Capítulo 23

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Al mes siguiente, Lissandra se encontraba agotada, con los ojos vendados y dos cuchillos de madera practicando con una entrenadora de la élite

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Al mes siguiente, Lissandra se encontraba agotada, con los ojos vendados y dos cuchillos de madera practicando con una entrenadora de la élite. En lo que Lissandra por el cansancio deja caer la rodilla derecha al suelo, se quita la venda de los ojos y empieza a respirar agitadamente agarrando energías.

—¿Eso es todo? -Pregunta la entrenadora.

—No... —Respira lentamente por la nariz y suelta por la boca colocando la venda de nuevo en sus ojos. —Déjame demostrarte de que soy capaz.

Lissandra suelta los cuchillos y se coloca en posición defensiva esperando que la entrenadora se acerque hacia ella.

—Veo que ahora vas en serio. —La entrenadora sonríe mientras agarra los cuchillos de madera.—Que sorpresa.

La maestra se acerca a atacar a Lissandra a toda velocidad.

Lejos de ahí, por las habitaciones de la élite, Rubi está felizmente sonriendo mientras su madre Ágata y su padre Cuarzo estaban cocinando. Amatista estaba con dos años y medio de edad, gateando por el suelo.

—Rubi. —Dice la madre con un tono amoroso viendo a su hijo desde la cocina. —¡Hey! Rubi.

—¡Rubi! —En ese momento, se despierta y ve a Amatista arriba de el junto a destructor despertando. ¡Tienes que despertar!

Él se levanta y la aleja mientras se soba la cabeza por el sueño que tuvo.

—¿Qué ocurre? —Pregunta confundido viendo el suelo mientras su vista se adapta a la luz del día.

—¡Hoy es tu pelea con Lissandra! —Él voltea a verla.

—Ya se... —Rubi deja de verla y se levanta de la cama arreglándose para ir al comedor.

—¿No estas ansioso? —Amatista se levanta de la cama y lo sigue mientras él se colocaba los zapatos.

—No.

—Pero... ¡Es la final Rubi! —Grita ella asustando a Destructor. —Deberías estar ansioso, bueno. Ansioso no, ya que pelearas contra Lissandra pero...

En ese momento, Rubi se marcha de la habitación.

—¡Oye, no me ignores! —Amatista corre hacia Rubi el cual estaba dirigiéndose hacia una sala de entrenamiento en la cual estaba Flor practicando con una espada real lanzando ataques a muñecos de prueba. —¿Rubi...?

Él se acerca hacia ella y esquiva los pedazos de los muñecos rotos que salen por el aire, mientras a Amatista le cae la mayoría.

Él se acerca hacia ella y esquiva los pedazos de los muñecos rotos que salen por el aire, mientras a Amatista le cae la mayoría

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Héroes y Leyendas - Orígenes de la OrdenWhere stories live. Discover now