||Contigo, soy un hermoso desastre

995 58 0
                                    


You and I, we're like fireworks and symphonies exploding in the sky
With you, I'm alive
Like all the missing pieces of my heart, they finally collide

So stop time right here in the moonlight
'Cause I don't ever wanna close my eyes

Without you, I feel broke
Like I'm half of a whole
Without you, I've got no hand to hold
Without you, I feel torn
Like a sail in a storm
Without you, I'm just a sad song
I'm just a sad song
   
                    We The Kings-Sad Song

Without you, I feel brokeLike I'm half of a wholeWithout you, I've got no hand to holdWithout you, I feel tornLike a sail in a stormWithout you, I'm just a sad songI'm just a sad song                        We The Kings-Sad Song

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Edward era el tipo de jefe soñado en muchos aspectos;precavido, meticuloso, y analítico. Aunque aquellas maravillosas cualidades que le habían abierto el camino sembrando los millones a su paso, no disminuían su capital humano. Escuchaba y guiaba a sus empleados, favoreciendo un agradable clima laboral. Se  esmeraba en promover ideas innovadoras. Ideas que sus empleados aplicaban con el pasar del tiempo, asimilandolas de un modo natural y nada forzado.Habían sido varias las ocasiones en las que los oficinistas del tercer piso junto a los del departamento gráfico se habían reunido y más allá de escuchar sus ideas para la toma de decisiones, aplicando amplios y válidos  puntos de vista. Pero, quizás lo que más llamase la atención de muchos, yo incluida, era su capacidad para escuchar y buscar soluciones.No es que él fuese buscando ser la salvación de sus empleados, pero se esmeraba en mejorar, aunque fuera un poco, sus situaciones.Podría decirse que todos en aquella empresa,  estábamos a gusto, pues su trato nos dignificaba,a sus ojos, éramos personas, y no números. El rango jerárquico quedaba a un lado, pues edward así lo pedía expresamente quedando así, sólo un trato ameno, no menos formal, y cordial.
Edward lovett era un líder nato, com iniciativa y luz propia.

-Alice, ¿qué estás haciendo? -la voz de edward fue fuerte y clara, sacándome de mis pensamientos, para hacerme notar que me había quedado observándolo por más tiempo del que debía.

-Oh, yo...lo siento-dije sonriendo de lado mientras buscaba dentro de una de las cajas,  tanteando con desesperación y nervios,algo que me diera al menos una excusa válida para haberme quedado con aquella pausa mental(lag). -V-vaya, no creí que fueran tantas cosas-mencioné mordiéndome el labio inferior mientras observaba a mi alrededor, sobre el pulcro piso de madera, como las cajas se apilaban.

"La princesa  de un fuerte de cartón" reí para mis adentros ante la ironía de aquello.  Pero estaba segura de que no sería nada  divertido el desembalarlas.

Al vernos así, de ése modo, en mi cabeza se creó la efímera ilusión de cómo nos veríamos, realmente, desde fuera.
Como una joven pareja de recién casados, iniciando su trayectoria amorosa.
Me encontré a mí misma, sonriendo ante aquella posibilidad.
En el fondo, era como si una parte de mi ser, alimentara ésa fantasía.

My Sexy Guardian Donde viven las historias. Descúbrelo ahora