Capitulo 11

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La noche había pasado sin ningún contratiempo y yo había logrado dormir lo suficiente para el día siguiente, ese mismo viernes me sentía totalmente renovada.
Llame nuevamente a Ivy y ambas nos fuimos juntas a la universidad, esta vez ella no aguantó la curiosidad y me preguntó el porqué Jack no pasó por mí así que tuve que explicarle completamente todo lo que había ocurrido desde que el ojiazul había estado en mi casa ayudándome a estudiar hasta lo de que alguien extraño se había metido en la casa pero que por un momento creí que había alucinado al ver que nada estaba fuera de su lugar, claro que omití por completo el hecho de que me había besado con nuestro amigo.
-Entonces me dices que no sabes con exactitud qué fue lo qué pasó?- dijo mientras terminaba de estacionar el auto.
-No me preguntes algo que ya dije- la miré y después suspiré -Creo que Jack está investigando que fue lo qué pasó y por eso no vino ayer ni vendrá hoy-.
Ambas nos quitamos el cinturón de seguridad y cuando estaba lista para salir Ivy me retuvo cerrando de golpe los seguros de las puertas.
-No andes sola por ahí, si me hubieras dicho ayer te habría llevado a casa- se veía preocupada.
-No te preocupes, Byron me llevo a mi casa- sonreí tranquilizando a mi amiga.
-Ya veo- suspiro aliviada -el te llevará también hoy? O quieres que yo te lleve?-.
-Tengo que preguntarle pero... que no tienes trabajo?-.
-Inició a las 8 así que me da el tiempo de llevarte a tú casa e ir al bar-.
-Esta bien, yo le pregunto-.
Salimos del auto y mire a donde se estacionaban las motocicletas, sentí un pequeño vacío al notar que Jack no había ido de nuevo, aunque lo sabía. Ir a nuestro salón, sentarnos las dos como siempre, presentar el examen y después salir para irnos a nuestras casas ya que no tendríamos las demás clases, así fue mi último día de exámenes, me sentía completamente relajada después eso.
Mi amiga y yo estábamos en la cafetería hablando de cualquier cosa para que el tiempo pasara.
-Entonces mi madre terminó siendo expulsada de la tienda por discutir con la chica que atendía, no vamos a comprar donas después de eso- termino de contar el relato.
-Oh Dios Santo, tu mamá si que sabe lo que quiere- dije entre risas limpiándome una pequeña lágrima que salió de tanto reír -No quieren adoptarme?-
-Me encantaría pero el papeleo me da flojera- contestó sonriendo.
Entonces el celular de mi amiga sonó y esta lo saco casi inmediatamente para ver quien era, aunque ya me imaginaba quien cuando Ivy dibujo una sonrisa en su rostro.
-Es Byron, pregunta donde estamos- dijo mientras le respondía.
-Dile que se de prisa, vamos a comer, mi trabajo no inicia hasta dentro de unas horas- apoye mi mentón sobre la palma de mi mano.
-Ahora que lo dices yo también tengo hambre-.
Comenzamos a discutir acerca de que era lo que deberíamos comer mientras nuestro amigo llegaba entonces un mensaje llegó en mi celular y lo observé, por un momento creí que se trataba de Jack pero me equivoqué, era Karen.
"Emily, los jefes nos dieron el día libre por haber terminado los exámenes! Nos veremos el lunes!"
Sonreí internamente, iba a descansar!
-Buenas noticias! No tengo trabajo!- dije emocionada.
-Que injusto! Yo también quiero que me den la noche libre!- hizo un puchero.
-No haga berrinche, señorita- dijo una voz a nuestra espalda haciendo que ambas volteáramos a ver.
-Byron!- dijimos al mismo tiempo.
-Si que se divierten, eh- dijo sentándose en una de las sillas que estaban vacías.
-Con nosotras nunca te vas a aburrir, cariño- le guiño el ojo Ivy.
-Y que planean hacer?-.
-Pues como no tengo trabajo supongo que iré a mi casa a dormir un poco ya que los exámenes me dieron más estrés del que ya tengo- conteste.
-Yo todavía voy a ir al bar en la noche a menos que digan lo contrario- secundo Ivy.
Quedamos hablando un tiempo más hasta que por fin nos decidimos a ir a comer a uno de los restaurantes de pizza que quedaban cerca de la universidad, todo siguió normal y pedimos nuestra comida. Entonces fue Byron quien cambió el tema drásticamente.
-Chicas, escucharon las noticias últimamente?- pregunto alzando una ceja.
-Estaba demasiado preocupada por los exámenes que me olvidé del mundo exterior- conteste dando un sorbo a la limonada que estaba frente mío.
-Yo tampoco he podido ver nada últimamente, mi madre no ha soltado el televisor desde que inicio esa nueva novela- comentó Ivy.
-Recuerdan al profesor que dije que al parecer había sido atropellado?- mi amiga y yo asentimos con una mirada curiosa -dicen que desapareció pero que lo encontraron muerto hace apenas unos días, escuché que nadie puede explicar el porque, pero le faltaban varios órganos-.
Yo me tape la boca con sorpresa mientras que mi amiga no le importó permanecer con la boca abierta. Uno nunca se espera que cosas así sucedan, sin embargo lo hacen y no siempre tienen el mejor final.
-Los periodistas dicen que no es el primer caso, sino que al parecer se ha repetido varías veces y que siempre es lo mismo, la víctima desaparece sin dejar rastro y que cuando después de tanto tiempo lo encuentran siempre le faltan algunos órganos, dicen que pueden estarse vendiendo en el mercado negro- continuó su relato.
-Oh Dios mío- por fin el aire regresaba a mis pulmones y me permitía hablar -eso debe de ser horrible, cuando sucedió?-.
-Al parecer fue en esta semana, lo encontraron el miércoles en la noche a unos kilómetros de aquí- contestó con sus ojos verdes encendidos en... curiosidad?
Puse mis dedos en mi sien y froté con fuerza, ese tema me había causado un pequeño dolor de cabeza.
-Hay un secuestrador suelto y está mujer pensaba regresarse sola ayer- acusó Ivy mirándome.
-Cállate, quieres? Me está empezando a dar pánico el simple hecho de salir de mi casa- conteste algo molesta.
Algo en mí me decía que ese tema tenía que ver con lo que había pasado ese mismo día con Jack, era viernes, haría lo que él me había dicho y lo obligaría a decirme que era lo que estaba ocurriendo, simplemente yo creía que ya era mucho como para ser un estupida coincidencia.
Después de esa platica el ambiente se había vuelto un poco pesado o al menos yo lo sentía así, comimos platicando de algunas cosas triviales a las cuales yo no estaba prestando mucha atención hasta que escuche la voz de mi amiga llamándome y sacándome de mis pensamientos en contra del idiota de Jack.
-Em, entonces mañana?- pregunto la pelirroja.
-Espera, mañana que? Lo siento, no estoy al 100 aquí- hable con una sonrisa nerviosa.
-Le decía a Byron si mañana íbamos al parque de atracciones aprovechando que ya terminaron los exámenes y que tenemos tiempo para descansar- parecía completamente decidida.
Suspiré. Tenía que elegir bien, si decía que no entonces esa mujer no me soltaría hasta que le dijera que si y eso era mucho más agotador que todo el trabajo de llegar hasta allá.
-Esta bien, pero a cual?- pregunto rindiéndome.
-Vamos a Scream Dream!- dijo con alegría -dile también a Jack, pueden llegar juntos, tú sabes-.
Fingí no darme cuenta de las segundas intenciones de ella o de la mirada sugestiva que me había lanzado, así que simplemente asentía con la cabeza aceptando completamente.
-Entonces está decidido!- finalizó la discusión.
Después de comer y de terminar de organizar mis planes para el día siguiente, por fin era hora de ir a casa. Mientras estaba en el auto junto a mi mejor amiga, las ansias de llegar a mi casa aumentaban, yo decía que era por querer hablar con Jack pero algo más en mí decía que era también porque solamente quería verlo y ver que estaba bien.
El camino a mi casa estuvo lleno de música y de Ivy cantando a todo lo que su voz le permitía, lo cual en otra ocasión me hubiera causado risa pero en ese momento nada podía sacarme de mis pensamientos.
Llegue a mi casa, entre y me dirigí a mi habitación tranquilamente, sentía mi corazón acelerarse pero estaba haciendo todo lo posible porque este se tranquilizara.
Suspiré de forma pesada preguntándome si no parecía una loca a punto de hacer un ritual satanico, me dirigí a mi bolsa donde tenía mis cosméticos, saqué un labial color rojo sangre y me dirigí al baño con cautela.
-Que rayos estoy haciendo?- me pregunte mi misma mientras veía mi reflejo en el espejo que estaba arriba del lavamanos.
Comencé a trazar en el cristal y cuando termine las palabras "Jack Gotham" estaban completamente visibles.
-Las cosas que tengo que hacer- me dije a mi misma.
Después tome dos velas aromáticas que tenía escondidas en mi cuarto y las coloqué debajo del espejo para después encenderlas. Creí que juntarme demasiado con Jack me estaba volviendo loca pero tampoco tenía mucho que perder, si resultaba una broma tendría el honor de abofetear a mi compañero.
Una vez todo listo sentí el sudor en mis manos por los nervios. Que clase de broma era esa? Y si es que era así mataría al ojiazul.
Cerré mis ojos tomando aire hasta llenar completamente mis pulmones, soltándolo lentamente y recogiendo valor desde el suelo.
-Jack Gotham, Jack Gotham, Jack Gotham, Jack Gotham- en ese punto unos escalofríos bajaron desde mi nuca hasta mis pies y la sensación de alguien observándome iba en aumento, así que volví a suspirar -Jack Gotham-.
Después de mencionar por última vez su nombre me atreví a abrir lo ojos mirando mi reflejo dándome cuenta que unos azules estaban detrás de mi. Sentí mi piel erizarse y mi garganta se secó en ese instante. Jack me miraba sorprendido y después dio un paso en mi dirección. Me giré rápidamente para verlo y con la poca saliva de mi boca pude pronunciar su nombre.
-Jack- fue lo mismo único que alcance a decir.
El chico se abalanzó sobre mí atrapando mis labios con los suyos, uno de sus brazos atrapó mi cintura mientras que su mano libre estaba en mi mejilla. Estaba completamente sorprendida y mi corazón iba a mil por hora haciendo que mis pensamientos se vieran nublados con el simple toque de ese chico para después corresponder su beso, cerré mis ojos,  lleve lentamente mis brazos a su cuello y mis dedos se enredaron en su cabello, podía sentir su respiración mezclarse con la mía mientras el beso parecía nunca terminar, no quería que terminara. El calor de sus manos hacia mi cuerpo derretirse ante el, sentía que podía ser arrastrada a un abismo por el. Cuando creí que por fin perdería toda mi humanidad ante esos labios y ese toque, él separó sus labios de los míos únicamente permaneciendo nuestras frentes unidas junto con nuestras miradas, entonces me sonrió como siempre lo hacía. Esa sonrisa que varias veces me había hipnotizado.
-Si que te extrañe, preciosa- dijo en un susurro.
-Yo también- conteste bajo.
Lo había extrañado. Mucho. Demasiado. En ese momento se me hacía demasiado complicado admitirlo pero me había acostumbrado a su compañía en ese tiempo que habíamos estado juntos. Me alegro el hecho de que pudiera tocarlo y tenerlo tan cerca aunque para mi me bastaba con el hablarle.
Nuestras respiraciones eran un poco irregulares mientras nuestros pulmones trataban de recuperar todo el oxigeno gastado.
-Donde te habías metido, idiota?- dije con una sonrisa pequeña.
-Podemos hablar de eso en un momento-.
Y volvimos a unir nuestros labios en otra danza perfecta y sincronizada. Parecía que algo había cambiado en el ojiazul pero no podía describir que era. Solamente podía decir que los besos del miércoles sabían distintos a los de ese momento.
Mientras seguimos el beso este me cargo haciendo que mis piernas se enrollarán a su cintura para después sacarme del baño y adentrarnos en mi habitación, camino hasta llegar a mi cama para después recostarme sobre ella con delicadeza. Acaricio mi pierna por encima del pantalón subiendo por mi cadera recorriendo la curvatura de mi cintura y deteniéndola a la altura de mi hombro, se separó lentamente de mí observando cada una de mis expresiones como si las analizara, me sonrió de lado para después acercarse a mi oído.
-Hoy no, preciosa, tendrá que ser en otra ocasión- susurro.
-A si?- dije sonriendo para después empujarlo y que este quedara recostado para después subirme a horcajadas sobre el dándole un pequeño beso -Entonces tendrás que contarme todo, sin esconderme nada, estás listo para ese desafío?-
Este me regreso la sonrisa.
-Completamente listo-.
Fue entonces que me recosté encima de su pecho mirándolo curiosa esperando a que este hablara. Estuvimos unos cuantos minutos así, yo dibujaba círculos en su pecho con mi índice y el paseaba su mano por mi espalda.
-Se que te asustaste mucho por lo qué pasó, creo que cualquiera de ustedes estaría asustado si pasara algo así pero escúchame con atención. No fue un sueño y mucho menos estás loca. Todo ocurrió en verdad. Alguien está buscándote y estoy seguro de que no es bueno, al parecer soy el objetivo de un demonio y quiere usarte a ti para eso- dijo tranquilo.
-Espera, demonio? De esos seres que pueden arrastrarte al infierno, poseer tu cuerpo y hacer tratos contigo? Esas cosas existen?- pregunte confundida.
-Si... aunque la mayoría prefiere adoptar apariencia humana sin utilizar un cuerpo mortal y prefieren mantener un perfil bajo para evitar ser cazados, pasan desapercibidos la mayoría de veces, también existen la mayoría de las criaturas que te hicieron tener pesadillas de pequeña- siguió hablando con naturalidad mientras enrollaba sus dedos entre mi cabello -este demonio busca utilizar a alguien humano para crear un largo camino de destrozos para que nadie se meta en sus planes, aunque yo tuve la desgracia de meterme y causar que este comenzara a cazarme, creí que había eliminado todo rastro de mi existencia pero al parecer me encontró y sabe que tú eres importante para mí, quiere usarte en mi contra-.
Yo trataba de procesar la información que llegaba de golpe y me abofeteaba, tal vez si era una broma muy elaborada de parte suya pero también al ver la seriedad en su rostro me hizo dudarlo bastante.
-Pero que quiere de mi?- mis ojos brillaron pero no sabía si era por saber que yo le importaba o porque estaba asustada hasta los huesos.
-No lo sé, preciosa, solo sé que quiere usarte para llegar a mi pero me aseguraré de que no ocurra- suspiro frustrado.
-Pero... soy tan importante para ti como para que él quiera usarme?- la pregunta pareció salir con algo de temor desde mi garganta.
Entonces sentí sus brazos envolverme con fuerza y cerro los ojos.
-Mucho más de lo que crees, preciosa, no puedo estar tranquilo si se trata de ti, me da miedo dejarte sola y pensar que en algún momento podría pasarte algo, me gusta tenerte cerca, simplemente tu aroma me enloquece, tú me enloqueces, que más puedo decir? Creo que me haz hechizado- abrió lo ojos y me miró -me enamore de ti-.
Mi corazón bailo en mi pecho por todo lo que había escuchado. Estaba soñando? Yo esperaba que no. Tantas sensaciones que inundaron mi cuerpo en tan poco tiempo hizo por un momento que mi razón  se nublara, me sentía segura y cómoda en sus brazos al punto que sentía que mi pecho descansaba de la pesadez que a veces me abrumaba. Levante mi cuerpo un poco para quedar a su altura y lo tome de las mejillas.
-Creo que yo también me enamore de ti-.
Sentí mi corazón querer salirse de mi pecho por un momento y lo único que pude hacer fue besarlo, de una manera lenta en que ambos disfrutábamos de la cercanía del otro de una manera pacífica, en una burbuja que yo sentía que todo el mundo a mi alrededor desaparecía, nos separamos un poco y nuestros ojos hicieron contacto haciendo a ambos sonreír, yo le gustaba, me amaba entonces otra duda apareció en mi mente de manera fugaz. Jack parecía querer decir algo para deshacer el silencio pero yo hablé antes de que este pudiera pronunciar algo.
-Pero...  como sabes todo esto? No se supone que los demonios se mantienen ocultos? Como terminaste enredado?- me refería al tema de los demonios.
Vi como su mirada se oscurecía un poco y desviaba la mirada como si buscara las palabras correctas. Ese pequeño tiempo me pareció una eternidad hasta que este finalmente pronunció las palabras que me cayeron con un balde de agua fría.
-Por que yo también soy un demonio- abrí mis ojos como platos.
Eso había dicho en realidad? Enserio? Mi respiración se detuvo un momento mientras que él mantenía su mirada apartada de la mía, me separé de Jack sentándome a la orilla de mi cama con la mirada perdida y con miles de pensamientos rondándome la mente. Por un momento me negué a creerlo y quise convencerme de que todo era una simple broma del Ojiazul pero tampoco lo podía afirmar, había visto cosas que simplemente de recordarlas me hacía temblar. Me estaba bromeando? Me estaba diciendo la verdad? Que era lo que debía de creer?
Sentí sus manos apoyarse en mis hombros y yo di un respingo.
-Preciosa, no te haré nada- susurro.
Entonces se levanto y se hincó frente a mi tomando mis mejillas para que yo lo mirara. Sus ojos estaban clavados en los míos, eran tan intensos que sentí que me absorbían, quise apartar la mirada pero él no lo permitió.
-Mira mis ojos y dime si estoy mintiendo, ni el demonio más hábil puede decir una mentira sin que se note en sus ojos- dijo totalmente seguro pero de manera suave.
Sus ojos brillaban y no mostraban señales de mentira, podía creer en el?
-Tengo miedo, Jack-  dije con la voz quebrada, me lance sobre él abrazándolo con fuerza y este correspondió -estoy asustada, que debería hacer?-
Sentí las manos de él envolverse en mi cabello con delicadeza tranquilizándome al tiempo que depositaba un beso en mi frente. Mis ojos se encontraban inundados por las lágrimas pero no fui capaz de dejarlas salir, no me permitiría hacerlo.
-Es normal tener miedo, en especial ustedes- tomo mi mentón haciendo que levantara la mirada -Pero yo estaré para salvarte y para abrazarte si es necesario-.
Esas dulces palabras habían sido pronunciadas de una manera tan cálida que jamás me había sentido tan cómoda en mi vida, mi cuerpo encajaba de manera perfecta con el suyo, extrañamente sentía que pertenecía ahí, junto a él y entre sus brazos.
-Jack...- el mencionado me miro.
Mi cuerpo se movió solo y lo besé, como si estuviera cerrando un trato con el. Sería mi demonio?
Fue entonces que un sonido conocido interrumpió el momento. El sonido de la puerta cerrándose y de cosas moviéndose en la casa, por un momento creí que era otra intrusión pero lo descarté cuando escuche la voz de mi madre en la planta baja.
-Emily! Ya regrese!-.
Mire a Jack y este me sonrió.
-Se me acabó el tiempo, preciosa- hizo una caricia en mi mejilla -tengo que irme-.
Este deshizo el abrazo, nos pusimos de pie y después dio un paso atrás pero lo tome de la mano entrelazando mis dedos con los suyos.
-Pero... volverás a desaparecer?- sentía mis mejillas arder, no quería que se volviera a ir -todo seguirá como antes?-.
Sonrió de lado y beso mi mejilla suavemente.
-No me iré- sonreí ante su afirmación -te veo mañana-.
-Mañana?- levante una ceja.
-Ivy me llamo para decir que mañana iremos a Scream Dream, pasaré por ti a las 2 así que te quiero lo más hermosa posible- hizo un guiño.
Entonces la puerta de mi cuarto se abrió de manera repentina y me volteé sobresaltada para mirar a mi madre que estaba sonriente en la puerta.
-Hola cariño, con quien hablabas?- miro la habitación.
Yo también lleve mi mirada a donde Jack estaba unos segundos antes dándome cuenta que estaba totalmente sola en la habitación.
-Con nadie, Mamá- sonreí y me acerque a ella para abrazarla -Qué tal tu viaje?-
-Súper agotador- comenzó a narrar.
Yo dirigí la mirada hacia mi ventana abierta, una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro.

Mi Amado DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora