Reemplazo (Black Hat x Dr. Flug)

Capítulo 32: Presentación

Dr. Flug

Arrastraba mis pasos en todo momento mientras me dirigía a mi cuarto.

Agache la cabeza y me quite la bolsa sin importar si estaba alguien o no.

Llegué a mi habitación, la abrí y no hice otra cosa más que dejarme caer en mi cama y cerrar lo ojos.

Se sentía tan bien, por fin podía descansar de aquel maldito sufrimiento.

—Bien Flug. Te dije que te tardarias demasiado en hacer esto, pero te quedó muy bien. Si quieres, puedes ir a descansar a tu cuarto y al rato necesito que me vallas a buscar a mi despacho por qué tengo otras tareas pendientes para ti.

Me sentía exhausto, humillado y decepcionado. Ni siquiera entendía el por que traía mi bata. Si me la iba a pasar limpiando y haciendo el maldito que hacer de Black no tenía caso ponermela.

Suspire para tratar de recuperar un poco de energía. Tape mi cara con las manos, tenía que descansar "lo suficiente" por que quien sabe que más me quería poner a hacer mi jefe.

Destape mi rostro y voltee a ver mi mesa de trabajo. El último trabajo que había echo ahí fue el portal. Llevaba 3 días seguidos limpiando y quitando todo el polvo de aquella habitación abandonada.

Me irritaba por qué era obvio que solo lo estaba haciendo para que yo no me quedara de brazos cruzados, descansando en mi cuarto encerrado.

Creo... Creo que por primera vez dudaba de mis sentimientos hacia el. Aunque no sabía distinguir si esto era bueno y malo.

Parte de mi lealtad a Black venía precisamente por qué... Yo estaba enamorado de el, a pesar de que me encerro, a pesar de que me ignoro como por 2 semanas, a pesar de que fue a la convención sin mi. A pesar de todo eso y tal vez más, seguía enamorado de el.

Ya llevaba 3 malditos días de pura limpieza, no me quedo tiempo ni siquiera para completar el portal. Y la verdad es que tampoco me quedaban ganas.

De echo, ahora que me ponía pensar, ni siquiera había visto a 5.0.5 o a Demencia.

Nada de gruñidos o saludos del oso, nada de molestias ni estupideces de parte de la niña loca.

Cuando parecía que es lo que más necesitaba, no estaban. Cuando realmente quería que me molestará Demencia para distraerme tan siquiera un poco de lo que ahora Black me ponía a hacer. No sé aparecía la condenada.

Era de tarde. Aunque en todo momento había permanecido con los guantes, me dolían las manos. Seguramente eran callos de estar agarrando la estúpida escoba y trapeador.

Los brazos apenas y podía levantarlos, mi cabeza estaba a reventar. No quería ni hablar de mis fuerzas. Y no me refería a mi fuerza física que obviamente estaba de la mierda. Si no hablaba de mi autoestima.

La única razón para sentirme un verdadero científico en los últimos días, era la creación del portal, y para ser sinceros ni siquiera sabía si funcionaba correctamente.

Cuando Black me menciono lo de la contratación, me habló de grandes creaciones. Inmensos proyectos acompañado de la mejor vida que jamás podría imaginar.

Bueno, pues de entre las pocas cosas que estaba completamente seguro, era que esto no es la mejor vida que jamás podría imaginar.

Mi subconsciente ahora estaba lleno de puras quejas que lamentablemente ahí se quedarían. La última vez que trate de levantarle la voz a Black, no termino como precisamente esperaba.

—¿Con quién?...— me miró profundamente.

—C-con nadie j-jefecito— no podía retener las lágrimas.