My Sexy Guardian

Cautiva

Sentí sus manos sujetarse a mi cadera,atrayendome contra su cuerpo.

Era inevitable,ya no podía escapar de él ni de la situación.

El calor abrasador del que era presa comenzó a subir como la espuma.

Mis pechos se pusieron firmes bajo su tacto.
Las manos no encontraban contención.

El efecto de aquel placentero contacto comenzaba a ser devastador.
Jadeé ligeramente cuando nuestros cuerpos se rozaron de una forma más íntima.

Había comenzado a despojarme de mis defensas.
Alcé la mirada lentamente,encontrandome con la suya.
La excitación ardía en su rostro.

Su penetrante y hambrienta mirada se había oscurecido,presa del deseo.

Cuando dimos unos pasos con nuestros cuerpos aún juntos,vi que él sujetaba un pequeño control de lo que parecia ser una mesa de luz.

De pronto y sin esperarlo una música inundó el ambiente.

-Es Frank sinatra...Fly me to the moon...me encanta-comentó con pasión sobre mis labios sin siquiera molestarse en apartar los suyos de los míos.

Era intenso.Y bueno.

Jodidamente bueno.

¿Acaso era de los que disfrutaban hacerlo con música de fondo?

¿O sería para marcar el propio ritmo?

Sea como fuere,era maravilloso.

Sin dudar él atrapó mi boca con la suya,más intensamente que las veces anteriores,adueñándose de mis gemidos y jadeos.

Me brindaba húmedos y calientes besos.Apenas podía respirar.

Nadie me había besado antes de esa manera.

Sus grandes manos que me tocaban con desesperación me hacían estremecer.

Me sentía un poco intimidada por su aplastante pasión,pero no asustada,pues no había nada de él que pudiera hacerme temer.

Temblè entre sus brazos,pues tenía muy en claro a lo que me enfrentaba.
Rebosaba de plenitud y ardía en deseos por conocer más.

Qué adictivo resultaba.Qué provocativas eran las caricias de sus labios.

Deslicé mis manos hacia su pecho y la dureza de su miembro se apretó contra mi muslo,haciendo más evidente su excitación.

Una oleada de calor me invadió nuevamente.

Todo indicaba un encuentro prometedor y el...bueno,parecía estar muy bien preparado.

Su mano me apartó el cabello del cuello y sentí su cálido aliento.
Me estremecí,pero él continuó.

Todo en ese hombre estimulaba mis sentidos y mi cuerpo,ya sin voluntad propia,respondía únicamente a las demandas de satisfacción.

Su masculinidad,su belleza,su evidente fortaleza y pasión,no hacían más que nublar mi pensamiento.

De pronto sentí mi trasero tocar una fría superficie,encontrándome con la sorpresa de que estábamos en la cocina.La fría sensación no duró demasiado,ya que sus manos se deslizaron ágilmente hacia mi trasero,sujetandolo con fuerza y en un sólo movimiento me alzó,como si mi peso no representara nada para él.

Lo cual hablaba mucho de su fuerza,ya que yo era una joven de complexión...rellena.

Acabé tumbada sobre la mesa de la cocina y él inclinó su cabeza hacia mi zona baja,descorriendo mi falda,y rasgando mis medias con sus dientes.