le gusta Luck – dijo aún riendo un poco, pero se notaba que no le daba mucha gracia – Eso sí que no me lo esperaba.

-Bueno, así sucede, a veces pasa lo que uno menos piensa – respondí sin saber que más decir.

-Luck lo odia, no sé si sabrás eso, pero Luck lo odia – me informó.

-No tenía ni idea – mentí – Bueno ¿Cómo te encuentras? ¿Necesitas algo más?

-No – se negó – Todo está bien, bueno no exactamente bien pero lo puedo sobrellevar, además mi competencia es Luck – rió nuevamente – No creo que él le haga caso.