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Capítulo 11.

Al salir por las puertas dobles, se encontró en el patio, mirando entre los numerosos prisioneros en busca de dos hombres. Tenía que encontrar a Jaebum y a Jackson durante el descanso de la tarde se había convertido en un ritual diario ahora, ya que era la única forma en que los tres podían reunirse y hablar libremente.

Sin dejar de mirar hacia adelante, tomó el último bocado de su panecillo de arándanos antes de sorprendentemente ver a Jaebum y a Jackson sentados juntos en una de las mesas.

La extraña visión hizo que dejara de masticar por un momento mientras se detenía y parpadeaba un par de veces, queriendo asegurarse de que en realidad se trataba de ellos, ya que no podía creer lo que veía. Por una vez no estaban lanzando golpes o gritándose unos a otros, sino que actuaban de forma civil, hablando casualmente como si hubieran sido amigos de mucho tiempo.

No teniendo que limpiar la amplia sonrisa en su rostro, casi se pavonea mientras se dirige hacia la mesa de una manera encantada.

-Wow, nunca pensé que hubiera vivido para ver el día.-bromeó Jung Eun, parada en la cabecera de la mesa mientras miraba a los dos hombres con una sonrisa petulante.

Al verla, la expresión intimidante habitual de Jackson cambió rápidamente cuando sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa. A pesar de reconocer la diferencia en la expresión de Jackson, Jaebum decidió no decir nada antes de centrar su atención en Jung Eun también.

-¿El día?-repitió de manera inquisitiva, inclinando la cabeza mientras la miraba.

-Si.-responde.-el día que los vería a los dos sentados aquí juntos y no hay sangre involucrada.-Jackson se rió de su comentario, encontrando su optimismo bastante lindo antes de abrir su burbuja con astucia.

-No te excites demasiado. No había ningún otro lugar donde sentarse.-dijo, haciéndola reír antes de mirar alrededor del patio de nuevo, dándose cuenta de que estaba realmente en lo cierto, ya que había un grupo de guardias holgazaneando alrededor de su lugar favorito debajo del árbol.

-No importa, siguen sentado aquí juntos.-agregó un bufido final antes de llevar su cuerpo y sentarse al lado de Jackson. Chocó con él cuando cruzó sus brazos, lanzándole una pequeña mueca mientras le sonreía.

-Así que...-comenzó ansiosamente Jaebum, colocando sus codos sobre la mesa inclinándose más cerca de Jung Eun desde el otro lado.-¿Tienes buenas noticias para nosotros?-podía escuchar la pequeña pizca de esperanza en su voz mientras le hablaba, hablando en un tono aparentemente descuidado pero en realidad rezando por una respuesta positiva a cambio.

-En realidad así es.-respondió con una sonrisa de confianza y sus ojos se abrieron de par en par, mirándola como si fuera su gracia salvadora mientras continúa.-tengo a un ex guardia de nuestro lado ahora. Me va a ayudar a exponer este lugar como lo que realmente es.-anunció en un susurro secreto, asegurándose de que solo Jackson y Jaebum escucharan.

Jaebum arqueó una ceja en respuesta, el destello de esperanza en sus ojos desapareció repentinamente cuando pareció confundido por la respuesta.

-¿Un ex guardia...?-repitió lentamente.-¿Quieres decir que ya no trabaja aquí? ¿Cómo nos va a ayudar eso?

-Su nombre es Yugyeom.-anunció, lista para explicarse ya que esperaba este tipo de reacción.-él estaba allí cuando descubrí que el prisionero había escapado y amenazó al alcaide por exponer éste lugar corrupto.

-Sabía demasiado, así que el alcaide tuvo que deshacerse de él.-dijo Jackson a su lado, con el mismo aspecto perturbado que Jaebum por todo esto. Jung Eun asintió con la cabeza en respuesta, acordó con él antes de que Jaebum se recostara de repente y se riera entre dientes.