My Sexy Guardian

||Autocontrol

Tras terminar de cenar y contemplar aquel brillante paisaje nocturno, Edward tomó mis manos entre las suyas.

-Te extraño demasiado,Alice-se sinceró-y tú, ¿me has echado de menos aunque fuera un poco?-

-Ah,yo...-no pude contestar pues sabía de sobra la forma en la que me extrañaba.
Con la dulce necesidad de aquella pasión arrolladora.

Apenas tuve un momento para sentir el cosquilleo de la sangre hervir y que levara como la espuma,antes de que edward inclinase hacia atrás,y tan fugazmente los asientos, y subiera sobre mí, con los ojos de un intenso verde ardiente,mucho antes de que me devorara en un beso abrasador.

El aire dejó mi cuerpo en una ráfaga de anhelo y necesidad.
Me balanceé,inclinándome a duras penas y hacia él.En respuesta,me acercó más fuertemente inclinando sus labios sobre los míos,hundiéndose profundamente.
En ése instante fue como si las últimas seis semanas de separación,nunca hubieran ocurrido.

Edward me posicionó aún más cerca,conquistándome con su ferviente beso y pude notar en como el deseo latía entre sus piernas.No podía esperar a sentirlo piel con piel.

-Sólo yo te puedo besar.Sólo yo te puedo hacer delirar de placer,y sólo yo puedo tocarte-.

Aquella inesperada confesión hizo que mi piel se erizara.
Nunca había oído a edward de ésa manera.Reclamándome con tanto ímpetu.
Estaba por responderle algo cuando él se agachó hasta mi pecho...y comenzó a hacerme unos pequeños,pero notorios, chupetones.

Marcas de que mi cuerpo era suyo.

-Te deseo tanto-dijo con voz ronca.

Su boca embistió la mía, empujando más allá de mis labios.

Nunca el insistente y caliente beso de un hombre me había poseído de tal manera,que dejara en un instante una dolorosa marca en mi alma.

Arrastré la mano por encima de su erección.
Edward contuvo el aliento,estremeciéndose por debajo de mi tacto.
Bajé suavemente su cremallera y en el momento en que envolví su erección con la palma de la mano,edward se sacudió,poniéndose duro al instante.
Casi no tenía palabras para su impulso.

Supuse que hasta entonces,todo lo que podía hacer era tentarlo,negándome a mis propias necesidades.

-Hazlo-me exigió, con su voz baja y áspera. Abrí los labios con suavidad para meterlo y observar como su cuerpo se llenaba de sensaciones,haciéndolo temblar tras la primer lamida eléctrica.
El cuerpo de Edward se alzaba en lujuria y vigor,con la quemante y arrolladora necesidad de sentir mi boca y lengua alrededor de su sexo.

El continuó tentándome,rozando mi clítoris y hundiéndolos en mi sexo.

Gemí entorno a la gruesa erección.
Cuanto más excitada me encontraba,más voraz era con su miembro.

Observé como él comenzaba a jadear,con su entrecortada respiración y la manera extasiada en la que decía mi nombre,era imposible de soportar.
Sentí los espasmos y estremecimientos de aquel placer producido en parte por lo que me encontraba haciendo y en parte por el deseo.

Un deseo pujante.

Al borde del orgasmo,edward gimió y meneó las caderas bajo mis caricias.

El néctar de su ser era fresco,salado y dulce a la vez,delicado.

Tras etremecerse implorante,volvió a inspirar profundamente y yo di por concluida mis labores. O al menos eso creía yo.

-Aún no tengo suficiente de tí-

Él tan sólo bajó,deslizándose,para aferrarse a mis muslos y los separó suavemente, abriendo mis piernas.

Mi pecho subió y bajó,jadeante y excitada.
Sintiendo una ligera presión y unos cuantos movimientos circulares.
Aquellos impulsos inundaban mi cuerpo de una forma potente e imparable.
Edward subió tan sólo una vez para besarme.
Aquel beso fue un intercambio de alientos,en el que los sabores entrelazados de ambos se unían para crear algo único e irresistible.

Alargué la mano tocando su castaño y corto cabello.

-No te atrevas a detenerte-le dije con voz risueña y sensual,pero él tan sólo me envió una mirada desafiante y una espectacular y juguetona sonrisa haciendo juego.

Y éso fue más que suficiente para saber que no se detendría...en toda la noche.

CONTINUARÁ...

Bien,la inspiración llegó en el momento justo y en forma de...insomnio jeje
Poniendo éso a un lado...

¡Espero que tengan un bello día!

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