Parte 19

10 4 3
                                    

Empieza el que puede ser el último día de mi carrera, o sea que el día pinta para ser una porquería completa y si a eso le sumamos que desde el día del juicio Bruce no me habla, es pésimo. Temo el momento del reencuentro con McRae, no por él sino por mí, para ser completamente sincera conmigo misma no se como voy a reaccionar. Sobre todo porque por los últimos acontecimientos, él quedo como un héroe y yo como la villana de la historia cosa que si la verdad saliera, muchos realmente se arrepentirían.

Entro a la oficina y noto que todos para de hacer lo que sea para mirarme con pésima cara, uso todo lo que poseo en cuanto fuerza de voluntad para no mandarlos al demonio, no puedo creer que la gente que hace hasta dos días atrás estaban trabajando conmigo me miren como si quisieran que desapareciera de la faz de la tierra.

Sin saludar paso hacia mi ligar de trabajo y me encuentro con todo y cuando digo todo es absolutamente todo roto, tirado; archivos desparramados cuadros hechos triza y realmente quise ignorara esto, quise parar y pensar en frió, pero es imposible y así como entre salgo hecha una furia.

–¿Quién fue? –pregunto en general–.¿Nadie va contestar? ¿Muy valiente para destruir mi oficina, pero un total cobarde para dar la cara?

–¡Los traidores no tienen cabida acá!.–Se levanta un agente y me contesta.

–¿Perdón? ¿Traidores?–voy caminando lentamente hacia él–. ¿A qué se debe que me digas qué soy una traidora?

–¿A qué se debe? ¿En serio? ¡Entregaste a tu superior! y me preguntas el porque, arruinaste un trabajo que salvarían miles de personas y¿ por qué? yo te le digo, seguro es porque no te quiso en su cama.

"¡Oh no! él no dijo eso ¿verdad?"  lo miro a la cara y sin querer se me escapa una risa totalmente carente de humor. Es tanta la tensión que se siente en el aire y el silencio que este momento podría caer un alfiler y hacer eco.

–Eres tan patético, que hasta pena me das ¡al demonio contigo!–. Le digo con todo el asco que siento.

Me doy vuelta para volver a mi oficina y el muy imbécil se atreve a decirme a viva voz ¡Perra!.

"Y ahí señores alguien grita ¡Bingo!" pienso con toda la ironía que soy capaz.

Así como lo dijo me doy vuelta hacía el y quedamos enfrentados me enorgullece el hecho de ver el espanto plasmado en su cara, pero lejos de la compasión estampo mi puño en su cara y por el ruido que hizo su nariz con seguridad puedo afirmar que se rompió ¡Ups! ignoro el latir de mi mano y con el mismo impulso lo agarro del cuello y lo empotro en la pared.

–¿A quién le dijiste perra?–. El idiota lo único que hace es gemir del dolo.

–¡A ti!–dice tomando la cara con su mano mientras la sangre se escurre de entre sus dedo.

"No entendió nada."

Le doy un rodillazo en sus partes nobles y su grito es tal que tengo que sacudir la cabeza porque creo que reventó uno de mis tímpanos.

—Te repito la pregunta ¿A quién le dijiste perra? y piensa bien la respuesta.–Le digo con los dientes apretados.

Es tanto el odio que siento, que estoy al borde de perder totalmente el control.

–¿Crees que te tengo miedo? eres una perra no solo vendiste a tu jefe sino traicionaste a la agencia.–Me dice con odio.

Con una sola mano aprieto su cuello y con la otra desenfundo mi arma saco el seguro y apunto entre las cejas. Sus ojo se abren a su máxima capacidad el terror tiñe sus facciones hasta mi me esta dando miedo esto pero no logro controlarme.

–Me importa un carajo ir presa, es más, te prometo que no lo veras solo te voy a preguntar una vez más ¿A... quién... le... dijiste...perra?–El tipo esta a punto de orinarse los pantalones, de eso estoy segura.

–Lo siento, lo siento esta bien quizás exagere un poco.–anuncia totalmente aterrado.

Y suelto con asco y cae al piso estruendosamente, lo veo tomarse la nariz con las dos manos y pide ayuda, nadie se levanta y todos me miran con sorpresa y miedo, jamas perdí el control de esta manera y hasta cierto punto creo que perdí lo papeles.

Miro a todos para pasar el mensaje alto y claro.

–¿Alguien más tiene algo que decir? ¿Alguna hipótesis qué quieran compartir conmigo?–miro a la cara a todos mortalmente seria para dejar en claro que hablo muy en serio–No sé que le habrán contado o como a esta altura, realmente me importa un carajo, pero tengan por seguro que acá adentro hay un traidor y ese no soy yo.

Vi en sus rostro la sorpresa y la estupefacción de semejante anuncio, pero alguien tiene que decir la verdad, giro en redondo y vuelvo y me encierro en mi oficina. Siento que he corrido una maratón, tengo la respiración totalmente agitada. La mano me late y me duele bastante, pero lo ignoro y comienzo la larga tarea que me llevara el dejar la oficina como antes.

Mientras que acomodo los archivos y trato de alejar el hecho de hace un rato, mi teléfono suena, sin mirar atiendo.

–Roach–.contesto.

–Soy Bruce, esta noche, no llegare a cenar.–Habla de forma cortante.

–Ok–hablo de forma cortante.

–Pensé que te alegraría, digo todavía tengo trabajo–. Su forma irónica de hablar me pone lo pelos de punta.

–¿Vos también? no se que diablos hice de malo para que el mundo crea que soy una estúpida bolsa de boxeo, pero déjame decirte una cosa, cuando se te pase el berrinche y quiera hablar el hombre con el que me case, avísame.

–Amor...

–¡Vete a la mierda!–corto el teléfono de un golpe seco.

Buena la hora que eligió para ser irónico conmigo. Lo peor es que no entiendo su enojo, después de todo lo que pasamos, el siempre a mi lado, no puedo entender su enojo en el momento  que mas lo necesito, él decide enojarse y no dirigirme la palabra, se me escapa una risa carente de humor  y a la nada miro y pienso "¡Bien hecho McRae acabaste con todo!"




Como verán no soy mucho de la notas de autor, pero quiero agradecerles a los pocos que leen esta historia, nunca esta demás decirles un enorme ¡GRACIAS! porque por ustedes todavía sigo acá.

Caras Ocultas [Sin editar]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن