ÁNGEL » GILBERT BLYTHE.

CAPÍTULO CUATRO

brielle's point of view.
avonlea, 1890

al momento de entrar, lo hicimos juntas. como supuse, hay niños jugando por doquier y niñas charlando entre si en sus correspondientes grupos.

'¡anne!'

oigo que una niña de cabellos castaños camina hacia nosotras, al parecer ellas ya se conocían.

—¡diana! —anne la saluda al igual con una sonrisa, la cual se desvanece levemente al notar que la chica mira con desaprobación su bonito sombrero decorado con flores.

—pero, ¿qué le hiciste a tu sombrero? —pregunta señalando este mencionado y noto como el grupo de niñas con el que anteriormente estaba diana comienzan a reír entre ellas.
niñas tontas.

—quería dar un buena impresión y era tan... simplón —responde anne.

—estas dando una impresión, eso sí —dice diana y hago una mueca.

—¡oh, que tonta soy! olvidé presentarlas —habla anne. —brielle, ella es diana. diana, ella es brielle. —nos presenta a cada una a lo que sonrío hacia la tal diana.

—es un gusto, diana —hablo yo primera.

—el gusto es mío, anne me ha contado mucho sobre ti —dice, a lo que sonrío sorprendida dirigiendo mi mirada hacia la pelirroja.

—así es —anne asiente y me devuelve la sonrisa. si que es una buena amiga.

—¡bienvenidas al primer día de clases! —diana hace un gesto con su brazo señalando el interior del aula. —vamos, te enseñare todo lo que tienes que saber —ellas caminan hacia los percheros y echo una última mirada hacia las niñas, quienes ahora hablan bajo entre ellas.

luego de dejar nuestras cosas en los percheros nos dirigimos a los asientos y justo cuando terminamos de dejar nuestras cosas, el grupo de niñas de antes se nos acercan y las tres giramos para tenerlas de frente.

—ellas son jane adrews, josie pye, ruby gillis y tillie boulter —diana señala a cada una mientras las nombra. —señoritas, ellas son anne shirley y brielle riggs. —nos presenta y por mi parte les dedico una leve sonrisa. todas nos saludan de diferentes maneras.

—gusto en conocerlas —solo digo eso acompañado por un leve gesto con la cabeza.

sinceramente sus actitudes anteriores me habían disgustado, pero es muy temprano para juzgarlas si aún no las he conocido.

—es de lo más placentero poder conocerlas y haré mi más ferviente esfuerzo para ser digna de su amistad —dice anne con toda su amabilidad, pero al parecer aquellas cultas palabras se les hacen extrañas y raras a las demás niñas quienes ahora llevan miradas confusas.

—um... a anne le encanta leer y sabe muchas palabras rembombantes —diana hace un esfuerzo por romper la tensión en el ambiente.

—¿y las dice todas en todas sus oraciones? —la tal josie pregunta, pero más bien parece una burla y eso me molesta.

—bueno, las personas inteligentes y cultas suelen hacerlo —comento con una leve sonrisa, ganando una mirada seria por parte de la sarcástica rubia y una sonrisa por parte de la pelirroja.

—también me gusta leer —comenta tillie con una amigable sonrisa.

—no es cierto —ruby contradice a la anterior y ella por su parte vuelve su vista a nosotras.

—no es cierto —finaliza apenada. es una buena persona, eso se nota.

—¿por qué te hacen usar ese vestido de anciana? —josie pregunta. vaya que es fastidiosa.

—bueno, me alegra tener uno nuevo —

—solo si eres huérfana, yo ni loca me lo pondría —continua con sus hirientes palabras y dirije su mirada a mi vestido. —amo tu vestido, brielle. queda muy bien con tu color de cabello, lastima que no puedo decir lo mismo de ti, anne.

—anne es una gran persona, amable y muy valiosa. lastima que no puedo decir lo mismo de ti, josie —contraataco, ya harta de sus palabras.

y justo cuando pienso que las cosas no podían ponerse peor, un joven con otros dos chicos se acercan a nosotras imitando ladridos de perro dirigiéndose a anne, quien está a mi lado.

—eres un ridículo —anne se defiende.

—¿vieron? un perro que habla —se burla y ríe con sus amigos. —¿también traes las cosas? —continua con sus patéticos chistes.

—¿se dan cuenta que solo dejan en claro lo infantiles que son? —digo totalmente furiosa por las actitudes de todos para con anne.

los chicos dirigen su mirada hacia mi, sin embargo, no recibo la respuesta que esperaba.

—vaya... ¿y quién eres tú? —dice el rubio.

—mi nombre es brielle y no permitiré que ninguno de ustedes moleste a anne de nuevo —digo seriamente cada una de mis palabras.

—esta bien, tranquila lindura —alza sus manos y antes de irse dirige una última mirada a anne y luego a mi.

finalmente suspiro y anne me susurra un leve 'gracias' a lo que sonrío susurrándole de vuelta un 'por nada'.

—no dejen que los niños sepan que las molestan —jane habla esta vez.

—si, y que tampoco sepan que les gustan —continua ruby.

este será un día largo.

[CAPÍTULO CUATRO]
'LA ESCUELA'